La tragedia

En la actualidad no es común para nuestra sociedad que estemos involucrados (al grado en que estaban lo griegos) con el teatro. Sea pues que no es atractivo, solo se ve como un entretenimiento o simplemente no está en nuestra cultura. Para los griegos sin embargo, era la base de toda su religiosidad, si, se fue modificando con respecto a las necesidades y gustos de la sociedad consumidora de ella, pero su gusto por el teatro no decayó y aun siguió a sus conquistadores los romanos y al mundo entero, tal vez ni ellos vieron esas posibilidades para sus espectáculos. Como ya se ha dicho en otros trabajos el teatro griego tiene su origen en lo divino, y lo importante que eran los dioses para los griegos, este en sus orígenes se inició en dos grandes ramas, la tragedia, y la comedia.

La tragedia ofrecía todo a su dios, Dionisos, desembocaba todo la desdicha y ferocidad humana en esos personajes un tanto desgarradores, buscando un consuelo de sus dioses eternos.

La tragedia fue entonces un origen místico y misterioso, pero Aristóteles lo plantea en su poética como una, imitación de la vida, una imitación de los sentimientos humanos más profundos, eran imitaciones de lo bueno y humano de lo que los dioses le habían otorgado, la esencia misma y que solo con sucesos terribles y extraordinarios son capaces de aflorar en una magnitud tal en la que solo los dioses pueden intervenir y hacer calmar el corazón humano.

La mayoría de las tragedias eran como bien lo dice su nombre, historias desgargantes y extraordinarias donde intervenían hombres fuera dé lo común o mujeres extravagantes que cometían y se veían involucrados en actos ajenos a todo sentido común y donde los dioses entraba a escena a remediarlo o a estipular designios y enseñanzas a sus seguidores, el pueblo griego.

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