El día del dirigente

Día del dirigente.

Vínculo y entrega hacia la cooperativa y sociedad.

En esta oportunidad nos ocuparemos para hablar del dirigente, ante todo debemos recordar que el dirigente es un socio de la cooperativa, pero no es un socio cualquiera sino uno especial por haber sido elegido por sus compañeros, tomando en cuenta para ello sus cualidades personales. El Dirigente no es el que más habla o grita decía el Padre Velásquez sino aquel que más sirve y se compromete por lo que cada uno debe llevar dentro de sí varias cualidades, entre ellas un alto espíritu de servicio y superación constante.

Con esto diremos que el dirigente representa el poder de los socios que ellos entregan a sus elegidos, para que a su vez estos lo traduzcan en servicios de calidad, tal como ellos  lo esperan; también representa la continuidad de la sociedad que no sólo esta para ayudar hoy, sino también mañana y todo el tiempo que haga falta; representa la filosofía cooperativista de ayuda mutua y de solidaridad pero en acción y efectiva que es la única manera de entender los altos postulados de la cooperación organizada y hoy todos los dirigentes de los diferentes niveles de gestión representa la influencia recíproca y desinteresada de los que menos tienen o poseen, esperando que alguien, con ánimo de justicia y de equidad haga realidad sus aspiraciones.

Es bueno enfatizar que todos los socios son dirigentes en potencia, aunque no todos tendrán el honor ni la responsabilidad de desempeñar algún puesto en la dirección de la cooperativa. Eso sólo se reserva para los que fueron elegidos, aunque tal elección deberá ser más previsible si nos ponemos en actitud de crecimiento y si afinamos nuestras cualidades personales sobre todo las relacionadas con el servicio y la responsabilidad.

Bueno es también, en esta oportunidad repetir o mencionar lo que debemos hacer los dirigentes para cumplir mejor nuestra encomienda, en el entendido que además servirá para forjar a los dirigentes de las  nuevas generaciones. Quienes ahora hacemos gala de un cargo de conducción de la Institución, debemos tener siempre presente lo siguiente:

 No olvidar nunca: que todavía necesitamos intensificar nuestra actitud de autoeducación, no sólo porque el hombre nunca acaba de formarse por completo, sino además porque el hecho de desempeñar algún cargo de dirección en la cooperativa nos demanda la adquisición de nuevos conocimientos teóricos y prácticos y además porque el hecho mismo de la elección no conlleva ninguna capacitación especial sino que hasta estar en la práctica  las necesidades de ella debe ser multiplicada para estar en capacidad de las exigencias de nuestra labor.

Recordar siempre: Que no fuimos elegidos para recibir honores, reconocimientos, compensaciones o estímulos sino justamente todo lo contrario: para ser promotores de quienes a través de su voto nos eligieron para cumplir en plenitud los derechos y obligaciones compartidas en conjunto con todos nuestros asociados. O sea no debemos esperar aplausos sino disponernos a proyectar el dónde, el cuándo y el cómo puedo servir mejor, ejerciendo plenamente el voluntariado tal como nos lo enseñaron quienes nos legaron este movimiento.

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