En decisión grupal elegimos el tema de fascismo ya que al habrar sobre el tema comenzaron a surgirnos dudas y gran interés con respecto al tema

En decisión grupal elegimos el tema de fascismo ya que al habrar sobre el tema comenzaron a surgirnos dudas y gran interés con respecto al tema.

Este trabajo refleja uno de los aspectos más oscuros de la política del siglo XX. Habla sobre el abuso de poder y la mala administración que los dictadores fascistas hicieron de los recursos de países como Italia o Alemania, llevándolos a la guerra donde se dan los más odiosos crímenes y las mayores injusticias.

Con este trabajo también aprendimos sobre temas como el nazismo que están muy presentes entre los jóvenes que sólo piensan que ser nazi es ser racista sin saber que tienen una idea errónea sobre este tema ya que los nazis támbien eran un grupo político que defendían sus ideas. (Aunque con algunos ideales racistas) Y esto, llegó a imponer una dictadura de terror en Alemania.

La consecuencia más grave del fascismo fue la Segunda Guerra Mundial pero esto produjo en el mundo una profunda reflexión sobre los derechos de las personas, los horrores de la guerra, y cuando esta terminó se dieron varios pasos buenos para la humanidad, como la creacción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948) o la formación de la ONU, que más tarde serviría de mediadora en numerosos conflictos y realizaría importantes labores humanitarias.

Actualmente, en todos los países desarrollados predomina la democracia, esto no garantiza la paz mundial pero crea un mayor grado de igualdad entre personas que en las disctaduras fascistas.

2

2.- HISTORIA

El fascismo es un movimiento político y social que nació en Italia de la mano de Benito Mussolini tras la finalización de la Primera Guerra Mundial. Es un movimiento totalitario y nacionalista, cuya doctrina recibe el nombre de fascista.

El fascismo adquirió diferentes características según el país. Como ejemplo, en España teníamos el "franquismo" que compartía importantes rasgos con el fascismo y el nacionalismo. Con elementos diferenciadores como el peso de la Iglesia Católica.

2.1 Los rasgos comunes del fascismo son:

Totalitarismo: El estado fascista fue un estado totalitario. Como forma de Estado es de tipo no democrática y se caracteriza al igual que el autoritarismo en la falta de reconocimiento de la libertad y los derechos del hombre. Solo puede entenderse como la forma de dominación total.

El gobierno y la burocracia trataron de intervenir en todos los ámbitos de la vida, limitando la libertad de los individuos. El estado trató de controlar la escuela, la juventud, la vida laboral y empresarial, el mundo femenino, los medios de comunicación...

A diferencia del estado liberal, las personas se subordinaban al Estado. Un Estado que se fundamentaba en la fuerza, el liderazgo y la jerarquía, ejerciendo un control absoluto de la sociedad.

Antiliberalismo: Para los ideólogos fascistas el liberalismo era una ideología débil, incapaz de frenar el comunismo e ineficaz para mantener el rumbo de una economía sometida a la crisis de entreguerra.

Consideraban la democracia y el sufragio universal métodos artificiales e inútiles que intentaban igualar la natural desigualdad entre los hombres.

La libertad reflejada en los derechos de expresión fue contemplada con absoluto desprecio por una ideología fascista que defendía los conceptos de jerarquía, disciplina y obediencia.

Los partidos políticos eran elementos que llevaban al desorden y a la división social y como consecuencia en los países donde el fascismo alcanzó el poder, fueron ilegalizados y perseguidos. El Estado fascista se basó en un único partido bajo el liderazgo de un jefe.

Es interesante destacar el concepto de fuerza en relación con el Estado. Mussolini consideraba que hay que usar la fuerza para combatir a los insatisfechos con las medidas o decisiones que se pueden plantear si no se quiere correr el riesgo de que se ataque la fortaleza del Estado. Cuando un grupo o partido conquista el poder debe defenderse contra todos. 3

Anticapitalismo: El fascismo tuvo en su origen un carácter anticapitalista. El término nacional-socialista es un recuerdo de esos inicios. Es una colección de ideologías y movimientos que se oponen al capitalismo. (El capitalismo es un orden o sistema social y económico que deriva del usufructo de la propiedad privada sobre el capital como herramienta de producción, que se encuentra mayormente constituido por relaciones empresariales vinculadas a las actividades de inversión y obtención de beneficios)

Sin embargo, especialmente en Alemania, el capitalismo se identificó con los financieros y banqueros judíos, calificados como elementos degenerados de la burguesía. La propaganda fascista trató de distinguir entre la figura del gran capitalista, sinónimo de usurero corrupto, y la del empresario honrado, laborioso y solidario con la comunidad.

El anticapitalismo fascista tuvo su mayor expresión en la organización corporativa del mundo del trabajo. Empresarios y trabajadores fueron obligados a pertenecer a sindicatos obligatorios, controlados por el partido único. Los trabajadores, que perdieron sus sindicatos libres, fueron los grandes perjudicados de esta reorganización del mundo laboral.

Antimarxismo: La lucha de clases fue un elemento clave en la visión marxista de la sociedad que chocaba frontalmente con la ideología unificadora, nacionalista y totalitaria del fascismo.

Los grupos paramilitares fascistas, los “camisas negras” italianos, los “camisas pardas” alemanes, castigaron desde un principio a las organizaciones socialistas, comunistas y anarquistas. Los sindicatos y partidos de izquierda fueron ilegalizados y perseguidos al acceder al poder los fascistas y nacional-socialistas.

La furiosa actitud fascista contra las organizaciones obreras hizo alcanzar a Mussolini y Hitler la simpatía de muchas clases medias las cuales veían asustados la posibilidad de una revolución comunista en sus países.

Autoritarismo y militarismo: El fascismo pensaba en la sociedad como una organización militar. En ella cada individuo debía ocupar un lugar determinado y desarrollar una función específica. La jerarquía, el mando y la disciplina debían dirigir el funcionamiento social.

No había lugar para discrepancias o disensiones. Cualquier desobediencia se debía solucionar por la violencia.

Los partidos fascistas organizaron grupos paramilitares uniformados, los “camisas negras”, que desde un principio aplicaron la violencia terrorista a la actividad política. 4

Al llegar al poder el fascismo y el nacional-socialismo potenciaron el papel de las fuerzas armadas, esenciales para poner en práctica sus planes de expansión territorial. A partir de ahí, los desfiles militares se hicieron cotidianos, los jóvenes fueron educados en los valores de la profesión militar, los saludos y uniformes abundaron…

Con la exaltación de lo militar, el fascismo promovió los “valores masculinos” y el papel de la mujer quedó desplazado al tradicional de madre y esposa.

Nacionalismo exacerbado: Los fascismos organizaron su visión totalitaria en torno a la nación. La unidad nacional en torno al estado, al partido único y al líder será la aspiración de la ideología fascista. Este nacionalismo extremo tomó diferentes formas en los distintos países.

El nacionalismo de los partidos fascistas derivó en sueños de extensiones territoriales. Mussolini soñó con resucitar la antigua Roma y unificar el mediterráneo, bajo el Imperio Italiano. Hitler imaginó el tercer imperio alemán bajo la raza superior germana. Incluso Franco quiso anunciar la vuelta al imperio, exaltando la España de los Reyes Católicos y los primeros monarcas Habsburgo.

Liderazgo de un jefe carismático: Los partidos y los estados fascistas se organizaron en torno a la figura de un jefe con poderes absolutos sobre el partido, el estado y la sociedad.

El jefe estaba dotado de un don que hiciera que su personalidad sobresaliera sobre el resto de las personas. Su misión era servir de guía al pueblo, ejerciendo sobre él una labor protectora y paternal. La propaganda se encargó de exaltar ese papel haciendo uso de medios como la radio.

Empleo de la propaganda y el terror: Los regímenes fascistas pusieron gran empeño en controlar los medios de comunicación, destacando la radio y la prensa. Tras quitar la libertad de expresión y perseguir a cualquier medio que se atreviese a desafiar esta prohibición, los gobiernos fascistas utilizaron la propaganda para dar los valores de su ideología. Joseph Goebbels fué el ministro de la propaganda nazi y un gran manipulador de la verdad.

Aquellos que no se dejaban convencer por esa manipulación informativa, los fascistas recurrían a las amenazas, relclusiones en campos de concentración e incluso asesinato. Seguidamente se pretendía ofrecer una imagen atractiva del régimen mediante una parafernalia; exhibición de uniformes, saludos marciales, despliegue de banderas y desfiles militares.

...