El rincon de la sabiduria.

El Rincón De La Sabiduría

Una mañana, como era de costumbre la docente María llego al salón de clases; e inicio con la oración, pero se sentía el ambiente tensionado, los niños se miraban uno al otro y de ellos solo salían caras tristes, aburridas y con ganas de no seguir estudiando. La docente al ver esa situación se conmovió y fue inevitable ponerse a llorar al ver cómo era aptitud de sus alumnos. Lanzo expresiones como ¡Me equivoque de profesión! ¿No sé qué hacer? Ella decidió mandar a sus estudiantes a casa al notar la falta de interés que ellos mostraban.

Llego la mañana siguiente y el ambiente era igual y así continuaron muchos días. Hasta que de repente cuando el aula se encontraba en completo silencio, salió una voz de uno de los rincones que decía todo tiene solución nada está perdido!!! Todos los niños se quedaron callados y asombrados y la docente con voz tierna le dijo ¡Como así! Que puedo hacer empezaron a conversar horas y horas y todos los niños en completo silencio escuchando todas esas palabras y salió una idea mágica, que decía, lo que falta es un ambiente aprendizajes donde se pueda interactuar de manera física, humana, social y cultural creando aprendizajes significativos y con sentido. Desde ese momento las caras de los niños empezó a brillar y a relacionarse unos con los otros; cuando de pronto salió una voz de otro rincón del salón, que decía, calma! Calma! Que buen camino, porque así lograran desarrollar competencias donde cada uno de ustedes pueda resolver problemas poniendo en práctica sus conocimientos y logren saber, saber hacer y saber ser con cada uno de ellos.

Todo ha llegado en el momento preciso, todo se ha solucionado porque al tener un ambiente de aprendizaje práctico lleva al desarrollo de competencias. Impactados con todo eso los niños se mostraban alegres.

Desde ese momento todo cambio las mañanas eran diferentes, didácticas y el amor por estudiar se volvió lo mas anhelado por los niños, y la maestra cada vez amaba lo que hacía. Y con letras grandes decía el aula del rincón de la sabiduría nuestro mayor tesoro.

FIN

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