La Ciudadanía, término Dicho Por Muchos, Conocido Por Pocos ¿Cómo Poner En Práctica Lo Que No Se Conoce?
martavillatoro_6 de Abril de 2015
770 Palabras (4 Páginas)312 Visitas
En Guatemala como en muchas otras partes del mundo, el término “ciudadanía” suele confundirse con “nacionalidad”, y esto se debe a que la relación entre uno y otro es muy similar, pero existen diferencias abismales que ignoramos, y todo esto que ignoramos nos hace pensar que significan lo mismo. Entendemos por ciudadanía al conjunto de derechos públicos, civiles, políticos, económicos, sociales y culturales que tienen las personas como sujetos pertenecientes a un Estado y los deberes que de ellos se derivan. Esta definición se fundamenta en una tesis de Thomas H. Marshall: “… La ciudadanía tiene tres elementos: civil, político y social. El elemento civil está compuesto por los derechos necesarios para la libertad individual, libertad personal, libertad de palabra, de pensamiento y de fe religiosa; el derecho a la propiedad, el de concluir contratos válidos y el derecho a la justicia. Por el elemento político entiendo el derecho de participar en el ejercicio del poder político, como miembro investido con autoridad política, o como elector de dicho cuerpo.” (Class, Citizenship and Social Development Essays. Doubleday, Garden City, 1964, p. 74).
Cuando se habla de la ciudadanía generalmente se conoce el aspecto de “formar parte del Estado”, pero… ¿a demás de esta definición, conocemos qué elementos la caracterizan? Como señala Marshall en su obra Ciudadanía y Clase Social (1950): “Ser ciudadano implica desde el derecho a un mínimo bienestar y seguridad económica hasta el compartir al máximo el patrimonio social y vivir la vida de acuerdo con los estándares sobresalientes en la sociedad". Así mismo, cabe resaltar que en una ciudadanía las decisiones que se toman y todo lo que ocurre a nivel político, cultural, social, económico y demás afecta de manera directa o indirecta a todos sus habitantes, es por eso que los ciudadanos deben estar conscientes de los efectos que sus decisiones puedan generar. De la misma manera se debe comprender que
una ciudadanía responsable, que es la que buscamos construir, está conformada por ciudadanos y ciudadanas que cumplen con sus obligaciones y hacen cumplir sus derechos, reconociendo siempre en los demás la misma condición que la de ellos mismos. El objetivo principal de la ciudadanía consiste en asegurar que cada cual sea tratado como un miembro pleno de una sociedad de iguales (Marshall, 1950).
Según Añón (2002), desde un punto de vista juicioso la democracia es una forma de gobierno, de organización del Estado, en la cual las decisiones colectivas son adoptadas por el pueblo mediante mecanismos de participación directa o indirecta que le confieren legitimidad al representante. Desde un sentido profundo, la democracia es una forma de convivencia social en la que todos sus habitantes son libres e iguales ante la ley y las relaciones sociales se establecen de acuerdo a mecanismos contractuales. Es muy fácil que las personas tiendan a ejercer la ciudadanía desde el punto de vista juicioso, que se da desde una participación pacífica, reconociendo únicamente los aspectos que están en la superficie y que son más fáciles de vivir, pues no requieren un compromiso de la persona pero sí una constante queja sobre los problemas que afectan su entorno. El tipo de ciudadanía que se busca generar en la conciencia de todos los habitantes es la profunda, que permita a la persona observar, reflexionar, analizar y actuar, ya que de esta manera la sociedad a la que pertenezcan podrá funcionar de manera correcta y resolver los problemas que se susciten. Para esto es necesario que desde una edad temprana se le enseñe a los niños y niñas sus derechos y deberes, para que cuando inicien su vida adulta estén conscientes de ello y sepan las repercusiones que esto tiene en el ámbito en el que se desarrollan.
La problemática del desconocimiento de la ciudadanía; de sus beneficios
...