Igualdad y Libertad

Igualdad y libertad

El rechazo a cualquier individuo basado en una discriminación injusta y prejuicios hacia una persona por su orientación sexual, raza, religión u otro factor inválido no tiene justificación alguna. La igualdad en la actualidad se origina del argumento que toda persona tiene el mismo valor y dignidad que no debe ser atacada bajo ningún motivo. La Iglesia Católica actúa firmemente bajo este principio abriéndole los brazos a todo aquel que necesite ayuda. A diario se ataca a la iglesia de rechazar a personas homosexuales, lo cual no debería ocurrir bajo ninguna circunstancia y todo aquel que rechace y ataque a una persona basándose en su orientación sexual no puede considerarse como un buen católico. La iglesia está en su libertad de no estar de acuerdo con la homosexualidad y de negar el matrimonio homosexual, pero basándose en los principios de la Sagrada Escritura, el católico debe guiar a la persona hacia el camino de Dios. Tampoco se debe olvidar que la ideología LGBT no está basada en la ciencia y los individuos de la comunidad LGBT no deben ponerse por delante de otros individuos con riesgo a exclusión y opresión

. La Iglesia apoya la igualdad justa, es un gran defensor de la dignidad humana, protegiendo a los ancianos, a la mujer, protegiendo la vida del no nacido, recibiendo a los inmigrantes y al homosexual. Como tantas minorías que reciben un trato diferente por parte del Estado, la Iglesia esta en su derecho de pedirlo también, no busca condicionar la ley de acuerdo con sus creencias e imponiendo un punto de vista, sino que solicita el derecho de protección la libertad de asociarse y manifestar sus creencias.

Según la Iglesia Catolica, nadie debería de sufrir de discriminación injusta, se debe defender la igualdad y los derechos humanos. Busca equilibrar las libertades de la sociedad protegiendo a los grupos atacados por la discriminación injusta y buscando la libertad de crear organizaciones para dar el testimonio de sus propias creencias. Las leyes de igualdad se deberían de crear tomando en cuenta que existe la igualdad justa y la igualdad injusta: ya que la ley debería de aplicarse de manera distinta a grupos con necesidades distintas. Para conseguir el bien común debe existir la libertad de las organizaciones religiosas y otras que tengan valores solidos que ayuden a que la persona tenga su propia libertad.

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