ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

POESIA A MI MADRE


Enviado por   •  25 de Octubre de 2015  •  Apuntes  •  313 Palabras (2 Páginas)  •  179 Visitas

Página 1 de 2

POESÍAS

PARA TI MAMI…
En tierra rosarina
Mamita allí naciste,
en campo de mis abuelos
la mayor de 10 hermanos fuiste.

Ramona, “Negrita” te apodaron
y es así cómo trabajaste:
cultivando la tierra o criando ganado
con tus hermanos, a ser madre probaste.

Hasta que Dios te dio
el don de procrear a Raúl,
y a mi hermanito Queneño
poco lo tuviste a tu pesar.

En ese terrible accidente
sufriste la pérdida
de tu pequeño hijito 
motivando tu partida.

Llegaste a este pueblo 
en busca del olvido, 
envuelta de música doliente 
siempre has permanecido.

Para contrarrestar la pena 
una mirada levantaste,
implorando al Altísimo 
y con tratamiento me buscaste.

Mami, me concebiste
aunque preferías varón,
se que me quisiste 
con todo tu corazón.

¡Qué podría reprocharte
si me diste lo mejor¡ 
renunciando a tus cosas 
y lo hiciste por amor.

Sufrimos la misma ausencia 
cuando mi padre nos dejó,
tuviste que ser fuerte 
desde niña admiré tu tesón.

Con tu ejemplo me enseñaste 
y me inculcaste valores. 
Fuiste modelo de padre y madre
en días gloriosos y de dolores.

No importó lo que hicieras 
para lograr tu misión:
peluquera, cocinera, vendedora…
trabajadora de profesión¡

Lo que no logró tu estudio 
lo logró tu sacrificio.
Por eso te empeñaste 
en que tuviera un oficio.

Quisiera arrancar de tu alma 
Las heridas, luchas, desvelos…
Y dedicarte mis triunfos como
que sólo a ti te debo.

Eras admirable como persona:
solidaria, ecologista e ingeniosa; 
por todo lo que brindaste 
de ti me siento orgullosa.

Añoro tus atenciones,
tus sabios consejos,
tu irremplazable compañía
y tus hermosos besos.

Mami, me escribiste temblorosa
en tu triste agonía: 
-“No quiero dejarte sola
Nena, pequeña mía”.

Desde que partiste 
dejándome sola aquí,
me ahoga la tristeza,
sin ti no puedo ser feliz.

Los ojos tristes míos
lloran tu muerte…
aunque pase el tiempo
no me resigno a perderte.

Te extraño madrecita mía, 
te extraño inmensamente. 
Tú vives en mi alma, 
en mi espíritu y en mi mente.

Sólo me consuela saber 
que en cielo estás, 
porque fuiste madre ejemplar 
y desde el cielo me iluminas.

En la otra vida, si Dios quiere
nos volveremos a ver,
pero esa vez para siempre 
nos vamos a tener.

TU HIJA ROSA

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (2.3 Kb)   pdf (30.8 Kb)   docx (296.5 Kb)  
Leer 1 página más »
Disponible sólo en Clubensayos.com