Discurso de graduación

Discurso de graduación

Rector, autoridades de la Mesa del presidio, maestros, graduandos y graduandas, padres y asistentes en general, muy buenas tardes.

Han trascurrido 3 años 4 meses desde que entramos a esta universidad, todavía somos ser en construcción, y durante estos años me he dado cuenta, de que como todos, siempre lo seremos, llegado a este momento, todos nos preguntamos que me llevo de aquí, que hemos aprendido, mas allá de los grandes recuerdos o de las amistades hechas, yo he aprendido que hay tres aspectos en la vida, que todos compartimos, que son inevitables, pero que el tiempo y la rutina condenan al olvido, estos tres aspectos son el crecimiento, el cambio y el fallo.

Vemos en nuestras familias, en nuestros maestros, en aquellos allegados a nosotros que escapan a nuestra generación, como ha sido su crecimiento, como ven su reflejo en nuestros ojos, ahora que ocupamos un lugar que antes les perteneció, pues viéndome yo en su posición de aquí en un par de décadas, solo quiero decir que espero que crecer, no tenga que significar dejar de emocionarse, dejar de ilusionarse, dejar de llorar, dejar paulatinamente de sentir, que nos toque en el alma solo los recuerdos de un pasado que no volverá, pues el pasado existe precisamente para eso, para que no vuelva.

Nos dicen que somos jóvenes idealistas, que la realidad nos mostrara que dura es la vida, que el ímpetu o y la emoción con las que emprendemos nuevos proyectos ira desapareciendo, que lo que nos pasa es a causa de nuestra ignorancia o falta de experiencia, quizá tengan razón… y finalmente… nos convertimos en sabios sin impulsos, no dudemos y digamos si; yo he crecido así y así te voy a ayudar a ti, a que crezcas a tu manera, pues la bondad no se evapora por mucho que la vida avance, crezcamos más, pero sobre todo crezcamos mejor, luchemos por que nuestro crecimiento valga la pena, pues el futuro que nos espera solo llama a la esperanza aquellos que creen en ella, por ello nuestro deber a partir de ahora es alzar el verdadero significado de la palabra crecimiento, crecer es construir placer sobre los escombros del dolor, hagámoslo, todos y en los momentos de regocijo sabremos que lo hemos conseguido…

Vivimos en una sociedad cada vez más normatizada donde se pretende poseer control sobre todo, donde se quiere conocer y dar a conocer el mínimo detalle de nuestras almas, vivimos en una sociedad cuyo objetivo es la perfección, pero la perfección entendida como orden, no como justicia, hoy ante la injusticia parece que basta mirar hacia otro lado sin alterar nada, con auto-engañarse y revestir de falsa ética nuestras acciones, diciendo una simple frase no pasa nada, esto es así, pero si algo es así, es porque podría haber sido de otra manera.

Han pasado varios años desde que entramos aquí, y si algo nos ha tenido que enseñar la universidad es a decir no, yo no soy perfecto ni quiero serlo, yo no quiero una sociedad perfecta, que se crea inmejorable, yo no quiero vivir sin la posibilidad y la certeza del cambio, vivimos bajo las fauces de lo políticamente correcto, cuando lo políticamente correcto nunca es político y raras veces es correcto, la libertad no entiende de ideologías, el cambio, tampoco.

Tenemos miedo a cambiar por la incertidumbre del resultado, nos negamos a cambiar por miedo a fallar en esta sociedad donde no nos damos cuenta de que lo correcto, lo adecuado, lo perfecto no es más que una ficción, un cuento escrito a mano alzada, tenemos miedo a cambiar, incluso cuando ese cambio puede implicar progreso, mejora y crecimiento. Nos negamos a cambiar aunque como dije antes es inevitable, cambiemos más y cambiemos mejor.

Nos dicen que estamos en una época de crisis, pero la verdadera crisis comienza cuando dejamos de preguntarnos por qué, porque eso es así y no de otra manera, porque tenemos miedo al cambio, porque ponemos barreras

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