Ensayo Reforma Hacendaria
mariel030822 de Enero de 2014
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¿ Se debe legalizar el uso de las drogas o castigar conforme a la ley?
Desafortunadamente, la edad promedio de consumo de drogas en México es de 12 años, las
campañas de prevención en el consumo han fracasado. Tal parece que a los consumidores no les
preocupan los efectos psicológicos y físicos del consumo de estos estímulos. Este preocupante
consumo de drogas a edades tempranas y el aumento, en general, de las cifras por muertes y
consecuencias en sectores de la población, han despertado el debate sobre la pertinencia de
legalizar el uso de drogas o que se siga castigando su venta y consumo conforme lo marca la ley.
Ante la realidad dominante, no es aventurado proponer que su legalización es lo más cercano a la
solución de este problema.
Como mexicanos, cada mañana, al ver el noticiero o leer periódicos encontramos notas acerca
del narcotráfico. La venta ilegal de estupefacientes se ha convertido en uno de los negocios más
rentables. Se calcula que el recurso obtenido supera a lo que se obtiene por actividades
económicas como el turismo; además de la violencia que genera el narcotráfico. La lucha de
cárteles, los asesinatos a los detractores y a los que buscan combatirlo por medios legales
(especulación del asesinato de José Santiago Vasconcelos, en un “accidente” aéreo) se han vuelto
una realidad cotidiana y que demuestra la ineficacia de las medidas en contra del narcotráfico y su
desmedido aumento. Por lo tanto, la idea de transformar el significado de este delito y volverlo
legal se vuelve más deseable.
Es necesaria la legalización de las drogas para poner un alto al índice de personas que se han
encarcelado por su consumo. Miles de personas son condenadas por esa actividad o por su
distribución y, en cifras económicas, representa un costo muy alto al contribuyente por cada
preso, sumado a los cientos de miles de otros presos por delitos relacionados con este tráfico
como: robos, destrozos, combates o accidentes imprudenciales, entre otros. Si el dinero que se
gasta en mantenerlos en la cárcel se usara para la prevención o para el tratamiento de adictos, el
resultado sería mucho más positivo.
El alcohol y el tabaco también causan adicción como las drogas, y el hecho de ser legales no
implica que toda la población las consuma. La decisión de ingerirlas depende de quien lo decide
partiendo de una libertad de decisión y debida concientización o conocimiento sobre las
consecuencias de ingerir estos productos y la información que debe acompañar sus
presentaciones para alertar a sus consumidores. Es así que la legalización de las drogas no es
equivalente a que la población las consuma.
No se tiene evidencia en reportes de la Organización Mundial de la Salud que demuestren una
diferencia en el consumo entre las naciones que tienen políticas más restrictivas o más liberales en
materia de drogas. Por ejemplo en Holanda, no se ha registrado un incremento en el consumo de
sus ciudadanos por haber despenalizado las drogas. Por el contrario, Suecia y Noruega, presentan
estadísticas similares de consumo a pesar de tener diferentes políticas, el de Suecia es restrictivo
mientras que el de Noruega es liberal. Lo anterior confirma que la legalización no significa un
“permiso” y menos aún la “obligación “ del uso de estupefacientes.
También es importante considerar que tal medida perjudicaría a los sectores que perciben sus
ingresos de las actividades derivadas del consumo de drogas, dado que tendrían que pagar
impuestos por las ventas y se incrementaría la competencia, lo que disminuiría sus números.
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