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Antecedentes y Calidad de Seguridad Pública en Morelos.


Enviado por   •  17 de Abril de 2017  •  Biografías  •  2.859 Palabras (12 Páginas)  •  206 Visitas

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II. Capítulo I: Antecedentes y Calidad de Seguridad Pública en Morelos.

1.1 Antecedentes Históricos.

Hoy Morelos es uno de los estados mas inseguros del país, en los últimos años, pero principalmente en los últimos  meses, el tema de la violencia y de la inseguridad se ha salido de control.
Para los habitantes de Morelos ha dejado de ser ya sorpresa el enterarse todos los días sin excepción, del sin numero de homicidios, secuestros, robos y extorsiones que se cometen en contra de la sociedad.

Los habitantes de todos niveles sociales han vivido un vía cruxis, intentando sobrevivir a la ola de violencia que los ha forzado a refugiarse en sus casas, a cerrar sus negocios y en muchos de los casos obligados a abandonar sus propiedades y patrimonio para emigrar a otros lugares.

La gente en Cuernavaca y otros muchos municipios vive con miedo, ha dejado ya de hacer su vida cotidiana para resguardarse de la inseguridad, los hábitos de los ciudadanos han cambiado radicalmente, los comercios están cerrando, y los que no, están vacíos, a las ocho de la noche la ciudad de la Eterna Primavera parece en estado de sitio, o en toque de queda, difícil es encontrar personas en la calle, mas difícil aun encontrar a quien no este cansado ya de semejante circunstancia.

Por otra parte la distancia entre la ciudadanía y el gobierno es hoy  abismal, pareciera que viven es mundos distintos, por un lado el miedo y la zozobra, y por el otro la ceguera, el dispendio y la insensibilidad.

Cuando comenzaba en sexenio el Gobernador de Morelos, prometió a los ciudadanos que en 18 meses erradicaría la inseguridad, y que los ciudadanos de Morelos vivirían en paz, el plazo venció el 1 de abril del 2014, y Morelos sigue igual.

La promesa ha sido a todas luces incumplida, la percepción es que el gobernador mintió y nada o muy poco ha hecho por combatir la inseguridad, han pasado ya tres procuradores y dos secretarios de seguridad publica y nada han podido solucionar, se ha convertido el gobierno de La nueva visión, en una maquina de declaraciones desafortunadas por parte de distintos funcionarios, en donde se echan las campanas al vuelo sobre cifras a todas luces falsas y en nuevas promesas que a los pocos días son de nuevo incumplidas, y la inseguridad escala mas y mas.

Para ser más precisos en nuestro decir, vale la pena señalar cuales son los rubros y los delitos en los cuales Morelos ocupa los primeros lugares del país, estos publicados por el Secretariado ejecutivo del sistema nacional de seguridad publica, y que señala los siguientes, Secuestro, primer lugar nacional, Extorsión, primer lugar nacional, Robo con violencia, primer lugar nacional, Homicidio, cuarto lugar nacional. Esas son las causales del por que el enorme descontento de los morelenses con sus autoridades.

Uno de los errores mas catastróficos que un gobernante puede cometer, es ir en contra del sentir de la gente, no solidarizarse con sus problemas y no hacer nada por combatirlos si es parte de sus facultades, y esa ha sido la historia con el Gobernador morelense, los ciudadanos le han pedido, le han exigido que el gobierno haga algo para solucionar el problema de inseguridad, por desgracia la respuesta ha sido intentar minimizar el problema, hace oídos sordos, y declarar que el tema de la inseguridad es meramente de percepción, y ratificar la permanencia de un mando único inoperante y corrupto.

Bien, pues a tales niveles de percepción ha llegado la inseguridad, que la sociedad ha tomado la determinación de tomar la solución del problema en sus manos, ha decidido que los plazos se deben de cumplir y que se deben hacer cambios en la estrategia fallida de seguridad.

 Quien desconoce la historia esta condenado a repetirla, en 1997 gobernaba Morelos el General Jorge Carrillo Olea, la sociedad cansada de un mal gobierno, donde se le acusaba de permitir la existencia de bandas de secuestradores, de que capos del crimen organizado vivieran tranquilamente en Morelos y  otras omisiones, se organizo y marcho pidiendo la destitución del Gobernador en turno, que por cierto se logro, quien encabezaba de forma eficiente y acertada esas movilizaciones en aquel entonces, era el hoy Gobernador Graco Ramírez, que ahí se consolido como un líder social, y que ahora es señalado por lo contrario.

Enero de 1998 fue un mes clave en la gubernatura de Jorge Carrillo Olea. Y todo parece indicar que, 18 años después, se repetirá de cierta forma la historia pero ahora en la persona de Graco Ramírez.

Son dos recetas diferentes pero con los mismos ingredientes de abusos en el ejercicio del poder, amplio rechazo social y convulsión política.  Pero también hay dos piezas importantes: Carrillo Olea estaba enfrentando con el presidente Ernesto Zedillo y el Congreso local.

La mayoría de legisladores de ese entonces tenían una mayor congruencia política. Les preocupaba lo que los morelenses dirían si no daban eco a la inquietud ciudadana que se manifestaba en las calles.

Graco manda sobre la mayoría de los diputados locales. Y tiene una relación más allá de lo institucional con Peña Nieto.

Pese a las diferencias, enero es un mes de coincidencias

El 27 de enero de 1998, elementos de la Policía Federal de Caminos detuvieron a Armando Martínez Salgado, Jacinto Armendáriz Rosas y Fidel Pascual Espinoza López, jefe, comandante y elemento del Grupo Antisecuestros de la Policía Judicial Estatal, cuando intentaban deshacerse del cuerpo de Jorge Nava Avilés “El Moles”, detenido días atrás por los delitos de secuestro y asalto con violencia.

Al “Moles” lo asesinaron en las instalaciones de la PGJ, hoy Fiscalía General. Le aplicaron “la licuadora”, una forma de tortura.

El miércoles 4, el entonces mítico jefe de la PJ, Jesús Miyazawa renunció al cargo. Un día después, Carrillo Olea defendió a Miyazawa. “Metería las manos al fuego por él”, dijo el militar retirado.

 

El jueves 12 de febrero de 1998, Carlos Peredo Merlo, procurador; el subprocurador y el director de la PJE en la zona metropolitana, Rafael Borrego Díaz y José Luis Estrada Aguilar; el jefe de Servicios Periciales, Alfonso Hernández Gurrola así como el comandante del grupo Antisecuestros de Jiutepec, Rafael Reybal Martínez y el propio Miyazawa fueron arraigados por la PGR.

La Unidad Especializada contra el Crimen Organizado integró la averiguación previa PGR/UEDO/061/98 por los delitos de secuestro, tráfico de estupefacientes, robo de vehículo y homicidio calificado.

Fue un viernes 13 de febrero cuando Carrillo Olea declaró que si lo intentaban someter a juicio político “no va a proceder, porque no hay elementos. Es una barbaridad de la oposición. Terminaré mi gestión el 18 de marzo de 2000”.

Presionado, con una fuerte repulsa social, Carrillo Olea dejó la gubernatura el 18 de mayo de 1998.

Las comparaciones son evidentes. Graco también ha soslayado el juicio político en su contra y ha defendido a capa y espada a Alberto Capella, titular de la Comisión Estatal de Seguridad Pública, quien tiene la operación del Mando Único, estrategia sobre la cual también existen denuncias de homicidios, robos y tortura.

Este 26 de enero, el Congreso del Estado de Morelos decidirá si Graco Ramírez debe ser sometido a juicio político. La Coordinadora Morelense de Movimientos Ciudadanos interpuso en noviembre pasado esa demanda al acusar al gobernador del desvío de 1,800 millones de pesos del crédito de 2,806 millones que el Poder Legislativo le autorizó en octubre de 2013.

Si el Congreso desecha la solicitud, habrá reacciones. Y si la acepta, generará coletazos desde el gobierno estatal.

Lo cierto es que a Carrillo Olea nunca se le acusó de corrupción. Hoy, en el Congreso local prevalece la demanda de la CMMC pero la mayoría de los diputados tienen elementos sobre los altos índices de inseguridad y omisiones de autoridades estatales, como el caso de las fosas clandestinas de Tetelcingo.

 Así pues los diputados tendrán una determinación decisiva que marcará de por vida su actuación política, y marcarán, para bien o para mal, el destino de Morelos.

La siguiente gestión de gobierno morelense, encabezado por Sergio Estrada Cajigal (periodo 2000-2006), también fue de gran polémica, además de originar cierto descontento por parte de la ciudadanía morelense.

Desde su llegada al poder, el gobierno de Sergio Estrada Cajigal se ha caracterizado por su inexperiencia, falta de oficio político y su frivolidad.

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