Historia del autismo

Los estudiantes con autismo poseen el mismo derecho que todos los niños de poder escolarizarse en el sistema de educación regular. Por esta razón las escuelas, se deben adaptar a las diferencias especiales de cada niño y desarrollar nuevas metodologías, y estrategias como el aprendizaje cooperativo para favorecer la inclusión educativa.

En la sala de clases, se pueden utilizar diferentes formas para realizar las actividades, uno de ellos es el aprendizaje cooperativo, el cual consiste en “el uso didáctico de grupos reducidos de alumnos y alumnas que trabajan en clase en equipos, para aprovechar la interacción entre ellos mismos y aprender los contenidos curriculares al máximo de sus capacidades y  a la vez, a trabajar en equipo”(Pujolás, 2008, p. 17).

Aquí lo más importante es la interacción que se produce entre los alumnos. Son  protagonistas de sus aprendizajes, ellos trabajan de acuerdo a sus intereses  y a sus aportaciones individuales. Esta metodología cooperativa permite atender a la diversidad desde un enfoque inclusivo, permitiendo que todos puedan aprender juntos en una sala común.

 Para que el aprendizaje cooperativo se desarrolle de forma correcta, deben tenerse en cuenta cinco elementos esenciales según Jonhson, Jonhson y Holubec (1999). Interdependencia positiva, responsabilidad individual y grupal, Interacción cara a cara estimuladora, técnicas interpersonales y de equipo, Evaluación del grupo.

Para que el trabajo colaborativo tenga éxito es necesario que todos interactúen entre si que se animen, que se refuercen y finalmente valoren su trabajo realizado.

La función que cumple el docente durante las actividades de aprendizaje cooperativo será de mediador. Interviene solo si es necesario. El docente obAl organizar lserva y detecta las diferentes dificultades de cada grupo

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