ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Guillermo Dilthey (1833-1911)


Enviado por   •  6 de Mayo de 2013  •  Biografías  •  1.496 Palabras (6 Páginas)  •  568 Visitas

Página 1 de 6

Guillermo Dilthey (1833-1911)

Dilthey considera que a partir de Bacon, el método científico de las ciencias de la naturaleza fue depurado y desarrollado en profundidad. Sin embargo, respecto a las 'ciencias del espíritu' o aquellas cuyo objeto de estudio se encuentra en la realidad histórica y cultural, aún no fue descrito un método adecuado. Así como estas ciencias estuvieron primero subordinadas a la metafísica, luego fueron reducidas por los positivistas que intentaron adaptaras al método de las ciencias de la naturaleza ignorando la especificidad de su objeto de estudio.

En esta línea, Dilthey elaborará los conceptos centrales del historicismo:

El objeto de estudio de las 'ciencias del espíritu' es la realidad histórico social, que se compone de individualidades que solo pueden conocerse a través del método biográfico. El método de las ciencias naturales no puede captar este objeto de estudio, se necesita pues, la aplicación de instrumentos específicos como los son la vivencia, la expresión y la comprensión.

Los tipos son las únicas formas de generalización legítimas dentro de las ciencias del espíritu. Estas se basan en las diversas formas de expresión de vivencias semejantes. A partir de un examen histórico, Dilthey señala tres tipos de visiones:

Naturalismo: Es un enfoque materialista que postula explicaciones causales y mecanicistas de la realidad. En consecuencia, es anti-espiritualista.

Idealismo de la libertad: La persona, la libertad y la trascendencia divina, es el centro a partir del cual concibe el mundo.

Idealismo objetivo: Es una perspectiva panteísta en la cual prevalece la idea del todo y la unidad del universo.

Finalmente, cabe señalar que Dilthey apunta que toda comprensión es comprensión histórica: todos sus desarrollos metodológicos conducen a considerar la vida como una realidad radical e irreductible a cualquier otro tipo de realidad y solo comprensible desde sí misma. La historia, construye estructuras y conexiones dinámicas centradas en sí mismas, de allí, se concebirá el carácter relativo de los valores y de la verdad: todo valor y toda concepción del mundo debe ser juzgada de acuerdo a su contexto histórico. Cabe destacarse que Dilthey destacó puntualmente que no debía interpretarse este método como un escepticismo en función de la verdad.

Siguiendo una estructura análoga a quienes hablaron de tres grandes estadios o concepciones del mundo, Hegel, Kierkegaard y Comte —pero salvando la distancia que existe entre sus respectivos pensamientos—, Dilthey distingue tres cosmovisiones a partir de las cuales los seres humanos de todos los tiempos han tratado de hacer frente a las preguntas sobre la vida y la muerte: la religiosa, la poética y la metafísica. La cosmovisión religiosa fue, según Dilthey, la que esgrimió el hombre primitivo para enfrentarse a los grandes enigmas de la vida: la enfermedad, las catástrofes, la vejez, la muerte propia y la de los seres queridos... Puesto que la solución a estos problemas quedaba absolutamente fuera de su alcance, el culto, los rezos y las ofrendas a las divinidades se erigieron en la manera más efectiva a la hora de tratar de interceder ante las deidades que tenían el poder para resolverlos. Así aparecieron el sacerdote y el hechicero, cuya misión fue desde un principio la de ejercer de intermediarios entre los seres humanos —indefensos y débiles— y los dioses, unos entes, estos últimos, que se presentaban —en palabras de Dilthey— como seres invisibles y poderosos: <<La eficacia de lo invisible es la categoría fundamental de la vida religiosa elemental>>.

Pero el caminar del hombre por la historia pronto necesitó de una actitud más libre ante la vida y el mundo. La cosmovisión poética aparece, así, no con la pretensión de influir en la realidad —como es el caso de los sacerdotes o hechiceros primitivos— ni de conocerla —como es el caso de la ciencia— sino de comprenderla. La poesía libera al ser humano de su indefensión precedente; ensancha sus horizontes y le abre los ojos a una realidad ante la que se siente, de alguna manera, fortalecido merced a esta nueva actitud: <<La significación de la obra de arte reside en que una cosa singular, dada en los sentidos, se separa del nexo de la producción y la acción y se eleva a expresión ideal de las relaciones vitales>>.

El poeta, el artista se asoma a todo lo que la vida tiene de encanto, profundidad, belleza y perdición para interpretarlo según su propia sensibilidad y transmitirlo a sus semejantes por medio

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (9.3 Kb)  
Leer 5 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com