Dolarizacion en America Latina

Dolarización ¿La cura para todos los males?

La dolarización es un tema que siempre esta sobre la mesa cuando un país entra en crisis; se ha creado la idea de que puede ser la solución a la mayoría de los problemas que presente una economía en crisis, pero, ¿es de verdad una buena solución para estos problemas?

Es indiscutible que el dólar es la moneda que todos quisieran tener en momento de una crisis ya que este representa confianza y seguridad, sin embargo, el hecho de tener el dólar como moneda oficial trae consigo muchas mas implicaciones, que al ser analizan de la manera correcta, es lo que hace a los países pensar dos veces el tema de dolarizar su economía. En América latina existen tres casos de dolarización, Panamá, Ecuador y El Salvador. A pesar de que cada uno de estos países tomo la decisión por razones diferentes, en ninguno se puede afirmar que han sido casos de completo éxito, ya que cada país ha presentado diferentes y particulares circunstancias las cuales han sido positivas y negativas. Entre las positivas evidentemente encontramos que los países han podido huir de ese riesgo de devaluación profunda, problema que siempre ha perseguido a las economías de la región, de igual manera se reducen los problemas de inflación y ha sido un facilitador en las transacciones internacionales. Sin embargo, debemos analizar las consecuencias negativas que en su mayoría han afectado directamente a la sociedad, estas van desde el casi exterminio de la industria local, la cantidad de migrantes de El Salvador e incluso la generación de paraísos fiscales, foco de muchos de lo capitales generados de manera ilícita. Sin dejar de lado el hecho de perder las herramientas para contrarrestar los shocks externos.

Se diría entonces que a dolarización es una opción para contrarrestar los problemas económicos de un país sumido en la devaluación e inflación, sin embargo, esta traerá consigo muchas más implicaciones sociales las cuales serán asumidas por los ciudadanos de a pie, llevándolos a encarecer su costo de vida, perder sus empleos o incluso forzarlos a dejar su país. Esta tal vez sea una solución para la economía, pero definitivamente no será la mejor para la sociedad; aunque como en cada proceso de transformación y “evolución” solo sobreviven, los mas fuertes.

Luis Felipe Figueroa Salas.

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