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Tipos De Jefes En Una Empresa


Enviado por   •  21 de Enero de 2014  •  4.694 Palabras (19 Páginas)  •  991 Visitas

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Un estereotipo es una imagen o idea aceptada comúnmente por un grupo o sociedad, que presenta un carácter inmutable. En sus orígenes, la palabra nombraba a una impresión tomada de un molde de plomo que se utilizaba en la imprenta en lugar del tipo original. Esta aplicación terminó convirtiéndose en una metáfora respecto a un conjunto de ideas preestablecidas que se podían llevar de un lugar a otro sin cambios.

En su uso actual más habitual, el concepto de estereotipo hace referencia a la imagen mental simplificada y con pocos detalles acerca de un grupo de gente que comparte ciertas cualidades características. Suele utilizarse con un sentido negativo o peyorativo, considerándose que los estereotipos son creencias ilógicas que se pueden cambiar a través de la educación.

JEFE

El jefe es la cabeza de una organización. Se trata de una persona que se encuentra en el puesto superior de una jerarquía y que tiene las facultades necesarias para mandar a sus subordinados. Todas las organizaciones jerárquicas, como las empresas, los partidos políticos o los gobiernos, cuentan con jefes en distintos niveles.

Por ejemplo: “Mi jefe me pidió que me quede después de hora para ordenar el archivo”, “Tengo una excelente noticia: me nombraron jefe regional”, “El jefe debe ser alguien respetado por el resto de los empleados, que tenga capacidad de mando y que sepa lograr consensos”.

Jefe, en ocasiones, es un término que se utiliza de manera coloquial o simbólica para hacer referencia a un puesto o cargo dentro de la organización. El jefe ejecutivo, director ejecutivo o CEO es la persona que está a cargo de la gestión y la dirección administrativa de una institución.

El jefe de Gobierno, por otra parte, es el máximo funcionario del Poder Ejecutivo. Se trata del responsable de un Estado y puede adoptar distintos títulos, como Presidente del Gobierno, Primer Ministro, Premier o Canciller.

El jefe de las comunidades aborígenes de América recibe el nombre de cacique, lonco o curaca. En este caso, los jefes suelen ser personas mayores que gozan del respeto de la comunidad.

En el ámbito militar, el jefe es alguien que tiene grado de comandante, teniente coronel o coronel en el Ejército, mientras que, en la Armada, ostenta el grado de capitán de corbeta, capitán de fragata o capitán de navío

Los tipos de jefes que hay en una empresa

Publicado el 06/Agosto/2007 | 00:00 HOY

Para mantener un trabajo hay que demostrar valía, pero también hay llevarse bien con la gente, sobre todo con los jefes. ¿Sabes de qué pie calza el que te ha tocado a ti? Aquí tienes tres posibles perfiles:

1. El jefe coercitivo: se orienta al logro, lo más importante para él son los resultados. Es enérgico y le encanta dirigir. Su lema es “haz lo que te digo”. ¿Cómo actúa? Impone un ritmo de trabajo acelerado y exige obediencia inmediata. ¿Cómo tratarlo? Debe notar que le proporcionamos resultados. Es mejor evitar el enfrentamiento con él.

2. El jefe informativo: al igual que el coercitivo, se orienta al logro y es muy exigente. Su lema no es “haz lo que te digo” sino “haz como yo”. ¿Cómo actúa? Crea un clima negativo y exige a sus colaboradores que sigan al pie de la letra las pautas que él marca, pero busca el consenso porque necesita creer que le apoyan. ¿Cómo tratarlo? Siguiendo su modelo, imitando su forma de trabajar. Se puede dialogar con él, pero siendo cauto.

3. El jefe orientativo: sus puntos fuertes son la confianza en sí mismo, la empatía y la capacidad para introducir cambios consiguiendo el apoyo de sus colaboradores. Su lema es “ven conmigo”. ¿Cómo actúa? Motiva a las personas a trabajar por un objetivo. ¿Cómo tratarlo? Siguiendo sus pautas, ya que tiene muy claro hacia dónde se dirige. Es un jefe exigente, pero que premia el esfuerzo. En general se trabaja bien con él porque sabe lo que quiere y crea un clima positivo.

Los 10 tipos de jefe que no te gustaría tener

Un jefe es como un cofre cerrado. Hasta que no lo conoces no sabes si es bueno o malo. Es como si jugases una lotería en la que siempre toca… El que estés contento con lo que te depare el azar, ya es otra cosa.

Antes de comenzar, me gustaría decir que abundan más lo líderes adecuados que los jefes ineptos. Igualmente, el jefe perfecto no existe y todos tienen sus puntos fuertes y otros a mejorar. Mientras en la cuantificación global gane lo positivo todo irá bien.

Otra magnífica colaboración de Blog de RRHH en la que Juan Martínez de Salinas describe los tipos de jefes inadecuados que nos podemos encontrar, enfocado con una pizca de humor.

1.- EL JEFE “SE HACE PORQUE LO DIGO YO Y PUNTO”.

Quizás sea uno de los tipos más difíciles con los que trabajar y desafortunadamente, el más abundante. Le da igual saber que está equivocado en sus predicciones y sigue con sus órdenes hasta el final. Eso sí, cuando vienen las consecuencias negativas, la responsabilidad recaerá en su equipo de colaboradores; esos que tantas veces intentaron hacerle ver que debía rectificar para llegar a los objetivos esperados. Aquellos que estén bajo las órdenes de este tipo de jefes, tendrán que llenarse de paciencia tantas veces como intentéis hacerle razonar para que vea su error. Siempre os pondrá en su punto de mira para haceros la vida imposible por veros como reacios a sus planes.

Tienen más orgullo que profesionalidad. Son capaces de despedir a un trabajador antes que reconocer que éste tenía razón y él no.

2.- EL JEFE “ESTÁTICO”.

¿Para qué cambiar las cosas si siempre lo han realizado así y han tenido éxito? Piensan que el hecho de que en estos momentos no funcione será por otra cosa pero no por la forma de ejecutarlas. Son defensores de la idea de que las nuevas herramientas y sistemas de gestión de los temas son pérdidas de tiempo de los recién llegados que no saben lo que dicen. Lo que les pasa es que solo de pensar que tienen que cambiar el procedimiento X, les supone tener que hacer frente a miedo a lo desconocido. Y es curioso, pues en el pasado, posiblemente hayan arriesgado considerablemente su forma de actuar que, afortunadamente, les ha llevado donde están ahora… La pregunta es fácil… ¿Por qué entonces sí que se arriesgaba y se buscaban nuevas formas de actuar y ahora no? Como siempre, paciencia y será necesario hacer un astuto ejercicio de diplomacia para demostrarles que cambiando determinadas cosas, los ratios de productividad van mucho mejor, al igual que el ahorro de tiempo invertido. Con ejemplos

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