Biografia de Pierluigi Collina

 PIERLUIGI COLLINA[pic 1]

Pierluigi Colina nace el 13 de febrero de 1960 en Bolonia, hijo único en una familia dónde el padre Elia es empleado estatal y la madre Luciana es maestra en una escuela primaria.

Al terminar la secundaria se inscribe en la facultad de Economía y Comercio de la universidad de Bolonia licenciándose en el 1984.

Extraño a decirse pero su equipo del corazón no juega al fútbol: es un gran apasionado de basketball y es hincha del Fortitudo Bolonia.

Desde 1991 vive en Viareggio dónde practica la profesión de consultor financiero para el Banco Fideuram. Casado con Gianna es padre de dos niñas, Francesca romana y Carolina.

Los inicios de collina en el futbol se dan  cuando entra en el equipo de la parroquia, junto a los inseparables compañeros de juegos, con los que comparte interminables partidos.

Los inicios de collina  con el pito de árbitro remontan a un período de recuperación de un accidente: arbitra los partidos amistosos de entrenamiento de sus compañeros de equipo.

El verdadero "cazatalentos" es su compañero de banco del bachillerato que le propone de participar a un curso para árbitros de futbol organizados por la Selección de árbitros de Bolonia al principio de 1977. Su nombre es Fausto Capuano que, como a menudo sucede en la vida a causa de las "bromas" de la suerte, en una ocasión es descartado a causa de los su falta de vista, a pesar de llevar las lentillas.

Desde los primeros partidos la aptitud de Pierluigi Colina parece evidente y los ejecutivos arbitrales boloñeses comienzan a seguirlo con mayor atención, primero entre todos el Presidente Piero Planes.

En tres años Colina alcanza el máximo nivel regional, el campeonato de Promoción, dónde se queda por tres temporadas durante las que también desarrolla el servicio militar y padece la única invasión de campo de su carrera, en el parmense, al final de un partido decisivo por el campeonato.

En la temporada 1983-84 pasa a nivel nacional. También son sucesivamente los años de un cambio a que deberá parte de la notoriedad: una grave alopecia le hace quedarse sin. El 1995 es el año en que, después de 43 partidos de Serie A arbitrados es promovido internacional. Muchas son las satisfacciones conseguidas en campo internacional, de los Juegos Olímpicos de Atlanta en el 1996, con el honor de dirigir la Final entre Nigeria y Argentina, a la Final del Champions League 1999 a Barcelona, de la Copa del Mundo 1998 en Francia a los Campeonatos europeos Euros 2000.

Su partido más importante y prestigioso es la final mundial del 2002, entre Brasil y Alemania, 2 -0.

En el 2003 publica el libro "Usted mis reglas del juego. Lo que el futbol me ha enseñado de la vida."[pic 2]

Al fin de la temporada 2005, después de haber cumplido 45 años, umbral al que los árbitros generalmente son obligados a dejar el pito, el FIGC cambia el reglamento para permitir a Colina permanecer en el campo un año.

Su frase más conocida es: “El fútbol no es un juego perfecto. No comprendo por qué se quiere que el árbitro lo sea”

Una de las actuaciones arbitrales más perfectas de la historia le corresponde a él. Fue justo en la final del Mundial 2002 entre Brasil y Alemania. Mostró una amarilla al minuto 6 a Roque Junior y otra a los nueve minutos a Miroslav Klose. Conminó a ambos equipos a ponerse a jugar; los protagonistas entendieron. Después de las dos tarjetas no hubo más, no se cortó el juego con faltas, hubo un fuera de lugar y ningún jugador le reclamó algo. Al término del encuentro, los propios futbolistas le dieron las gracias por su trabajo.

El momento cumbre para Pierluigi fue en la final de la Copa del Mundo Corea-Japón 2002. Más allá del honor que significa dirigir la cúspide mundialista, Collina fue distinguido por algo inesperado, algo que ningún árbitro ha podido presumir: aficionados se rindieron ante él. “Cuando subió Collina (por su medalla) y su famosa cabeza llenó las pantallas del estadio, el público le ovacionó”, escribió John Carlin sobre dicho suceso. Por primera vez un hombre de negro tenía hinchada multitudinaria.

Se retiró oficialmente en 2005 y siguió con su profesión, asesor financiero, en su Bolonia natal. Pero además de ello, es consejero del Comité Italiano de Árbitros, sigue siendo miembro del comité de árbitros de la UEFA y sigue colaborando con esta institución y con la FIFA, dando cursos de arbitraje y participando en actos promocionales varios. Además, es el supervisor del Comité de Árbitros de Ucrania.

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