GRATITUD Inexplicable aumento de peso

GRATITUD

Inexplicable

aumento de peso

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Ahí sí que se asombró la comisión de examen médico! En el primer instante nadie se podía explicar, hasta que el párroco de la cárcel lo resolvió.

    Fue en una penitenciaría. Muchos estaban condenados a cadena perpetua. Lógicamente todos recibían la misma comida, posiblemente no mucho, pero suficiente. Todos los años el estado de salud de los presidiarios era examinado. En ello también se comparaba con precisión el peso. ¿Qué se comprobó un día? Todos habían bajado de peso; pero uno aumentó de manera llamativa. Sin embargo, él había tenido la misma alimentación. Paquetes de parientes o de otros tampoco había recibido. Los médicos estaban ante un enigma. Pero el párraco escuchó de

ello y pronto pudo aclararlo sorpresivamente: Este

presidiario había llegado a la viva fe en Jesucristo en el transcurso del último tiempo. Él era uno de los pocos que se habían abierto a la Palabra de Dios, y andaba gozoso su camino. Por ello también tomó todos los alimentos con gratitud  y los disfrutó, mientras que los demás se quejaron y protestaron en mayor o menor medida. ¿Cuál era entonces el motivo más profundo del aumento de peso? La gratitud del corazón, con la cual el presidiario tomó todas las dádivas de la mano de Dios y venció toda autocompasión emergente.

    La gratitud no solamente hace la vida más fácil, no, sino: Ella hace a toda la persona más sana hasta en lo físico. “Bueno es alabarte, oh Jehová”

(Salmos 92,2).

 TE

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