La Moral

La moral es la conciencia que tiene una persona del bien y del mal por lo cual se hace responsable de sus actos. Pertenece a nuestro mundo interior y es fuente de toda virtud, se considera una práctica que estudia el comportamiento del hombre como individuo en una sociedad. Esta se encarga de establecer las normas y criterios que debemos de utilizar cuando calificamos determinadas acciones como correctas o incorrectas.

Es un conjunto de creencias, normas que adquirimos en la crianza de nuestros padres, el cual ellos nos enseñan al transcurrir del tiempo la suma de todos estos conocimientos que van formando el carácter del ser humano, para ser reflejado en el comportamiento de las personas. En ocasiones la moral para muchos no existe o simplemente les parece un término más que el ser humano debe aprender.

Es importante resaltar que la moral en las personas trae ventaja a su vida, cada uno de nosotros está en la libertad de expresarse y actuar como bien le parezca, de tal manera que es una opción el escoger de cada quien su manera de proceder a sus asuntos cotidianos.

Hoy día en nuestra sociedad, se presenta lo que se podría llamar un “déficit de valores”, ya que no se avistan en ningún rincón del País ni el respeto, ni la responsabilidad, ni mucho menos el amor, ni ningún otro valor que nos caracteriza y nos define como seres humanos. Los valores que hoy día no se ponen en práctica son las cualidades que poseen las personas al momento de realizar una acción, formando parte de la conciencia individual de cada persona. Así, la Moral, lleva al ser humano a un único punto: los valores.

La conciencia moral es la posibilidad fundamental que tiene la persona de trascenderse a sí misma, es decir, de superar los estrechos límites de su horizonte inmediato. La conciencia moral da la posibilidad a la persona de “ubicarse en el lugar del otro”, de descubrir una perspectiva distinta de la propia vida, e inclusive, merced a su fuerza imperativa, da la posibilidad a la persona de cambiar de actitud y de vida.

La conciencia le permite a la persona salirse de la propia inmediatez estrecha de la vida para ir al encuentro del “otro”, del que es “diferente”. Eso permite descubrir el grado de seriedad y de profundidad que tienen las propias convicciones, y confrontarlas con nuevos elementos de juicio posibles. La única garantía de que dispone el ser humano de encontrar la verdad, radica en el desarrollo de su conciencia moral, y en su fidelidad a ella.

Todo ser tiene en su interior su propia ley de desarrollo y realización, y es su realidad más profunda. Cuando pienso que estoy a punto de hacer algo que para mí es bueno pero para los demás es malo me pongo a pensar “¿Cómo se sentirán los demás cuando lo haya hecho?”, “¿me sentiré bien con lo que piensen de mi?”, “¿me sentiré mejor conmigo misma para bien?” cuando me respondo estas preguntas decido si lo hago

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