ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

NELSON MANDELA


Enviado por   •  7 de Enero de 2014  •  5.906 Palabras (24 Páginas)  •  181 Visitas

Página 1 de 24

NELSON ROLIHLAHLA MANDELA

El líder mundial más importante del siglo XX - Premio Nobel de la Paz

139.jpg (7143 bytes)

Nació el 18 de julio de 1918, en Mvezo, pequeño poblado del distrito Umtata, capital del Transkei, Suráfrica. Es miembro del clan Madiba. Su padre Gadla Henry Mphakanyiswa era miembro de la Casa Real del reino Thembu, que forma parte de la nación xhosa. Su nombre Rolihlahla quiere decir "arrancar la rama de un árbol", y popularmente significa "revoltoso"; una predeterminación de lo que ha sido su vida dedicada a la lucha contra el racismo y por la dignidad del pueblo surafricano.

"Los Xhosa son un pueblo orgulloso, patrilineal, con un lenguaje expresivo y eufórico y una gran fe en la importancia de las leyes, la educación y la cortesía. La sociedad xhosa era un orden social equilibrado y armonioso, en el que cada individuo conocía su lugar. Cada xhosa pertenece a un clan que se remonta a través de sus ascendientes hasta un antecesor específico. Yo soy miembro del clan Madiba, que lleva el nombre de un jefe thembu que gobernó en el Transkei en el siglo XVIII", dice Mandela.

Poco después del nacimiento de Mandela, su padre fue despojado de su jefatura, tierras y fortuna por el gobierno blanco, al negarse a aceptar imposiciones contrarias a las leyes tradicionales del reino Thembu. Ante esta situación, su madre se trasladó de Mvezo a Qunu, buscando la protección de sus familiares. En esta nueva población transcurre la infancia de Mandela, en medio del trabajo en el campo, la escuela con educación británica, y la educación xhosa, transmitida por los ancianos en agradables reuniones nocturnas que Mandela esperaba ansioso cada día.

Con la muerte de su padre, cuando Mandela cumplió los nueve años, su madre, Nosekeny Fanny, decidió llevarlo al palacio real Thembu para colocarlo bajo la custodia del Rey Jongintaba Dalindyebo. Había sido la última voluntad de su padre. "Mqhekezweni", el Gran Lugar, se convirtió en su nuevo hogar donde su vida transcurría agradablemente cumpliendo las tareas en la casa real y asistiendo a la escuela de la iglesia metodista, donde aprendía inglés, xhosa, historia y geografía.

Fue en la casa real donde Mandela aprendió la verdadera historia, la filosofía y los procedimientos de la democracia africana. Había días en que al Gran Lugar concurrían de toda Thumbulandia los jefes de los clanes y los mandatarios tribales convocados por el Rey Jongintaba.

"Los huéspedes se reunían en el patio delantero de la casa del regente, y éste abría la sesión agradeciendo a todos su asistencia y explicando el porqué de la convocatoria. A partir de ese momento no volvía a decir palabra hasta que la reunión tocaba a su fin. Todo el que deseaba intervenir podía hacerlo. Era la democracia en su forma más pura. Existía una estrutura jerárquica entre quienes tomaban la palabra, pero se escuchaba a todo el mundo, jefes, súbditos, guerreros y sacerdotes, comerciantes y granjeros, terratenientes y trabajadores. La gente hablaba sin interrupción y las reuniones duraban muchas horas. La base de aquel autogobierno era que todos los hombres eran libres de exponer sus opiniones e iguales en su valía como ciudadanos. Mucho me temo que las mujeres eran consideradas ciudadanos de segunda clase", cuenta Nelson Mandela.

Los momentos más emocionantes que vivió Mandela en la casa real fueron escuchando los relatos de los ancianos sobre las historias de los pueblos africanos, de sus guerras, sus héroes, de las luchas contra los blancos cuando llegaron apoderándose de los territorios.

"En Mqhekezweni despertó mi interés por la historia africana. Hasta entonces, sólo había tenido noticias de los héroes xhosas, pero allí escuché historias de otros héroes africanos como Sekhukhune, rey de los Bapedi; del rey basotho Moshoesehoe; de Dingane, rey del pueblo zulú; y de otros como Bambatha, Hintsa y Makana, Monteshiway Kgama. Oí hablar de estos hombres a los jefes y líderes que venían al Gran Lugar para resolver disputas y celebrar juicios.", narra Mandela al respecto.

Mandela aprendió de los relatos de los ancianos que la historia contada en los libros en la escuela era totalmente extraña y ajena a los pueblos africanos. Era una historia que ignoraba la auténtica historia de los reinos y las civilizaciones de sus antepasados.

"El jefe Jovi aseguraba que el pueblo africano vivía en relativa paz hasta la llegada de los abelungu, los hombres blancos, que vinieron de más allá del mar con armas que escupían fuego. Hace tiempo, contaba, los Thembus, los Mpondos, los Xhosas y los Zulúes eran todos hijos de un mismo padre y vivían como hermanos. El hombre blanco había destruido el abantu, la hermandad entre las diversas tribus. El hombre blanco estaba hambriento de tierra y era codicioso, y el hombre africano compartió con él la tierra como compartía el aire y el agua. La tierra no era algo que debiera poseer el hombre, pero el blanco se apoderaba de la tierra como quien se apodera del caballo de otro.", cuenta Mandela.

El rey Jongitaba había determinado que Mandela sería el consejero del sucesor del trono llamado Sabata, y por ello, debía recibir una excelente educación. Lo envía a Clarkebury, el mejor centro educativo para africanos de Thembulandia, que formaba profesores y era una escuela secundaria. El director era británico y sólo tenía dos profesores africanos. Mandela era un joven estudioso y en dos años obtuvo su certificado, cuando normalmente se lograba en tres.

En 1937, a sus 19 años, Mandela fue enviado conjuntamente con Justice, hijo del Rey, a continuar los estudios secundarios en Healdtown, donde estaba la mayor escuela africana fundada por la iglesia metodista, llamada Fort Beaufort. El propósito de la educación era formar "ingleses negros". "Nos enseñaban -y nosotros lo creíamos- que las mejores ideas eran inglesas, que el mejor gobierno era el gobierno inglés y que no había hombres mejores que los hombres ingleses."

En la nueva escuela Mandela comenzó a pensar como africano, superando su estrecha visión xhosa. Eran más de 3.000 estudiantes, hombres y mujeres, sothos, zulúes, basothos, mpondos. En medio de la rigidez de la educación inglesa, un buen día recibieron la visita del poeta xhosa Krune Mohayi, un historiador de la tradición oral. Su charla infundió en él un profundo sentimiento de orgullo y sentido de su africanidad.

"El poeta miró hacia la hoja de su lanza y después hacia el cable

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (37.1 Kb)  
Leer 23 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com