Contaduria

EL RETORNO DE LOS DAMNIFICADOS

Ahora que bajaron las aguas del río Paraná, las familias que abandonaron sus casas a consecuencia de las inundaciones están retornando nuevamente a sus hogares para encontrarse con la desolación y la destrucción provocada por la crecida. Es importante que la solidaridad manifestada por los pobladores con donaciones y asistencias para los afectados no termine con el descenso del nivel de las aguas. Este es el momento en que las familias afectadas, la mayoría de escasos recursos, deben comenzar con la penosa tarea de la reconstrucción de sus hogares y necesitarán más que nunca de nuestra solidaridad para poder reasentarse y seguir con sus vidas con una relativa tranquilidad.

Ahora que se está hablando de la reconversión de Ciudad del Este y su entorno sería importante también tener en cuenta la situación de estos compatriotas, que se asentaron justamente en esos lugares donde no deberían estar residiendo, porque forma parte de la franja de protección de los recursos hídricos. Pero ellos están ahí porque muchos fueron llevados por los políticos locales, como una forma de ganarse réditos políticos y asegurarse los votos de la gente menos favorecida.

Hay que tener en cuenta que en algún momento las aguas volverán a subir, porque es un fenómeno natural cíclico. A veces se da con mayor intensidad y en otras ocasiones no tanto, pero indefectiblemente el nivel de los cursos de agua experimenta una crecida cada cierto tiempo. Esto significa que esos compatriotas están retornando a sus hogares sabiendo que en cualquier momento volverán a pasar por esta misma experiencia. Esto se encuentra muy arraigado dentro de nuestra cultura, el desinterés como sociedad de buscar soluciones definitivas a los problemas que nos afectan, de modo a que podamos dedicar nuestros recursos y nuestras energías a otras cuestiones un poco más trascendentes. Siempre estamos haciendo remiendo y salvando emergencia, sin ser capaces de planificar y prevenir potenciales desastres naturales, como lo hace cualquier sociedad civilizada. Entonces, es un buen momento para que nuestras autoridades que tanto están hablando de proyectos espectaculares que cambiarán nuestras vidas, cuando asuman sus respectivos cargos, tengan también en cuenta a estos compatriotas que viven en estos sectores marginales, y comiencen a diseñar estrategias para la formulación de soluciones definitivas a la problemática. De lo contrario, siempre estaremos apagando incendio y lamentándonos sobre cuestiones que muy bien podrían haberse evitado.

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