Mitología griega, en la antigüedad
Enviado por Sithzero • 2 de Abril de 2017 • Apuntes • 331 Palabras (2 Páginas) • 143 Visitas
Mitología griega, en la antigüedad.
Se podría decir que los antiguos griegos nos han dado casi todas las artes y ciencias que usamos en la actualidad como son: la astronomía, las matemáticas, la ingeniería, la arquitectura, la medicina, la economía, la literatura y el derecho. Incluyendo el lenguaje científico que utilizamos está formado por varias palabras del antiguo griego. Fueron el primer pueblo de Europa en escribir libros, uno de los escritores más conocidos es Hesíodo quien entre varias cosas escribió sobre dioses, guerreros y la creación. Los griegos le tenían un gran respeto a sus historias las cuales hoy llamamos “mitos” (Graves, 1999, Pg.6 Pa.1).
Eran tan apegados a sus ideologías que continuaron practicandola, aun hasta después de que el cristianismo los apoderara. La educación romana llego a toda Europa, casi toda persona conocía la mitología griega casi tan bien como la biblia. Esto solo fue gracias al “mapa griego del cielo nocturno” el cual aún es utilizado por los astrónomos, hay grupos de estrellas relacionados con personas animales que son mencionados en esta mitología, héroes como: Heracles y Perseo, el caballo alado Pegaso, la bella Andrómeda, el cazador Orión, el centauro Quirón y muchos otros (Graves, 1999, Pg.6 Pa.2).
Según el orden común de los personajes en la literatura, podemos encontrar a tres modelos en la mitología: dios, héroe y hombre. Los héroes tienen un propósito que siempre o casi siempre deben seguir, el cual es alejarse del camino mortal para así abrir paso al camino divino. Se dice que el héroe está por arriba del mortal ya lo rigen ciertas cualidades como físicas, éticas y estéticas, etc. En la antigua cultura griega una de estas cualidades puede explicar porque el héroe le sirve al dios en vez de apoyar a los humanos, el sentido de lo “trágico”. Al encontrarse entre dioses y humanos, su estado es un sufrimiento eterno, ya que no se conforma con ser un simple mortal pero tampoco logra la divinidad de un dios (García, 2006, Pg.78, Pa.1).
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