La Gran Duda

Me encontrada a la mitad de la plaza grande esperando servicio.

En la mano un café amargo, y en los ojos nada de preocupaciones

Todo comenzó con un ligero y breve murmullo a mis espaldas

Que se fue haciendo cada vez más notable, y sin poder aguantar

Volteé y miré a un grupo de jóvenes con miradas de desprecio

Y No fue hasta que vi a esa extravagante mujer que comprendí;

Al mirar el cuerpo y su actitud de esa mujer tan descomunal,

Simplemente no podía entender el porqué de su vestimenta,

La vestimenta que se pondría una puta en pleno festival carnal.

Me sentí confundido, no podía entender su ideal de “libertad”,

Era un hombre que anhelaba ser vista como una bella mujer,

Lo llamativo lo había logrado, pero nadie la veía como una mujer,

Tenía un erróneo concepto de mujer, una moral despreciable

Y una asqueada forma de hablar y comportarse en público,

Una mujer no es una puta y menos un objeto sexual en celo,

No necesita kilos de maquillaje y ropa ostentosa para ser mujer

Sólo necesita “ser ella misma para lograrlo, nada más”.

Ese mismo día después de lo ocurrido estaba en mi casa,

Al servicio de mi ventana contemplando el atardecer,

Cuando miré a una pareja de hombres cogidos de la mano

Y a un lado a otra pareja heterosexual en la misma situación,

Que sorpresa fue notar que el cariño y amor voluptuoso

De la primera pareja fue más notoria y enteramente natural,

No hubo necesidad de besos, caricias o demostraciones físicas

Sólo el ver sus ojos y la intensidad en la que se sujetaban

Hacía ver que el amor era verdadero y más puro que la segunda,

Esto crea algunas preguntas sobre el mundo que hemos creado

Cuándo fue que ocurrió todo esto y porqué sucedió,

Cuándo fue que nuestro deseo de poseer lo prohibido

Se ha convertido en algo posible, aunque intolerable de aceptar,

Impávidamente “hemos

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