Programas asistencialistas

Actualmente, los programas asistencialistas ya no son funcionales para combatir la pobreza, se tiene que dar otro giro y empezar a incluir oportunidades de empleo y desarrollo para las personas que viven en esa condición.

Con relación al combate a la pobreza, los programas asistenciales creados no han mostrado eficacia para combatir los índices de pobreza, según las mediciones del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social

Cuando se crea un programa de éste tipo, la población objetivo no es beneficiada, y si lo es, el programa no logra ser sostenible y sustentable debido al desvío de recurso humano, material y económico. Todo lo anterior debido a que no existe un sistema o herramientas de control y supervisión por parte de los servidores públicos a cargo del programa. Por eso, al transcurrir el tiempo, el programa va perdiendo su eficiencia, eficacia y pierde el fin-objetivo principal, propiciado su mal uso o aprovechamiento en fines distintos al estricto combate a la pobreza.

En lugar de crear un programa asistencial poco duradero y efímero, que solo beneficiará de manera temporal a la población vulnerable, optaría por poner en práctica políticas públicas que combatan la pobreza, centrando el objetivo NO REGALANDO recursos, sino que la población sea capaz de adquirir capacidades, desarrollar competencias y que sean capaces de trabajar por sí mismos en un autoempleo creando una cultura emprendedora. Que sea un sector productivo y que este segmento poblacional tenga permitido realizar un esfuerzo propio para generar ingresos para así poder acceder al mercado laboral, y con ello abandonar la condición de pobreza.

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