La Carta Al Jefe Seatle

La carta del Jefe Seattle

El mensaje filosófico que expresa el Jefe Seattle es de enorme trascendencia para la sociedad contemporánea en la que nos encontramos, ya que si bien es cierto su argumento sobre la destrucción a la que hacía alusión de la cual, el responsable era el hombre blanco no ha sido del todo cierto. Sabemos que la situación ambiental en la que se encuentra nuestro ecosistema va en detrimento constantemente, es por ello que debemos de retomar las ideas de este personaje y aplicar estas conductas, ya que si bien, no muchos compartimos la ideología e idiosincrasia de los pueblos nativos americanos en cuanto a su filosofía, teología, espiritualidad, etc. Si debemos tener en cuenta la importancia del cuidado y restauración de nuestra vida natural ya que de esta manera podremos seguir adelante como especie.

Después de esta pequeña introducción la cual tiene tintes más conclusivos analizaremos la carta del jefe Seattle ya que sus ideas espirituales, naturales, son muy interesantes. Bajo su esquema naturalista basa las líneas que le escribe al presidente Franklin Pierce para inconformarse y a la vez aceptar el hecho de perder sus tierras pero no sin antes decirle las condiciones por las cuales accedió vender su hábitat.

Sus primeras palabras interpretadas nos refieren a esa resignación con la cual acepta ese desprendimiento al que se sujetara tanto el cómo su pueblo, así como el Jefe lo expresa se siente ese sometimiento del Estado a estos pueblos indígenas, pero aun con dicho texto de respeto y subordinación agrega la palabra “considerar” ya en qué ningún momento le responde de manera afirmativa.

Mientras continua el Jefe les hace la cuestión de cómo comprar algo que no les pertenece ¿cómo adquirir el cielo, la tierra? Y le explica al hombre blanco líneas posteriores porque la tierra no les pertenece y hace referencia a esos seres supremos por los cuales actúan tanto los blancos como los indígenas, pero más adelante continuare con esa idea.

Cuando termina con las cuestiones filosóficas que envuelven a su ecosistema les enseña lo que significa su hogar y no puedo definirlo de mejor forma que citando un breve extracto del Jefe Seattle:

“Cada pedazo de esta tierra es sagrado para mi pueblo, cada aguja brillante de pino, cada grano de arena de las riberas de los ríos, cada gota de rocío entre las sombras de los bosques, cada claro en la arboleda y el zumbido de cada insecto son sagrados en la memoria y tradiciones de mi pueblo. La savia que recorre el cuerpo de los árboles lleva consigo los recuerdos del hombre piel roja.”

Cuando menciona los argumentos por los cuales sus tierras representan algo más que una extensión de terreno, explica las condiciones por las cuales le venderá al presidente de los Estados Unidos y comienza hablándoles de la representación del agua en sus pueblos,

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