La Ciudad Genérica

La ciudad genérica

En el relato dado, se describe como las ciudades han llegado a ser genéricas. Cómo estas han podido perder su identidad frente a la necesidad y el paso del tiempo.

Describo particularmente la necesidad ya que el crecimiento masivo poblacional ha obligado a las ciudades perder su identidad, puesto que el pasado es demasiado chico para vivir (Vieja ciudad).

Por este particular factor, la ciudad se convierte en una ciudad genérica, una ciudad sin historia, fácil de mantenerse en pie y nada complicado de expandir.

Los inicios de la ciudad genérica son desconocidos, lo único que se sabe es que ha llegado a Europa, Asia, Australia y África. Ciudades de los nombrados continentes, que han crecido desenfrenadamente llegando a zonas que antes se creían “lejos”. Como el campo.

Otro ítem importante de estas ciudades genéricas son los aeropuertos que son, sin duda alguna, un centro de lo hiper-global y lo hiper-local. Esto con el sentido de que en este, puedes obtener mercancías que no están disponibles ni en la ciudad, e incluso mercancías que no consigues en ninguna.

Como se nombra al inicio, todo surge de la necesidad, y podemos observar cómo se ha creado una serie de elementos que logran de manera específica la satisfacción de esta. Innovando con diseños y estructuras que logran cautivar los diferentes gustos de las personas creando así la ciudad genérica.

Hablando arquitectónicamente, la ciudad genérica es muy atractiva y atrayente para muchos turistas y que crece a una velocidad increíble. Cabe destacar su innovación.

Concluyendo mi análisis, doy mi opinión personal, mi insatisfacción hacia lo que es la ciudad ahora. Porque a pesar de que la arquitectura a avanza a pasos agigantados, para no solo cumplir su rol de generar un espacio habitable si no cómodo para quien lo habita. Ahora no es más que un monstruo que crece a medida que la humanidad sigue creciendo y entonces dejando de ser lo que alguna vez fue, dejando que su pasado se achique cada vez más y así entrando en el olvido.

Y en cuerdo con el autor, la ciudad ya no es.

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