Biografía De Manuela Cañizares

MANUELA CAÑIZARES

La cuna de Manuela Cañizares y Álvarez fue mecida en Quito, la "Ciudad Luz" bajo el enhiesto risco del Pichincha, en el año de 1769.

Desde muy joven se mostró abiertamente decidida a la causa de la Libertad.

La describen como una mujer de temperamento espartano, de corte varonil, ojos negros, tostada piel negra y trenzada cabellera; de fina y ágil cintura, tenaz en sus propósitos y de una imperturbable serenidad; sabía despreciar con impavidez la maledicencia de sus semejantes, era llamada "La Mujer Fuerte",

Era una mujer en plenitud de su femineidad, pues apenas contaba 59 años de edad cuando avivaba la hoguera que había de producir el chispado de la libertad ecuatoriana. Mujer, por cuyas venas corre la sangre de una patriota que buscaba vivir en libertad.

Imponía valor y coraje a los patriotas quiteños para que se lanzaran a esta temeraria tarea de sangre y fuego. Propicio las reuniones de patriotas en su casa, actual casa parroquial de la iglesia "El Sagrario", aquellas que con el disfraz de sociales encubrirían el verdadero fin, la libertad.

En los corazones de los patriotas quiteños se había prendido ya la llama de la libertad, era preciso actuar con sigilo y evadir la persecución de, los realistas.

"Hombres cobardes, nacidos para la servidumbre ¿de que tenéis miedo?

Pregunto la noche del 9 de Agosto de 1809 al ver el temor de los comprometidos, sus palabras debieron haber causado un profundo afecto psicológico en el ánimo de los patriotas, pues toda la noche deliberaron, organizaron el 'Primer Gobierno Independiente con el nombre de Junta Soberana de Quito.

El fruto de esa empresa de patriotas ecuatorianos voló por mensaje de campanarios, para que los colonos saludaran con salvas y aires marciales el amanecer de un nuevo día, el amanecer de una

Patria nueva. Manuela Cañizares, con admirable energía, supo conquistarse un puesto de honor entre los próceres del 10 de Agosto.

La maledicencia ha tratado de salpicar el rostro limpio digno, pretendiendo manchar a posteriori la honra y dignidad de esta patriota y heroína quiteña, sin darse, cuenta que, quizás están manchando la Historia de la Patria.

Manuela Cañizares estaba muy por encima de estas ruindades de la vida, lejos de conocer la interpretación que mas tarde darían a sus patrióticas actuaciones aquellos beneficiarios de una libertad conseguida con sangre sudor y lágrimas.

Pero la quiteña ilustre con su Amelia cultura, con su intrepidez y coraje de sus actos patrióticos emerge soberbia en su calidad digna y valerosa.

Doña

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