IGUALDAD DE LA LIBERTAD

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INTRODUCCIÓN

En este informe  vamos a tratar de explicar la IGUALDAD DE LA LIBERTAD basándonos en sus indicios de sus conceptos o en el que entendemos de estos dos conceptos que es igualdad y libertad. Además de esta unión de igualdad más libertad se desglosa subtemas que nos permite el entendimiento que surge de esta unión.  Este proceso de entendimiento de la igualdad de la libertad nos ayudó a relacionar y comparar con nuestro contexto social de la actualidad, y se pudo evidenciar que estos dos términos existen pero no se pone en práctica en su totalidad. En Cajamarca podemos observar con respecto a la libertad, que en nuestro entorno hay varias  religiones y estas son libres de expresar sus opiniones y creencias, lo ideal en este aspecto es que no se debería recibir discriminación alguna, pero en algunos casos se ve que hay una crítica o rechazo de la sociedad a cada estímulo cultural que se manifiesta en el contexto social.

Ahora hablaremos de la igualdad, un claro ejemplo evidenciamos que hace unos años atrás el voto para elegir a nuestra autoridad ejecutiva (presidente), el único que tenía derecho al voto era el varón y las mujeres no eran consideradas en tal aspecto, pero con el tiempo gracias al presidente Odría, por primera vez las mujeres tuvieron el derecho de elegir, pero a pesar de esta libertad que tuvo la mujer, no se puede considerar una igualdad de derecho en tal aspecto, ya que el varón del hogar influenciaba en la decisión de esta mujer.

Libertad e igualdad están estrechamente relacionadas entre sí. No hay valor de libertad en ausencia de igualdad. Son las mismas condiciones vistas desde diferentes ángulos. Son las dos caras de la misma moneda.

LA SECUENCIA DE CUATRO ETAPAS

En este punto se considera tres tipos de juicios que tiene que formular un ciudadano. Primero tiene que juzgar la justicia de legislación y políticas sociales, debido a que las opiniones que se tiene son subjetivas, por lo tantos estas difieren entorno a su juicio y costumbres. En segundo lugar el ciudadano debe decidir qué disposiciones constitucionales son válidas para poder reconciliar opiniones antagónicas respecto a la justicia, una concepción de la justicia no solo trata de evaluar las leyes y programas políticos, sino que esta también puede jerarquizar procedimientos para dar a conocer que opinión puede ser promulgada una ley.

El tercero y último problema es que el ciudadano tiene a que aceptar una constitución justa y además que ciertos procedimientos tradicionales son los adecuados. Los principios de justicia definen un criterio independiente, ya sea un procedimiento o un resultado. El primer problema que se presenta es idear un procedimiento justo. El segundo es seleccionar entre las disposiciones procesales.

El primer principio de la igualdad  de la libertad es el primer paso para el congreso constituyente, y el segundo es la intervención en una etapa legislativa.

La disponibilidad de secuencias en cuatro etapas: los principios de la teoría social y sus consecuencias, hechos generales acerca de la sociedad tales como su tamaño y desarrollo económico, su estructura constitucional y medio natural y por últimos los hechos particulares acerca de los individuos.

EL CONCEPTO DE LA LIBERTAD

Para explicar el concepto de libertad se debe abordar tres aspectos.

• La persona está libre de esta o aquella restricción para hacer tal y cual cosa.
• La libertad consiste en una determinada estructura de instituciones, un sistema de reglas que definen derechos y deberes.
• En la libertad el gobierno y las demás personas no tienen que intervenir en el orden jurídico.

La libertad esta representada por el sistema completo de libertades de la igualdad ciudadana, mientras que el valor de la libertad depende de la capacidad para promover sus fines dentro de un sistema. Se habla de libertad equitativa para todos, pero el valor de la libertad no es la misma para todos.

IGUAL LIBERTAD DE CONCIENCIA

Las partes tienen que escoger principios que aseguren la integridad de su libertad religiosa y moral, y es el único principio que puede reconocer a las personas en su posición original.

La justicia proporciona vigorosos argumentos a favor de una igualdad de la libertad de conciencia.

El principio de utilidad apoya a menudo la libertad, este principio aduce esencialmente a tres razones en pro de las instituciones libres:

• Son necesarias para desarrollar las facultades y poderes de los seres humanos.
• Las instituciones libres y las experiencias que permite son necesarias.
• Los seres humanos prefieren vivir con instituciones de libertad.

LA TOLERANCIA Y EL INTERES COMÚN

El gobierno mantiene el orden y la seguridad pública, este debe cumplir las condiciones para que todos logren sus propios intereses sujetándose a las obligaciones correspondientes. En pocas palabras todos somos libres de hacer ciertas actividades siempre y cuando no perjudique a la sociedad. Tomamos el ejemplo de Santo Tomas de Aquino, que este justifico la pena de muerte para los herejes ya que perjudicaba a la sociedad con respecto a la fe.

LA TOLERACIA DE LOS INTOLERANTES

La primera idea que vamos a anticipar al respecto es que el principio que resuelve el problema de la tolerancia del intolerante es la aplicación específica de un principio general de tolerancia. Nos vamos a referir primero a este principio de tolerancia general antes de descender a las particularidades que éste pudiera ofrecer de cara a las doctrinas o confesiones intolerantes. Tal y como puede colegirse de la argumentación anterior, el principio general que señala lo tolerable de lo intolerable ha de ser un principio de extracción política en el sentido de Rawls, es decir, un principio inscrito dentro de aquel consenso solapante que representa el acuerdo básico sobre justicia asumible por todas las doctrinas comprehensivas razonables. Este consenso solapante no deja de disfrutar de una justificación moral y, en ese sentido, buena parte de los esfuerzos teóricos de Rawls se encaminan a demostrar que dicho consenso será reconocido por todos aquellos que adoptaran las reglas que todos reconocemos implícitas en nuestro sentido moral. Sin embargo, y pese a disfrutar de una justificación moral, este consenso no se enuncia al dictado de ninguna de las doctrinas sobre lo recto, lo bueno o lo justo que se desarrollan en una sociedad plural, sino que se sobrepone a todas ellas dentro de una perspectiva diferente y que denominamos pública o política. La solución propuesta por Rawls al tema de la tolerancia no se distancia así de la que ya alentara Montesquieu cuando defendía que el problema de la tolerancia religiosa es un problema político y no teológico: somos aquí políticos y no teólogos; aun para los mismos teólogos hay gran diferencia entre tolerar una religión y aprobarla.

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