Concepciones de la Pobreza
fedameTrabajo12 de Septiembre de 2013
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Pobreza, marginación y educación
Enviado por jsca_ts@yahoo.com.ar
1. Concepciones de la Pobreza
2. El modelo de exclusión social en la Argentina
3. El rol de la educación frente a la problemática de la pobreza
4.
5. Características de la sociedad Democrática Argentina
6. Bibliografía
El informe de lectura que realizaremos a continuación está basado en tres textos diferentes que, sin embargo, tienen en común cierto eje temático construido alrededor de las ideas de pobreza y marginación. En primer lugar, se encuentra el texto "Lección del pasado" de Georges Duby, nos muestra cómo ha variado la valoración del pobre a través de la historia y cómo esto influye, en nuestra representación actual de la pobreza. Por otro lado, consideramos el texto "Las escuelas 'en los márgenes". Realidades y futuros" de Patricia Redondo y Sofía Thisted, quienes nos invitan a analizar el modelo actual de exclusión en la Argentina, y a focalizar nuestra atención en las problemáticas que ésto genera en el ámbito educativo. Por último, encontramos el texto "La únicaestrategia es la escuela" de Daniel Filmus, en el cual se propone a la escuela como una alternativa generadora de inclusión social.
1. Concepciones de la Pobreza
En el texto "Lección del pasado" del libro "Textos para pensar", el autor Georges Duby nosinvita a reflexionar, desde una perspectiva histórica, acerca de la pobreza y del fenómeno de marginación que se genera por parte de la sociedad hacia las clases o individuos más carenciados.
Los datos demográficos y la realidad cotidiana, nos dice, construyen imágenes que alimentan el miedo hacia las clases más bajas. En este contexto, la representación de la pobreza como peligro genera marginación: ante la inseguridad que despiertan los pobres, el resto de la sociedad se encierra, se protege y prejuzga. Pero, ¿esto fue siempre del mismo modo? ¿Cuál es el origen histórico de las representaciones mentales de la pobreza como amenaza? Georges Duby nos invita a hacer una breve reseña histórica, remontándonos a la Edad Media, a fin de descubrir las raíces de esta problemática.
Si bien existía una alta natalidad en la Europa del año 1.000, comparable a la de los países tercermundistas en la actualidad, podemos observar que este fenómeno se veía compensado poruna mortalidad alta y que por lo tanto el crecimiento demográfico era moderado. Esta situación permitió el progreso material de aquellos tiempos, dado que el capital del que disponían los hombres dentro de aquella economía rural, la tierra, se ofrecía en abundancia. De este modo, el problema de la indigencia parecía no existir: las obligaciones de solidaridad y reparto dentro de la sociedad y el dominio señorial en el plano político no daban lugar a la miseria. Todo señor estaba obligado a distribuir parte de sus ganancias entre sus subditos y los más necesitados. Y los recursosalcanzaban para todos. En la mitad del siglo Xlt, cuando se instala el mito del progreso en la sociedad, se produce, paradójicamente, el nacimiento social de la miseria. La cantidad de pobres crece, pero la producción agrícola ya no acompaña este proceso: el éxodo rural genera una superpoblación de las ciudades, al mismo tiempo que las riquezas se vuelven más vulnerables.
El problema de la indigencia se torna, así, una preocupación central. Sin embargo, no existe un ascenso del miedo a los pobres; no se genera aún el fenómeno de la marginación. Esto se debe principalmente, nos comenta el autor, a una notable transformación en las costumbres religiosas del cristianismo: se establece la concepción de la pobreza como señal de elección divina, y se propaga la idea de que para honrar a Dios, los ricos deben ser solidarios con los pobres. El conflicto se origina en el siglo XTV, con la epidemia de la peste negra. Comienza a imponerse en la conciencia colectiva una asociación cada vez mas fuerte entre la idea de miseria, amenaza y peligro. Así se inicia la marginación hacia los pobres; comienza su expulsión de la sociedad. A partir de esta representación, surgida de hechos tan circunstanciales y tan relacionados con un momento histórico determinado, se establece una equivalencia entre riqueza y virtud, pobreza e inseguridad, que condicionará el comportamiento de la humanidad hasta nuestros días. Cabe preguntarse, y el autor nos induce a hacerlo, cómo la conciencia colectiva se va modificando a partir de los acontecimientos, para repensar de este modo cuál es el cambio que queremos hacer en nuestras conciencias a partir de esta problemática en particular: que 'modificaciones deseamos generar en el futuro. Definitivamente, Georges Duby ha podido definir sus intenciones de una manera indiscutible: "Lección del pasado" es, sin duda alguna, un texto para pensar.
Sinteticemos. El historiador Georges Duby señala que actualmente existe una representación de la pobreza que la asocia con el peligro, la violencia y la agresividad. En este contexto, los pobres despiertan inseguridad y miedo. Ante estas circunstancias, el resto de la sociedad los prejuzga, los margina, los expulsa. Haciendo una breve reseña histórica, dicho autor nos señala que esta situación comienza en el siglo XIV, con la epidemia de la peste negra. Se instala en ese momento en la conciencia colectiva una equivalencia entre riqueza y virtud ^por un lado, y pobreza e inseguridad por otro. A partir de esta asociación surgida de hechos tan puntuales, tan relacionados con el contexto histórico, se inicia la marginación de los pobres, su expulsión de la sociedad, proceso que se extenderá hasta nuestros días.
2. El modelo de exclusión social en la Argentina
El texto "Las escuelas 'en los márgenes'. Realidades y futuros" de Patricia Redondo v Sofía Thisted, se encuentra dividido en dos partes: en la primera parte nos plantea el problema de la pobreza y la marginación en la Argentina de fines del siglo XX; en la segunda parte señala los vínculos que se establecen entre las nuevas fronteras de exclusión social y las problemáticas que esto genera en el ámbito educativo.
Hace no mucho tiempo, nos dicen las autoras en la primera parte del texto, las fronteras entre el estar "adentro" o "afuera" del modelo estaban claramente definidas, y desde esta posición el Estado providente intervenía integrando a aquellos que no estaban incluidos en el sistema productivo.
Hoy en día, explican, la situación ha cambiado notablemente: la pauperización se ha tornado parte de la estructura del modelo social que se fortalece a medida que atenta contra la legitimidad de la democracia y la educación pública. En este nuevo contexto, se instala un discurso que relaciona pobreza con violencia, con peligro. De esta forma no sólo existe una proliferación de la pobreza, sino que se modifica el sentido de lo que significa "ser pobre" en los '90.
Estos cambios sustanciales producidos en los últimos años se traducen en lo que el texto denomina "nuevos paisajes argentinos ". Las fábricas abandonadas, convertidas en shoppings o tomadas precariamente como vivienda, encarnan y ejemplifican el abandono de un proyecto de país que creía en la inclusión social. Las instituciones educativas se muestran, entonces, como "últimafrontera de lo público"; última y única expresión de un Estado cada vez mas ausente.
Redondo y Thisted nos comentan que las escuelas, creadas originalmente con el mandato de igualar, se ven saturadas por los procesos de diferenciación y marginación, principalmente en aquellas zonas donde predomina una extrema pobreza. Así, las posibilidades de educar se ven evidentemente limitadas, y se establecen fronteras educativas que profundizan las fronteras sociales surgidas de la pobreza.
Cabe señalar que, como explica el texto en la segunda parte, hablar de "escuelas en los márgenes " no implica referirse a una realidad acotada que abarca a un pequeño porcentaje de instituciones, sino que, muy por el contrario, remits a un enorme y variado número de escuelas. La noción de escuelas pobres, nos advierten las autoras, no puede asociarse solamente a las escuelas de villa o rurales; a estas se agregan todas aquellas que en estos últimos tiempos se vieron atravesadas por este proceso de pauperización. De este modo, los límites territoriales se tornan difusos y configuran, como ya hemos mencionado, nuevas fronteras entre el "adentro" y el "afuera".
¿Qué hacer frente a esta situación? El texto nos revela que hay quienes piensan que la escuela debe otorgar a todos los chicos lo mismo, mas allá de su origen social, para garantizar la igualdad de oportunidades. Otros creen que la escuela debe compensar las diferencias dadas por los distintos "puntos de partida" de los diferentes grupos sociales, para de este modo lograr la igualdad.
Pero quizás lo más importante es que, sin tomar partido por ninguna posición, las autoras se encargan de hacernos notar que la articulación entre pobreza y educación no tiene porqué marcar un mismo destino fatalmente establecido. Frente a esta problemática, nos dice, puede haber un cambio de estrategia que despliegue acciones potencialmente transformadoras: "Cuandola pobreza se constituye en una situación problemática, factible de ser abordada, la escuela puede construirse como espacio de constitución de sujetos pedagógicos e incluir otras estrategias que permitan situar a la escuela como ámbito de producción de aprendizajes relevantes para los niños que habitan en los
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