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El Incario


Enviado por   •  7 de Octubre de 2013  •  1.103 Palabras (5 Páginas)  •  1.024 Visitas

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Espiritualidad del periodo aborigen

Tema: La espiritualidad del período aborigen: ritos religiosos, costumbres funerarias y centros ceremoniales.

La preocupación de las comunidades aborígenes por el destino de sus difuntos se reflejan en la existencia de cementerios organizados, situados junto a los poblados – base y usados por largo tiempo. Algunos de estos enterramientos estaban acompañados de ofrendas funerarias compuestas especialmente de pequeños guijarros, objetos de concha y hachas de piedra pulida.

Hace 4000-600 a.C para la sociedad andina de entonces, las conchas marinas constituían un material muy valioso y de un enorme significado. Los grandes caracoles marinos servían como trompetas, pututos o quipas, utilizadas en ceremonias religiosas. Se les consideraba también símbolo importante de la fertilidad masculina y servían de ofrendas a los dioses. Otras conchas eran apreciadas por su brillo y color, y con ellas se elaboraban ornamentos personales muy codiciados y diversos objetos de culto. Por sobre todas era estimada la concha de una ostra espinosa de la especie espondilos princeps (mullu, en quichua). Su bello color rojo sangre, su brillo y su forma particular, acaso permitía una identificación con una vulva, por lo que era considerada como elemento propiciador de la fertilidad, de la lluvia y del agua de riego y de la reproducción de los seres humanos, los animales y las plantas. Por su gran valor simbólico, se la creía el alimento preferido de los dioses e irreemplazable como ofrenda en los lugares de culto. Los hombres, a imitación de las divinidades, gustaban adornarse con objetos manufacturados con ese material. Todas estas características permitieron que esta concha no solo sea una importante mercancía comercial sino medida de valor y medio de acumulación de riqueza.

Hacia 300 a.C. Se establecieron grandes centros ceremoniales, conformados por multitud de tolas o pirámides de tierra, sobre las que se levantaban “templos” o edificios de culto.

Ritos ceremoniales

Los ritos funerarios tienen un significado claramente religioso, ya que son, en primer lugar, una respuesta elaborada a la constatación del hecho de la muerte -una reflexión trascendente- y una exaltación de la memoria de los muertos.

El culto a los muertos de las comunidades humanas primitivas implica la presencia de la conciencia de la muerte, probablemente la creencia en los espíritus de los muertos y en una comunidad de difuntos, y casi con toda seguridad, una concepción de la muerte como una prolongación de la vida con unas necesidades más o menos similares a ésta.

Los enterramientos rituales prehistóricos, en los que se ataviaba al difunto con su ajuar, adornos y los atributos de que había gozado en vida, debían de tener ese significado, si no nos empeñamos en creer que sus coetáneos quisieran enterrar con el difunto todo rastro o recuerdo que de alguna manera prolongara la memoria de su presencia entre los vivos; de hecho, todavía nosotros adornamos a nuestros difuntos de esa manera siempre que es posible.

Por cierto, los adornos más usuales debieron de ser los dientes de animales, las conchas y, sobre todo, los caninos de ciervos, éstos tan apreciados que hasta se hicieron imitaciones talladas en cuernos de reno, como se descubrió en un enterramiento de Arcy-sur-Cure, en Francia.

Que algún tipo de culto o trato ritualizado a los muertos fuera ya una realidad en la prehistoria

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