El Trabajo Infantil

A mi parecer todo en exceso es dañino, y el trabajo cuando se vuelve una explotación, es muy malo. El trabajo en la niñez está asociado a la explotación, como cuando en el mundo adulto no se respetan las reglas laborales y en esencia la dignidad humana. Quiero plantear afirmativamente que el trabajo en la niñez no debe darse y menos la explotación por razones evidentes y especialmente cuando los índices de niños trabajando en el mundo y en el país es elevado. Pero no solo es negativo, también es bueno y necesario, si está bien estructurado y considerado, por ejemplo: el trabajo escolar, el trabajo que nosotros desarrollamos en el colegio es finalmente un trabajo. Al respecto recuerdo a un padre que decía a su hijo: “Dedícate a tu trabajo que es estudiar y déjame a mí el trabajo para todas las necesidades familiares”.

Fundamentando mi tesis de no aprobar el trabajo en los niños, cuando no se da en las condiciones necesarias, referiré en primera instancia que el trabajo en los niños y peor aún la explotación directa e indirecta, atenta contra el desarrollo integral de ellos, definitivamente daña o perjudica el desarrollo biológico, psicológico o social y hasta moral. Asimismo desarticula la familia, por mucha necesidad que haya, y también puedo señalar que el problema del trabajo en los niños no sólo es responsabilidad de los padres de familia sino fundamentalmente de las autoridades que, no logran una distribución equitativa de los recursos económicos favoreciendo siempre a los más pudientes y postergando a los más necesitados.

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