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Biografias


Enviado por   •  29 de Agosto de 2013  •  8.476 Palabras (34 Páginas)  •  191 Visitas

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Bernal Díaz Del Castillo

Conquistador y cronista español (Medina del Campo, Valladolid, h. 1492 - Guatemala, h. 1585). Desde joven se decidió por la carrera de las armas y debido a su afán de aventuras, hacia 1514 se embarcó a América viajando sucesivamente con las expediciones de Pedro Arias de Ávila (a Darién, o sea Centroamérica), Francisco Hernández de Córdoba (a Yucatán) y Juan de Grijalva (a Tabasco). Casado con Angelina Díaz, tuvo un hijo llamado Diego. Por tres años estuvo al servicio de Diego Velázquez en Cuba hasta que se le incluyó en la expedición de Hernán Cortés. Desde el 18 de febrero de 1519 fue soldado de las huestes de Pedro de Alvarado, por lo que participó en la conquista del imperio mexica. Fue testigo presencial de la prisión y muerte de los tlatoanis Moctezuma y Cuitláhuac, vivió la llamada «Noche Triste» y peleó por la toma de México-Tenochtitlán.

Al concluir ésta, se unió a la expedición de Gonzalo de Sandoval hacia Coatzacoalcos y llegó a ser regidor de la villa del Espíritu Santo. Después participó en la conquista de Chiapas y, en 1524, partió con Hernán Cortés a la conquista de las Hibueras (Honduras), que resultó un fracaso, por lo que regresó por tierra a la ciudad de México. Tras una prolongada estancia en esa ciudad, viajó en 1539 a España para reclamar sus derechos por haber participado en la conquista de México, pero sólo obtuvo un corregimiento en el Soconusco. Inconforme, continuó buscando una recompensa por parte de la corona española, por lo que hizo varios viajes entre España y América, hasta que decidió establecerse con su familia definitivamente en la ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala.

Ahí llegó a sus manos el libro Historia General de las Indias escrito por el capellán de Cortés, Francisco López de Gómara. Éste, sin haber estado en México, hizo una descripción de la Conquista en la que enaltecía la figura de don Hernán, a quien le atribuyó todo el mérito de la Conquista. Molesto por esta interpretación, Díaz del Castillo escribió su propia versión en la crónica titulada Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, en la que, con sencillez, hizo un extenso relato épico en el que resaltó el papel de los soldados españoles y reconoció con respeto la defensa heroica de los indígenas. Díaz del Castillo murió en Guatemala en 1585 y su obra no fue publicada hasta 1632.

Juan de Zumárraga

(Durango, Vizcaya, 1476 - México, 1548) Religioso franciscano español, primer obispo de México (1528). Ingresó en la provincia franciscana de la Concepción a través del convento del Abrojo, situado cerca de Valladolid, del que fue Guardián. Allí le conoció el Emperador cuando se alojó en dicho Convento para asistir a las Cortes de Valladolid del año 1527. Fruto de este encuentro fue un rápido ascenso del franciscano, elegido poco después Visitador de Navarra para actuar en un proceso sobre brujería (en compañía de Fr. Andrés de Olmos, con el que pasaría a América) y su presentación para el obispado de la capital mexicana, que acababa de erigirse. Todo fue vertiginoso. Zumárraga fue elegido Obispo y Protector de Indios el 12 de diciembre del mismo año 1527 y partió para su destino sin consagrarse en enero de 1528, junto con los miembros de la primera Audiencia de México (presidida por Nuño de Guzmán y los oidores Parada, Maldonado, Matienzo y Delgadillo) a los que se confiaba establecer el orden jurídico contra el impuesto por los conquistadores. Llegó a México el 6 de diciembre siguiente y poco después murieron los oidores Parada y Maldonado, muertes que propiciaron el inicio en la Audiencia de un período de irregularidades que la enfrentaron con el obispo. Zumárraga recibía continuamente reclamos de los indios por la explotación, en su calidad de Protector, pero no podía hacer nada con las acusaciones. Finalmente el presidente Nuño de Guzmán violó el derecho de asilo al sacar de la iglesia a unos presos y el Obispo contestó con la excomunión de los oidores y con la suspensión del culto en la capital (1530).

Fue la guerra entre los poderes civil y eclesiástico. Zumárraga escribió al Emperador e intentó ponerle al tanto de la actuación de la Audiencia y del maltrato al que sometían a los naturales, pero no pudo remitir lo escrito por los obstáculos que le pusieron. Lo consiguió finalmente y Carlos I respondió con la creación del Virreinato en México, así como con el envío de la segunda Audiencia, presidida por Ramírez de Fuenleal. Zumárraga empezó a colaborar con las nuevas autoridades pero recibió orden de presentarse en España para dar cuenta de los conflictos en los que había intervenido. Partió para la Península en mayo de 1532 y, tras defender su actuación recibió su consagración como Obispo y preparó su viaje de regreso, que pensaba hacer en compañía de 30 franciscanos. No le autorizaron a llevar tantos religiosos y al cabo partió con solo algunas familias de artesanos. Embarcó en Sevilla en junio de 1534 y llegó a México en octubre. Zumárraga, a quien se había despojado del cargo de Protector de Indios, convivió mejor con la segunda Audiencia mexicana y con el virrey don Antonio de Mendoza. Por entonces llegó la aprobación del Papa Paulo III (1537) a los bautismos colectivos de indios, que debían realizarse con las garantías debidas. Zumárraga convocó una Junta de Prelados en 1539 (con los de Oaxaca, Michoacán y Guatemala) que estableció algunos pormenores sobre el particular.

El mayor problema de su nuevo mandato derivó de su nombramiento como inquisidor en 1535, pues tuvo que actuar en el proceso que se hizo en 1539 contra don Carlos Ometochtzin, hijo del señor de Texcoco, Nezahualpilli, acusado de apóstata e instigador de la idolatría. El juicio culminó con la ejecución de don Carlos. Fue quemado vivo el 30 de noviembre de ese año en la Plaza Mayor de la ciudad de México. El Obispo recibió una dura reprimenda del Inquisidor General y aun por el propio Emperador por haber actuado contra los paganos conversos como si fueran de otra Religión. Zumárraga pensó abandonar Nueva España y embarcar para China, pero al cabo decidió seguir cumpliendo su obligación y aceptar sumisamente la amonestación. Empezó la construcción de la catedral, colaboró activamente en la fundación del Colegio de Santa Cruz de Tlatelolco (inaugurado en 1536) para la formación de los naturales, construyó el hospital del Amor de Dios y

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