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De Profundis


Enviado por   •  2 de Julio de 2015  •  1.760 Palabras (8 Páginas)  •  240 Visitas

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Oscar Wilde realiza desde la prisión esta obra, en la que claramente (a excepción de algunos párrafos) se puede apreciar lo que la sociedad de aquella época (Siglo XVII) tenía como esquemas y estándares a seguir; es claro que el rechazo de aquellas personas en esa época era muchísimo más grande que ahora; en la actualidad la gente homosexual ya no es tan duramente juzgada como antes.

Debido a esta obra de Wilde puede comprenderse lo que las sociedades conservadoras (como el Londres de 1895) calificaban de forma mucho más severa que ahora, los roles de género estaban muy enfatizados y no podían mezclarse o modificarse sin hacer algún escándalo de ello.

Esto claramente puedenotarse en ese afán enfermizo y martirizante de la marquesa de Qeensberry en abnegarse a su esposo y a sus hijos, a pesar de que el mayor de ellos es el único motivo que tiene de sentirse orgullosa y este muere; su marido, el marqués Douglas es un hombre violento, agresivo y que es capaz de mantener un odio enfermizo y sin sentido para con su propio hijo. Oscar Wilde, en la relación que mantiene con Alfred Douglas toma la responsabilidad de mantenerlo a él y a sus vicios, excesos y placeres por más borrascosos que éstos sean y a pesar de que conoce el temperamento tan soez, soso, vulgar y simple de Bosie.

Esto es lo que lo lleva a la cárcel. El hecho de que la sociedad de su época condene y gire la espalda hacia los que condena la vuelve madre y verdugo de los que en ella nacen y corren el riesgo de equivocarse. Nadie debe cometer ni ese ni ningún otro error, que nada se mueva ni se altere. Wilde comienza su relato con palabras de franco dolor pero al paso de la obra logra una amonestación clara y una lección moral de igual forma transparente. En las sociedades de antaño los secretos eran a voces y, como dice Wilde en una parte de aquella carta “lo que se hace en la más profunda intimidad en la alcoba tendrá que gritarse también desde lo más alto del tejado.”; se entiende así que cuando ese algún tipo de santo y sin embargo seguía con él debido al profundo amor que le profesaba. No digo que el amor sea malo o que sea sinónimo de dolor; digo de la ciega abnegación a alguien que no valora lo que hacen por ella es la que hace daño y la que condena a las personas.

El trato actual a la gente con diferentes preferencias sexuales se vuelve cada vez más común, a pesar de que algunas personas (de pensamiento mucho más conservador) proponen de que conductas similares deben ser profundamente castigadas existen también otras (y tal vez en iguales porcentajes) que apuntan que no debe de ser así. Incluso ya existen leyes, también en México, que sugieren una mera equidad de género y una cierta protección a personas con esas preferencias.

De alguna u otra forma existen opiniones encontradas. Y es por que vivimos en sociedad que debemos llevar a cabo ciertas reglas generales que guían a las personas al vivir en los grupos naturales. Es por eso que quisiera concluir con una cita textual del mismo libro de Wilde. “Ser completamente libre y hallarse al mismo tiempo sujeto al dominio de la ley. He aquí una eterna paradoja de la vida humana, sentida por nosotros a cada momento” Oscar Wilde: De profundis

1er carta

Cuando Wilde le conoció, Bosie tenía veintidós años y estudiaba lenguas clásicas en el Magdalen College. Su relación, al principio superficial, se intensificó en la primavera de 1892, al perdirle Douglas que lo ayudara a resolver un chantaje de que era víctima a causa de una carta comprometedora. Wilde se desplazó a Oxford y dejó el asunto en manos de su abogado, que recuperó la carta pagando. Se enamoró de Douglas y en octubre de ese mismo año conoció a Lady Queensberry, la madre de Bosie, quien le advirtió que su hijo era una persona muy vanidosa y que tenía las manos agujereadas. Wilde, que también era vaniodoso y nunca había hilado muy fino con el dinero, de momento no hizo caso, a pesar de que no tardó en darse cuenta de hasta que punto Lady Queensberry tenía razón. Douglas, que era muy caro de mantener, se empeñó en depender económicamente de Wilde y lo consiguió. Por otro lado, a Wilde tampoco le costó mucho comprobar que, además de ser una carga desde el punto de vista económico, su amante tenía un genio feroz y una tendencia sorprendente a organizar escenas violentas con cualquier pretexto.

Parece que el sexo fue un factor más bien secundario en su relación, pero lo que sí fue importante para Wilde es que Douglas lo introdujera en el mundo de la prostitución masculina.. Tal como señala Auden, hasta el momento todas las aventuras de Wilde se habían producido con gente de su propia clase social, es decir, muy poco peligrosos. Pero frecuentando chicos que se prostituían por dinero se exponía a que lo chantajearan, que es lo que en 1893 le pasó con Alfred Wood, un tipo al que Douglas le había regalado ropa que le sobraba sin advertir que había unas cartas de Wilde en los bolsillos. Wilde pudo recuperar todas estas cartas menos una, que más tarde iría a parar a manos de Queensberry.

Wilde sabía que la

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