ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

San Martin


Enviado por   •  20 de Septiembre de 2014  •  2.599 Palabras (11 Páginas)  •  180 Visitas

Página 1 de 11

La familia

EL PADRE: DON JUAN DE SAN MARTÍN

En el antiguo reino de León nacieron los padres del Libertador.

En el pueblo de Cervatos de la Cueza nació don Juan de San Martín y Gómez, un 3 de febrero de 1728, hijo de Andrés de San Martín e Isidora Gómez. La aldea se levanta en la comarca de la Cueza, por donde atravesaba una calzada romana, y cuyo nombre lo toma por el del río que la cruza.

El hogar donde naciera Juan de San Martín era morada de humildes labradores.

Al amparo de sus mayores, fortaleció su noble espíritu de cristiano y cuando cumplió dieciocho años, ingreso en las filas del ejército de su patria.

El joven palentino se incorporó al Regimiento de Lisboa como simple soldado.

Inició su aprendizaje militar en las cálidas y arenosas tierras de Africa (al igual que lo haría su hijo José Francisco), donde realizó cuatro campañas militares. Así le vemos actuar en la zona cantábrica, Galicia, Guipúzcoa, Extremadura y Andalucía. Era Juan de San Martín un soldado fogueado y diestro en los campos de batalla cuando, en 1764, se le destinó para continuar sus servicios en el Río de la Plata. A raíz de su meritoria foja de servicios, se le ascendía a oficial del ejército real con los galones de teniente. Su embarque con destino al Río de la Plata lo debió efectuar en Cádiz. Cuando desembarcó en el Riachuelo ejercía las funciones de gobernador Pedro de Cevallos, quien le confió el adiestramiento del Batallón de Milicias de Voluntarios Españoles, hasta que, en mayo de 1765, lo destinó al bloqueo de la Colonia del Sacramento y del Real de San Carlos. Permaneció en esa zona hasta julio de 1766, en que se le confió la comandancia del Partido de las Vacas y Víboras, en la actual República Oriental del Uruguay.

En 1767 administro una extensa y bien poblada estancia llamada "Calera de las Vacas" -;desempeñandose en el lugar hasta 1744.

El gobernador Bucareli otorgó en 1769 al padre del Libertador, el empleo de ayudante del Batallón de Voluntarios de Buenos Aires.

El 1º de octubre de 1770.contrae matrimonio con Gregoria Matorral. Los nuevos esposos se reunieron en Buenos Aires el día 12 de octubre de ese año, trasladándose poco después a Calera de las Vacas. Allí formaron su hogar y en ese lugar, en octubre nacieron tres de sus hijos: María Elena, el 18 de agosto de 1771; Manuel Tadeo, el 28 de octubre de 1772 y Juan Fermín Rafael, el 5 de octubre de 1774.

Cuando el teniente Juan de San Martín cesó en las funciones de administrador de la estancia de Calera de las Vacas, el gobernador de Buenos Aires, Juan José de Vértiz y Salcedo, en 1774 teniente gobernador del departamento de Yapeyú, haciéndose cargo de sus nuevas funciones "desde principios de abril de 1.775."

Yapeyú había sido una de las reducciones más florecientes y ricas en tierras y ganados, que fundó la acción fervorosa y ejemplar de los padres de la Compañía de Jesús. Se fundó el 4 de Febrero de 1627 por el padre jesuita Pedro Romero, junto al arroyo llamado Yapeyú por los indígenas, bautizándose con el nombre de Nuestra Señora de los Reyes Magos de Yapeyú.

Yapeyú fue baluarte de civilización y del cristianismo frente a los indomables indígenas, como los charrúas y los yaros, y también lo fue contra los temibles bandeirantes. Con el correr de los años, Yapeyú se convirtió en uno de los pueblos más ricos de las misiones.

Con el tiempo llegó a ser el más grande centro ganadero rioplatense, además de destacarse por sus fábricas de zapatos e instrumentos musicales.

En 1774 arribó a Yapeyú Juan de San Martín, el padre del futuro Libertador, fue nombrado Teniente gobernador de Yapeyú por el virrey Vértiz desempeñando una gestión gubernativa exitosa.

José de San Martín nació allí el 25 de Febrero de 1778. Presenció las labores de paisanos, indios y sacerdotes, sus compañeros de infancia fueron los pequeños indios y mestizos a cuyo lado disfrutó de juegos infantiles bajo un árbol que hoy es también lugar histórico; junto a ellos también empezó a descifrar el alfabeto en la escuela democrática del pueblo de Yapeyú, fundada por el legislador laico de las Misiones secularizadas. Aspiró el cálido aire del litoral y seguramente habrá experimentado alguna espontánea fascinación ante los ocasos, los amaneceres y las luces solares colmando de bellos reflejos el cercano río y la frondosa vegetación que aún hoy se muestra festoneando las orillas que se abren hacia tierras uruguayas.

En 1817, cuando José de San Martín encabezaba el Ejército de los Andes durante su célebre cruce de la cordillera, un ejército portugués conducido por el brigadier Chagas invadió, saqueo y prendió fuego el pueblo de Yapeyú.

En 1860 fue dictada una ley por la cual, se establecía la reconstrucción del pueblo.

En 1887 el agrimensor Martín Zapata concluyo la delineación del pueblo, correspondiendo la manzana 45 al costado sur a la casa donde naciera el Libertador.

El 6 de Octubre de 1945, el Congreso Nacional declaró al pueblo de Yapeyú , Lugar Histórico Nacional. De esta manera se homenajeaba la memoria del prócer, recuperando su casa natal para abrirla a todos los argentinos

Merced a un informe emitido por el Virrey Vértiz, Juan de San Martín ascendió al grado de capitán del ejército real, por título que se expidió en El Pardo en 1.779.

El constante estado de intranquilidad en que se vivía en la región motivó el traslado de Gregoria Matorras de San Martín a Buenos Aires, trayendo consigo a sus cinco hijos. Terminada su actuación en Yapeyú, el capitán San Martín embarcó con rumbo a Buenos Aires el 14 de febrero de 1781, volviendo a reunirse entonces con su esposa e hijos e incorporándose de nuevo a las filas del ejército para ejercer las funciones de ayudante mayor de la Asamblea de Infantería.

El padre del Libertador se dirigió a las autoridades superiores de la Corte pidiendo la correspondiente licencia para embarcarse con su familia con destino a la metrópoli. Le fue concedido lo solicitado por Real Orden, expedida el 25 de marzo de 1783.

En abril de 1784, Juan de San Martín llegaba a Cádiz; retornaba al suelo patrio con su mujer y cinco hijos. Los cuatro varones, al igual que su padre, abrazarían la carrera de las armas, pero de todos ellos, sólo el benjamín daría gloria inmortal al apellido paterno.

En Málaga pasaría los últimos años de su existencia, mientras sus hijos avanzaban en edad y aspiraciones. Con los ojos mirando más allá de los mares, Juan de San Martín exhalaba, el 4 de diciembre de 1796, su último suspiro. Se hizo constar que no había testado y que habitaba en un lugar de Málaga conocido por Pozos Dulces, camino de la Alcazabilla.

restos descansan hoy en el cementerio de la Recoleta de Buenos Aires.

LA MADRE: GREGORIA MATORRAS

La madre del futuro Libertador, doña Gregoria Matorras del Ser, fue el sexto y último vástago del primer matrimonio de Domingo Matorras con María del Ser. Fueron sus hermanos mayores: Paula, Miguel, Francisca, Domingo y Ventura. Vino al mundo el 12 de marzo de 1738, en el pueblo de la Región de Palencia, Reino de León, llamado Paredes de Nava.

Haciendo valer el contenido del viejo proverbio "Una madre vale mas que cien maestros", muchos biógrafos aciertan a observar que en la idiosincrasia de la madre de José radicaron las razones más profundas de la nobleza y el desinterés del Emancipador. A los seis años, quedó huérfana de madre. A los treinta, aún soltera, viajó al Río de la Plata con su primo Jerónimo Matorras.

Llegada a Buenos Aires con don Jerónimo en 1767, fue el azar o la añoranza de su Tierra de Campos lo que le motivó a reunirse con paisanos. Así empezó a relacionarse con un bizarro capitán, oriundo de un pueblo próximo al suyo, que luego sería su esposo. En poco tiempo, se conocieron, se amaron y se prometieron.

Pero, como el deber de las armas llevó al novio a un destino en las Misiones Jesuíticas del norte, la novia hubo de casarse, por poder, con un representante de su marido el capitán de dragones D. Juan Francisco de Somalo, el 1 de octubre de 1770.

Así doña Gregoria acompañaría a su esposo a los diferentes destinos que se la asignarían a lo largo de su carrera.

Desde que don Juan falleciera en Málaga a los sesenta y ocho años, teniendo José Francisco dieciocho, doña Gregoria no estuvo sola. Siempre le acompañaba el matrimonio formado por su hija María Elena y don Rafael González Menchaca, empleado de rentas, que le dio a su nieta Petronila.

La muerte de dona Gregoria acaeció en Orense (Galicia) el primero de junio de 1813, donde estaba destinado don Rafael.

En ese mismo año, don José Francisco de San Martín y Matorras se manifestaba por primera vez como triunfador de la causa de la Emancipación americana, en combate de San Lorenzo, demostrando una valía militar extraordinaria.

LOS HERMANOS: MARÍA ELENA, MANUEL TADEO, JUAN FERMÍN, Y JUSTO RUFINO

Del matrimonio contraído entre don Juan de San Martín, ayudante mayor de la Asamblea de Infantería de Buenos Aires, y doña Gregoria Matorras, nacieron en la Real Calera de las Vacas, jurisdicción de la parroquia de Las Víboras -actualmente en la República Oriental del Uruguay- sus hijos María Elena (18 de agosto de 1771), Manuel Tadeo (28 de octubre de l772) y Juan Fermín (5 de febrero de l774).

Trasladada la familia al departamento de Yapeyú, donde don Juan fue designado Teniente de Gobernador, nacieron los otros dos hijos: Justo Rufìno (l776) y José Francisco (25 de febrero de l778).

MARÍA ELENA: Se casó en Madrid el 10 de diciembre de 1802 con Rafael González y Alvarez de Menchaca.

En su testamento, el Libertador estableció: "... es mi expresa voluntad el que mi hija suministre a mi hermana María Elena una pensión de mil francos anuales y, a su fallecimiento, se continúe pagando a su hija Petronila una de doscientos cincuenta hasta su muerte, María Elena falleció en Madrid el año 1852.

MANUEL TADEO: La hoja de servicios le presenta robusto y de corta estatura. Tuvo especial gusto por la música, acaso originado en el Colegio de San Telmo, de gran prestigio entonces, al que pudo asistir desde su llegada a Málaga, y también debe suponerse que como José Francisco fuera un buen matemático, pues desde sus primeros años de oficial se le dieron cargos de artillería, arma facultativa, ya entonces muy científica y, por ello, solo accesible a los técnicos y marinos.

Del mismo modo que todos sus hermanos varones, siguió la carrera de las armas, iniciándose en el Regimiento de Infantería Soria, "El Sangriento". en el que ingresó como cadete en 1788. Con dicha unidad tomó parte en la campaña de Africa (l790), participó en las campañas de Ceuta y de los Pirineos Orientales (l793-l794). Quedó prisionero de los franceses, junto con su regimiento, al rendirse la plaza de Figueres. Firmada la Paz de Basilea (julio de 1795) fue liberado. Concluida la guerra contra Francia, sirvió como maestro de cadetes durante dos años y medio. Al iniciarse el siglo XIX obtuvo el grado de capitán y pasó a revistar en el Regimiento de Infantería Valencia. En 1806 fue agregado al Regimiento de Infantería de la plaza de Ceuta.

Participó en la guerra de la Independencia y luchó contra los franceses; el 16 de setiembre de 1808 fue nombrado ayudante de campo del general conde de Castrillo y Orgaz, revistando en los ejércitos del Centro, Extremadura, Cataluña y Valencia. Participó en las jornadas de Tudela, Navarra, Ciudad Real. En los últimos años de esta guerra se halló en el sitio y defensa de Valencia.

Se graduó de coronel en 1817; revistó en el Regimiento de Infantería León y, en 1826, se le concedió el gobierno militar de la fortaleza de Santa Isabel de los Pasajes, en San Sebastián. Falleció en Valencia en 1851.

JUAN FERMÍN RAFAEL: Ingresó como cadete en el Regimiento de Infantería Soria el 23 de setiembre de 1788, en el cual revistó durante catorce años.

Permaneció luego tres años en el Batallón Veterano Príncipe Fernando. Luego pasó a la caballería, prestando servicio en el Regimiento Húsares de Aguilar y, posteriormente, en el Escuadrón Húsares de Luzón, con destino en Manila, Filipinas. Según su foja de servicios, se encontró en la plaza de Ceuta; hizo la guerra contra Francia desde el 17 de julio de 1793; estuvo en la retirada del Rosellón en mayo de 1794. Continuó en el mismo regimiento incorporándose a la guerra marítima y participó en la batalla naval del 14 de febrero de 1797, contra los ingleses.

En el año 1802 se trasladó a Filipinas, donde contrajo matrimonio con Josefa Manuela Español de Alburu. Falleció en Manila el 17 de julio de 1822.

JUSTO RUFINO: El 18 de agosto de 1793 solicitó ingresar en el ejército español siendo admitido en el Real Cuerpo de Guardias de Corps el 9 de enero de 1795. Permaneció en ese cuerpo durante trece años, en cuyo transcurso fue ayudante de campo del marqués de Lazán y ascendido a teniente el 9 de enero de 1807.

Posteriormente se incorporó al Regimiento de Caballería Húsares de Aragón, con el grado de capitán.

Asistió a los acontecimientos de Aranjuez (mayo de 1808); al ataque y defensa de Tudela (junio de 1808); a los dos sitios de Zaragoza (1808 y 1809), donde fue hecho prisionero cuando se rindió la ciudad. Fugó de sus captores y se presentó al gobierno, que lo destinó -ya graduado de teniente coronel- junto al teniente general Doyle.

Participó en la destrucción del fuerte de Sant Carles de la Rápita y asistió al sitio de Tarragona. Falleció en Madrid en 1832. Fue el único de los hermanos varones que estuvo junto a José Francisco durante su período de ostracismo en Europa.

Letra: Himno al Libertador General San Martín

Yergue el Ande su cumbre más alta, de la mar el metal de su voz y entre cielos y nieves eternas se alza el trono del Libertador.

Suenen claras trompetas de gloria y levanten un himno triunfal, que la luz de la historia agiganta la figura del Gran Capitán.

De las tierras del Plata a Mendoza, de Santiago a la Lima gentil fue sembrando en la ruta laureles a su paso triunfal, San Martín.

San Martín, el señor de la guerra, por secreto designio de Dios, grande fue cuando el sol lo alumbraba y más grande en la puesta del sol.

¡Padre augusto del pueblo argentino, héroe magno de la libertad! A su sombra la patria se agranda en virtud, en trabajo y en paz.

¡San Martín! ¡San Martín!

Que tu nombre honra y prez de los pueblos del sur aseguren por siempre los rumbos de la patria que alumbra tu luz.

(Música: Arturo Luzzatti - Letra: Segundo M. Argarañaz)

PATRIA

Cuando la patria esta en peligro, todo esta permitido, excepto, no defenderla.

JURAMENTO

Juro por mi honor y por la patria sostener con mi espada y con mi sangre, la bandera que desde hoy cubre las armas del Ejército de los Andes.

UNION

Divididos seremos esclavos: unidos estoy seguro que los batiremos; hagamos un esfuerzo de patriotismo, depongamos resentimientos particulares, y concluyamos nuestra obra con honor.

LIBERTAD

Seamos libres, lo demás no importa nada.

GRANADEROS

De lo que mis granaderos son capaces, solo lo sé yo, quien los iguale habrá quien los exceda no.

GLORIA

Los soldados de la patria no conocen el lujo, sino la gloria.

EDUCACION

La biblioteca destinada a la educación universal, es más poderosa que nuestros ejércitos.

AMISTAD

Mi mejor amigo es el que enmienda mis errores o reprueba mis desaciertos.

CORAJE

Para los hombres de coraje se han hecho las empresas.

DESTINO

Serás lo que debas ser, si no: no serás nada.

POLITICA

Mi sable nunca saldrá de la vaina por opiniones políticas.

ENEMIGO

Si hay victoria en vencer al enemigo; la hay mayor cuando el hombre se vence a si mismo.

...

Descargar como  txt (15.6 Kb)  
Leer 10 páginas más »
txt