LA SUBVALORACIÓN DE LA LIBERTAD

LA SUBVALORACIÓN DE LA LIBERTAD

El estar inmersos en un mundo moderno nos hace pensar que gozamos de todos los privilegios que de allí se derivan, más aún, en términos como la libertad de nuestro pensamiento; pero ¿es esto cierto? Sin lugar a dudas, no. Nos hemos convertido en una sociedad que ve el presente como el resultado de los esfuerzos de quienes nos anteceden y por tal motivo nuestro conformismo nos hace pensar que ya todo está hecho. Lo anterior, claramente, nos denota como una generación cobarde, perezosa y que carece de la toma de decisiones.

 La libertad es una de las cosas más primordiales para una persona, el hecho de que podamos forjar nuestro propio camino, dar nuestra opinión y elegir lo que más nos convenga, nos hace diferentes a las demás especies. Pero nada está más lejos de la realidad, en palabras nos consideramos personas libres, pero en la acción no lo es. Estamos acostumbrados a seguir patrones establecidos y a comportarnos de cierta forma para agradar a los demás, nos aterran los cambios y lo peor de todo es que nos cohibimos de lo que nos hace felices. Nuestro día a día se ha convertido en una rutina desesperante que en algún momento terminará por ahogarnos. Entonces, ¿para qué hacemos lo que hacemos? Esta pregunta es primordial para tratar de encontrarnos, de entendernos y de buscar soluciones concretas a lo que nos agobia. Podemos dejar huella en el mundo si mejoramos lo que ya existe, ya sea en nuestro trabajo, en nuestra profesión o en nuestra vida personal, tomar la iniciativa es el primer paso para la transformación, para renovar lo que se instauró y ha venido funcionando de la misma manera durante muchos años, pero, sin dudas los cambios son necesarios, lo importante es cuestionar lo que se da por sentado a través de la investigación y con ello solucionar problemas, o desarrollar algo que podría cambiar para bien el contexto en el que estamos inmersos.

Debemos dejar de ser cómplices en el proceso de no ver y entender la “ilustración”, pues, aunque estamos un poco limitados en hacer lo que quisiéramos hacer, según las reglas o leyes que nos rigen, quitar el velo que no nos permite ver más allá de nuestra realidad, será el detonante para el cambio, para marcar la diferencia, para hallar el sentido de la vida y de esta manera ser parte de una historia que aún está necesitada de cambios.

Edwin Francisco Chávez López

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