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EL PRINCIPE

HIRELA21 de Marzo de 2013

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ENSAYO “EL PRINCIPE”

NICOLÁS MAQUIAVELO

En la época en que vivía Maquiavelo, el sistema de gobierno más usual, era el de los señores feudales, llamados igualmente príncipes. En este libro Maquiavelo deja complejas y atrevidas interpretaciones acerca del poder y los gobernantes. Al principio, Maquiavelo habla sobre todos los tipos de principados que puedan existir, como los nuevos, los hereditarios, los eclesiásticos, se habla también sobre los tipos de ejércitos que puede haber, de igual manera habla sobre las personas, por las cuales hay que cuidarse, y sobre las personas en las cuales hay que confiar.

El éxito de un soberano radica en tomarle el pulso a las situaciones, valorarlas y armonizar su conducta con la dinámica inherente a ellas. Son las necesidades las que impondrán una respuesta. Y con ello Maquiavelo demuestra que los hombres se miden con el mundo y actúan sobre él. El sentido de la vida y de la historia, no acaba para los hombres si ellos prosiguen en la tarea de perfeccionar la sociedad sobre bases racionales que los trasciendan más allá del simple plano individualista o de atomización social en el que viven dentro de las sociedades. La permanente transformación de la política, según Maquiavelo, puede ser el camino para la humanización del poder y la sociedad.

La política es por tanto el arte de el príncipe o gobernante en cuanto tal. El realismo que Nicolás Maquiavelo fue implacable, demostrando un sentido de orden, fines políticos e ideológicos que pueden ser convenientes para la comunidad señalando métodos sagaces, inteligentes, astutos, lógicos y eficaces para lograrlos a partir de situaciones reales que predominaban en aquel tiempo.

Maquiavelo. Lo importante es que tenga las condiciones naturales como para asegurar la conquista y posesión del poder

CAPITULO 1 DE LAS DISTINTAS CLASES DE PRINCIPADOS Y LA FORMA EN QUE SE ADQUIEREN

CAPITULO 2 DE LOS PRINCIPADOS HEREDITARIOS

En estos dos capítulos el autor hace una distinción entre las clases de principados, señalando que existen los heredados y los nuevos; los primeros, son los que se heredan de la familia, el príncipe hereda derechos dinásticos, y que en realidad ellos no tienen mayor problema para gobernar y conservar el poder, porque siguen la tradición y ya están estabilizados, por decirlo así; ahora bien, los nuevos, son más frágiles debido que estos normalmente surgen de conquistas que se hacen en otros Estados, y tienen que hacer el trabajo para imponerse y así, poder conservar el poder. Es más fácil conservar un Estado hereditario, acostumbrado a una dinastía, que uno nuevo, ya que basta con no alterar el orden establecido por los príncipes anteriores, y contemporizar después con los cambios que pueden producirse.

CAPITULO 3 DE LOS PRINCIPADOS HEREDITARIOS

En esta parte de su obra, Maquiavelo trata sobre los principados mixtos, viene a ser aquel que no es enteramente nuevo y posee un miembro añadido a un principado antiguo ya poseído, este se asemeja mucho a los principados nuevos, tiene casi las mismas dificultades para conservar el poder.

Se consideran varias estrategias para conservar este principado: la primera, eliminar el linaje del príncipe anterior y no alterar las leyes, ni aumentar los impuestos.

También habla que las colonias no cuestan, y son más fieles y entrañan menos peligro; y que los damnificados no pueden causar molestias, porque son pobres y están aislados.

El príncipe que anexe una provincia de costumbres, lengua y organización distintas a las de la suya, debe también convertirse en tutor y defensor, ingeniarse para debilitar a los de mayor poderío y cuidarse de que, Bajo ningún pretexto, entre en su estado un extranjero tan poderoso como él.

CAPITULO 4 POR QUE LE REINO DE DARÍO OCUPADO POR ALEJANDRO NO SE SUBLEVÓ CONTRA LOS SUCESORES DE ÉSTE DESPUÉS DE SU MUERTE

Los principados conocidos son gobernados de dos modos:

• Por un príncipe que elige de entre sus siervos, que lo son todos los ministros que lo ayudaran a gobernar, o por un príncipe asistido por nobles, que no, a la gracia del señor, sino a la antigüedad de su linaje, deben la posición que ocupan. Estos nobles tienen Estados y súbditos propios, que los reconocen por señores y les tienen natural afección.

• Mientras que, en los Estados gobernados el príncipe goza de mayor autoridad; porque en toda la provincia no se reconoce soberano sino a él, y si se le obedece a otro, a quien además no se le tiene particular amor, sólo se lo hace por tratarse de un ministro y magistrado del príncipe.

CAPITULO 5 DE QUE MODO HAY QUE GOBERNAR LAS CIUDADES O PRINCIPADOS QUE ANTES DE SER OCUPADOS, SE REGÍAN POR SUS PROPIAS LEYES.

En este escenario, el autor señala que existen tres formas de conservar este tipo de gobiernos, como lo son:

1. Llevarlos a la ruina.

2. Ir a vivir con ellos.

3. Dejarlos con sus leyes, pero creando un control en el ámbito tributario y judicial, para así conservar la fidelidad y asumir el control del poder.

Como ese gobierno sabe que nada puede sin la amistad y poder del príncipe, no ha de reparar con medios para conservarle el estado. Porque nada hay mejor para conservar una ciudad acostumbrada a vivir libre que hacerla gobernar por sus mismos ciudadanos

CAPITULO 6 DE LOS PRINCIPADOS NUVOS QUE SE ADQUIEREN CON LAS ARMAS PROPIAS Y EL TALENTO PERSONA

Los que adquieren el principado por medio del valor experimentan dificultades con relación a las nuevas leyes o estatutos que impongan para fundar el nuevo Estado y la seguridad. Estos revolucionarios tropiezan con grandes dificultades, que todos los peligros surgen en su camino y que sólo con gran valor pueden superarlos; pero vencidos los obstáculos, y una vez que han hecho desaparecer a los que tenían envidia de sus virtudes, viven poderosos, seguros, honrados y felices.

CAPITULO 7 DE LOS PRICIPADOS NUEVOS QUE SE ADQUIEREN CON ARMAS Y FORNTUNA DE OTROS

Aquellos particulares que han sido elevados a un principado por la sola fortuna, llegan a él sin mucho trabajo, pero tienen que hacer gran esfuerzo para conservarlo, defenderse de enemigos, conquistar amigos, vencer por la fuerza o por el fraude, hacerse amar o temer de los habitantes, respetar y obedecer por los soldados, matar a los que puedan perjudicarlo, reemplazar con nuevas leyes antiguas, ser severo y amable, magnánimo y liberar, disolver la milicias infieles, crear nuevas, conservar la amistad de reyes y príncipes de buen grado o lo ataquen con recelos; el que juzgue indispensable hacer todo esto.

CAPITULO 8 DE LOS PRINCIPADOS QUE LLEGARON AL PRINCIPADO MEDIANTE CRIMENES

Son aquellos que llegaron al principado por medio de maldades, como la matanza, la traición, la absoluta falta de fe, entre otras; en este caso se considera que no se alcanza ninguna gloria, cuando los actos de severidad son mal usados ya que van siempre en aumento y se multiplican día a día, en vez de disminuirse.

CAPITULO 9 DEL PRINCIPADO CIVIL

El principado pueden implantarlo tanto el pueblo como los nobles y los nobles cuando comprueban que no pueden resistir al pueblo, concentran toda la autoridad en uno de ellos y lo hacen príncipe, pero el que llega al principado con ayuda de los nobles se mantiene con más dificultad que el que ha llegado mediante el apoyo del pueblo, porque los que lo rodean se consideran iguales y se le hace difícil mandarles y manejarlos como el príncipe quiera.

Estos principados peligran cuando quieren pasar de principado civil a principado absoluto pues estos príncipes gobiernan por sí mismos o por intermedio de sus magistrados, su permanencia es más insegura y peligrosa, porque depende de la voluntad de los ciudadanos que ocupan el cargo de magistrados los cuales pueden arrebatarle el poder y el príncipe rodeado de peligros no tiene tiempo para asumir autoridad absoluta, ya que los ciudadanos y los súbditos, acostumbrados a recibir órdenes no están en semejantes trances dispuestos a obedecer la suyas.

CAPITULO 10 GRADO COMO DEBEN MEDIRSE LAS FUERZAS DE TODOS LOS PRINCIPADOS

Trata la forma como deben medirse las fuerzas de los principados, donde él da a conocer dos escenarios:

• El primero, donde el príncipe cuanta con la fuerza suficiente para gobernar por si mismo, en este caso se presume que tiene las suficientes armas y dinero, el apoyo del pueblo.

• El segundo caso, es cuando tiene que auxiliarse en los demás, debidos, entre otras causas, que se ven obligados a encerrarse dentro de sus muros y ceñirse al resguardo.

CAPITULO 11 DE LOS PRINCIPADOS ECLESIÁSTICOS

Son aquellos que todas las dificultades existen antes de poseerlos, pues se adquieren o por valor o por suerte, y se conservan sin el uno ni la otra dado que se apoyan en antiguas instituciones

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