Primer Manuscrito: El Salario

Primer Manuscrito: El Salario.

El salario determina la lucha antagónica entre capitalista y obrero en el cual triunfa el capitalista. las agrupaciones capitalistas son habituales y efectivas; las coaliciones de obreros se hallan prohibidas y acarrean prejuicios para ellos. El límite mínimo del salario y el único necesario es la subsistencia del obrero mientras trabaja y, además, la posibilidad de sostener una familia y de que la especie obrera no perezca.

La demanda de hombres es la que necesariamente regula la producción de hombres, como ocurre con cualquier mercancía. Cuando la oferta es mayor que la demanda, una parte de los obreros se ve empujada a la mendicidad o condenada a morir de hambre. El obrero se ha convertido en un objeto y puede darse por satisfecho cuando encuentra comprador.

Con la gravitación del precio del mercado en torno al precio natural es, pues, el obrero quien mas sale perdiendo. La capacidad del capitalista de encaminar su capital en otra dirección hace que el obrero constreñido a una determinada rama de trabajo se quede en la calle o se vea obligado a someterse a todas las exigencias de dicho capitalista. El obrero no necesariamente por que ganar con la ganancia del capitalista, pero pierde necesariamente al perder él.

Los precios de trabajo de las distintas categorías de obreros difieren mucho mas que las ganancias de las distintas ramas en que se invierte el capital. En termino generales, puede decirse que cuando salen perjudicados a la par el obrero y capitalista, el primero se ve afectado en su existencia misma, y el segundo solo se ve afectado en cuanto a la ganancia de su riqueza muerta.

En tres situaciones fundamentales puede encontrarse en la sociedad:

1. Cuando la riqueza de la sociedad decae, quien más padece es el obrero.
2. Supongamos que ahora una sociedad en que la riqueza aumente. Esta situación es la única favorable para el obrero. En esta se establece la competencia en los capitalistas. La demanda de obreros es superior a la oferta. La elevación del salario provoca el exceso de trabajo a los obreros. Cuanto mas quieren ganar, mas tiene que sacrificar su tiempo y, renunciando totalmente su libertad, prestarse a trabajar como esclavos al servicio de la avaricia. La elevación del salario provoca en el obrero el afán de enriquecerse, propio del capitalista, pero el solo puede satisfacerlo sacrificando su propio espíritu y su cuerpo.
3. En un país que alcanzara la fase mas alta posible de la riqueza, ambos, el salario y el interés del capital serian muy bajos. La competencia entre los obreros por encontrar trabajo sería tan grande, que los salarios se verían reducidos a lo necesario para mantener el mismo numero de obreros, y su número no podría aumentar, puesto que el país se hallaría muy poblado.

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