Discriminacion
carlosviscencio4 de Noviembre de 2012
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Definición: discriminación es todo acto de separar a una persona de una sociedad o formar grupos de personas a partir de criterios determinados. En su sentido más amplio, la discriminación es una manera de ordenar y clasificar otras entidades. Puede referirse a cualquier ámbito, y puede utilizar cualquier criterio.
Se le considera discriminación a “toda distinción, exclusión o restricción que, basada en el origen étnico o nacional, sexo, edad, discapacidad, condición social o económica, condiciones de salud, embarazo, lengua, religión, opiniones, preferencias sexuales, estado civil o cualquier otra, tenga por efecto impedir o anular el reconocimiento o el ejercicio de los derechos y la igualdad real de oportunidades de las personas”.
Se refiere al acto de hacer una distinción o segregación que atenta contra la igualdad.
Algunos ejemplos claros de conductas discriminatorias son:
1.- Impedir el acceso a la educación pública o privada por tener una discapacidad, otra nacionalidad o credo religioso.
2.- Prohibir la libre elección de empleo o restringir las oportunidades de acceso, permanencia y ascenso en el mismo, por ejemplo a consecuencia de la corta o avanzada edad.
3.- Establecer diferencias en los salarios, las prestaciones y las condiciones laborales para trabajos iguales, como puede ocurrir con las mujeres.
4.- Negar o limitar información sobre derechos reproductivos o impedir la libre determinación del número y espaciamiento de los hijos e hijas.
5.- Negar o condicionar los servicios de atención médica o impedir la participación en las decisiones sobre su tratamiento médico o terapéutico dentro de sus posibilidades y medios.
6.- Impedir la participación, en condiciones equitativas, en asociaciones civiles, políticas o de cualquier otra índole a causa de una discapacidad.
7.- Negar o condicionar el acceso a cargos públicos por el sexo o por el origen étnico.
Principios De La Discriminación
La discriminación ha existido siempre, Tradicionalmente entendemos por discriminación a la imposibilidad del pleno ejercicio de los derechos y garantías de ciertos sectores sociales de la población en razón del sexo, raza, creencias religiosas o políticas, nacionalidad, situación social, elección sexual, edad y discapacidades.
En el imaginario social cuando nos referimos a la discriminación se nos aparecen en primera instancia grupos muy referenciados como los judíos y los negros (actualmente debemos agregar las mujeres, fruto del esfuerzo del movimiento feminista mundial y nacional) porque todos los otros grupos y sectores discriminados no lo están a nivel consciente y este es uno de los mecanismos más profundos que opera para la existencia de la discriminación: La invisibilidad, la “naturalización ‘de las conductas discriminatorias.
Las minorías son discriminadas solamente por ser menores en cantidad, pero habría que pensar qué pasaría si, por ejemplo, la mayoría de las personas fueran negras y sólo un porcentaje de la población mundial fuese blanca. Entonces se cambiarían los roles, lo que significa que los negros son discriminados sólo por ser una minoría, y no por ser inferiores.
Pienso que sería bueno que alguna de las personas que discriminan a los otros por ser diferentes fueran distintos a los demás sólo por un día, para que entendieran la humillación a la que ellos deben someterse cotidianamente.
Cada vez que se discrimina a alguien se hace porque esa persona es diferente. Pues bien, esto es porque las diferencias que muestra son notorias (por ejemplo, un negro, un discapacitado, etc.). Pero nadie se ha puesto a pensar en que en uno u otro sentido todos somos diferentes en pequeñas aspectos. Lo cual sería lo mismo que discriminar a alguien porque tiene el cabello más largo o más corto, o porque le gusta jugar a tal o cual deporte, o porque tiene los ojos de un determinado color.
En realidad la discriminación no tiene un principio en sí, es algo que desde tiempos inmemorables ha permanecido en las sociedades y parece no tener solución.
¿Dónde Empieza En Verdad La Discriminación?
En la Escuela:
En México ocurre una situación anómala, ya que la escuela, que debería ser el espacio donde conviven armónicamente distintas clases sociales, credos e ideologías políticas, es ahí donde empieza la diferenciación y discriminación social.
En México ya el hecho de pertenecer a una escuela pública o privada es motivo de discriminación, pues se tiene la creencia de que la escuela privada es mejor, mientras en otros países la escuela privada es tomada solamente como complementaria.
Esto debe cambiar, porque la escuela es el mejor lugar para iniciar el cambio del país, donde se pueden tratar de resolver los problemas sociales y donde se puede enseñar a las generaciones a convivir de manera armónica y pacífica.
Actualmente la escuela desafortunadamente no está contribuyendo a la solución de los problemas, cuando “debería ser la punta de lanza para romper dinámicas perversas. La escuela por definición debería ser el espacio de socialización”.
En México se están enfrentando las diversas crisis, tanto económicas como políticas y sociales, “de la peor manera posible o de un modo no democrático”.
En el Hogar:
Un estudio , realizado en conjunto por la Universidad de Nueva York y la Universidad de Princeton, se enfocó precisamente en cómo surgen los estereotipos y los prejuicios a temprana edad. El estudio puso bajo la lupa el esencialismo social, es decir, la creencia de que ciertas categorías como la raza y el género marcan diferencias innatas —esenciales, permanentes—en la gente y en todo un grupo. El esencialismo social facilita la instalación de ideas como: "si una niña es mala en matemáticas, todas las niñas son malas para las matemáticas" o "porque un miembro de un grupo racial cometió un crimen, todo el grupo racial comparte con él una naturaleza criminal".
Un estudio anterior había revelado que el esencialismo social surge entre los cuatro y los seis años, pero no se tenía claro el proceso que llevaba a la formación de esas creencias. Este estudio, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (aquí el estudio completo ) midió qué tan poderoso es el papel del lenguaje genérico (género sexual) en moldear el pensamiento de los niños a partir de creencias esencialistas.
Para entender cómo es transmitido el esencialismo social, las investigadoras plantearon la hipótesis que si los padres afirman los esencialismos ("las niñas usan color rosa", "los niños no lloran"), producen en sus hijos un lenguaje genérico y, por lo tanto, una manera de establecer relaciones sociales a partir de esas ideas.
En el estudio participaron niños de cuatro años y sus padres. Los investigadores crearon, a través de un libro ilustrado, una categoría ficticia: los "Zarpies". Cada página del libro presentaba una ilustración de una sola persona con una sola actitud o cualidad física. Los modelos usados eran distintos en cuanto a sexo, raza y edad para eliminar la posibilidad de que los esencialismos existentes influyeran en el resultado.
En el primer experimento, los adultos leían el libro dos veces con el niño, después un investigador repetía la acción (con tres días de diferencia en ambos casos). Al escuchar el texto genérico que describía la imagen, llevaba tanto a los niños como a sus padres a desarrollar un estereotipo. Por ejemplo: "Mira, un Zarpie. A los Zarpies no les gustan los helados". En cambio, cuando el texto era específico: "Mira este Zarpie. A este Zarpie no le gusta el helado", la situación se entendió como algo circunstancial o accidental.
El segundo experimento se enfocó en averiguar cómo el esencialismo social es transmitido. La pregunta: ¿pueden los padres transmitir estereotipos en una conversación? Para responderla se hicieron dos grupos. Al primero se le pidió a los padres que describieran a un "Zarpie" reafirmando las creencias esencialistas. Al segundo le solicitaron que no usara creencias esencialistas. Por ejemplo: describe a los Zarpies señalando las semejanzas biológicas y culturales que tienen con otros grupos. Los padres de ambos grupos recibieron un libro ilustrado como en el experimento anterior, pero se eliminó el texto para que hablaran sobre la imagen con su hijo, describiendo las figuras y las acciones representadas, tal y como lo harían en casa.
El resultado: hubo una diferencia notoria entre aquellos que describían a los Zarpies con esencialismos y aquellos que no lo hacían. Aun en el grupo de padres a quienes se les pidió que no hablaran con esencialismos, hubo referencias a cuestiones de género o raza, pero fueron pocas y casi no se emitieron juicios de valor. En cambio, en el otro grupo, cada referencia era una esencialización que propiciaba que tanto padres como hijos hicieran juicios negativos sobre las características de los Zarpies.
De acuerdo con las autoras, estos estudios muestran que el lenguaje genérico es un mecanismo a través del cual los padres transmiten a sus hijos creencias que tienden a estereotipar y prejuiciar. No es que el lenguaje por sí mismo provoque el pensamiento esencialista, sino que la base cognitiva de los niños los lleva a inferir que algunas categorías especiales reflejan diferencias esenciales, y el lenguaje genérico les otorga las categorías
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