La trukulenta historia del capitalismo (resumen)

La Trukulenta Historia del Kapitalismo

Eduardo del Río (Rius)

Reporte

Idea central

El enfoque al que la lectura se refiere está dedicado a contar de manera cronológica los hechos principales por los que el capitalismo se fue dando alrededor del mundo, y cómo ha influido éste en los acontecimientos actuales de sistematización económico-social. El carácter que se ha ido tomando desde el comienzo de la denominada “propiedad privada” muestra en gran medida que el hombre ha tenido la necesidad de crear formas de limitar a la mayoría de los habitantes del planeta, desde un punto de vista degradante y altisonante —si cabe—, para mantener un dominio constante y bestial sobre los “menos afortunados”; todo para satisfacer los bolsillos de unos cuantos “afortunados”.

Argumentos en los que el autor apoya su tesis

Pensadores de distintas épocas han expuesto sus preocupaciones por el tema, de los que Eduardo del Río hace clara referencia a lo largo del libro. Dichos tratados son, al día de hoy, vigentes y nos cuentan posibles soluciones, algunas ya aplicadas —de mal modo, como en el caso de Stalin, como bien se cita—, pero que bien dejan claro que se puede hacer algo para combatir al sistema imperialista que domina a la sociedad en general.

Los hechos planteados en el libro no son desconocidos a nivel general; pero si bien los detalles que amplían la panorámica que se tiene al respecto son de utilidad, también lo es el hecho de que es demasiado difícil erradicar el sistema. Se exhibe la necesidad de las clases bajas por trabajar para sobrevivir y la de las clases altas por explotar lo mayor posible a los trabajadores. La interacción que tienen ambas “clases” demuestra que el sistema ha sido cuidadosamente programado para que se lleve a cabo de la manera que conocemos. Los fundamentos en los que está forjado el capitalismo han sido un proceso “natural” debido a la sobreproducción que se vino a dar a raíz de la Revolución Industrial, principalmente; época en que se hubo de replantear la esquematización del sistema opresor, narcisista y explotador.

Con la llegada de los bancos se hizo cada vez menos plural la repartición de riquezas, dando como resultado la monopolización y, posteriormente, la piedra angular de lo que hoy conocemos como el imperialismo. Pero para que esto ocurriera —dice el autor, basado en los tratados marxistas y leninistas y a la propia historia—, tuvo que recurrirse a la invasión, saqueo, colonización y explotación, no solo a las tierras vecinas, sino a las lejanas y más “surtidas”.

Idea nueva

Algo de lo que no había leído/escuchado fue el tema llamado “La historia de las arañas”, donde se expone cómo se fueron tejiendo las redes para que los capitalistas pudieran ir “atrapando” y concretando de manera más eficiente sus cometidos ambiciosos. Cómo a base de mañas financieras, artimañas opresoras e influencia económica armaron toda una estrategia de explotación desproporcionada, dejando a la pobre clase trabajadora en lo más bajo del escalafón socioeconómico, sometida a la fuerza y sin la pretensión de dejarla crecer.

Idea reafirmada

A raíz de varias lecturas relacionadas al tema, me queda claro que no se habla de otra cosa muy diferente a los ya citados tratados sobre el marxismo; he tenido la oportunidad de irme adentrando de a poco en lo relativo y desde un punto de vista algo superfluo, pero que bien reafirman no solo lo que Marx explica, sino que también la influencia que tuvo Lenin y algunos de los movimientos rusos. En tanto al libro de Rius he revalidado la idea de que el socialismo bien podría ser una solución al capitalismo, no obstante, aún no tendría argumentos suficientes, ni mínimos quizá, de cómo se debería de ir planteando e implementando.

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