Octavio Paz
24 de Septiembre de 2014
996 Palabras (4 Páginas)246 Visitas
Octavio Paz nació el 31 de marzo de 1914. Y murió el 19 de abril de 1998. Año 1914 turbulento en México, de discusiones violentas entre los grupos armados que buscaban imponer el proyecto social de su caudillo. Paz solía decir que había nacido en Mixcoac, entonces un suburbio de la ciudad, un lugar de grandes fincas, de casas con extensos jardines y árboles añosos. El nombre de ese suburbio es el recuerdo de que fue un asentamiento importante durante la ciudad azteca, y quiere decir “lugar de serpientes”. Pero en realidad, según prueba documental, Paz vino al mundo en lo que era entonces el barrio más elegante de la Ciudad de México: la Colonia Juárez, en la calle de Venecia. Aunque allí sólo vivió unos cuantos meses. A algunos años antes de su fallecimiento, el poeta explicó que él consideraba a Mixcoac como su verdadero lugar de nacimiento, pues cuando él sólo contaba con algunos meses de edad su madre se mudó a la casa de la familia paterna, ya que Octavio Paz Solórzano, el padre, por haber militado en el bando de los zapatistas, se había visto en una situación económica difícil. Paz Solórzano, un abogado de formación y que también ejerció el periodismo, se había destacado como agente de Emiliano Zapata.
La infancia y adolescencia de Octavio Paz transcurrieron en la casa del abuelo. Si se empeñó en afirmar durante largo tiempo que su lugar de nacimiento había sido Mixcoac, debemos buscar la explicación de este hecho en que Octavio Paz quiso relacionar su circunstancia biográfica con aspectos fundamentales de su obra y de su visión poética. Mixcoac representaba para él ligarse simbólicamente con la otra parte de su identidad mestiza, sobre todo si tenemos en cuenta que la rama materna de su familia era originaria del Puerto de Santa María, en Andalucía y que por la venas de su padre corría sangre indígena. Y esta identidad mestiza constituyó para él una parte básica de su quehacer artístico y de sus reflexiones filosóficas que se plasmaron en páginas de ensayos fundamentales para comprender la cultura y el arte en el México que surgió de la Revolución Mexicana.
Tenía dos figuras familiares muy importantes, su abuelo Irineo Paz quien era escritor, intelectual y estaba unido al gobierno de Porfirio Díaz; y su padre Octavio Paz, quien era revolucionario durante la Revolución Mexicana. Su familia y él se fueron a vivir a Estados Unidos cuando era pequeño. Cuando regresó a México participó en las rebeliones estudiantiles de esa época, las cuales buscaban la autonomía para la Universidad. Su trabajo como agente del zapatismo le exigió residir un tiempo en Los Ángeles, California, donde intentó conseguir armas y buena prensa para la causa zapatista. Se convirtió en un padre ausente. La tía solterona, la tía Amalia (parece que en todas las familias mexicanas siempre hay una tía solterona), hermosa y que, por supuesto, murió célibe, leía en francés, en voz alta, poemas de la época. El fin de siglo mexicano había vivido bajo la órbita de la cultura francesa. No fue raro el caso de Amalia en aquellos tiempos. Así pues, la educación sentimental y literaria del niño Octavio Paz corrió a cargo del abuelo y la tía.
La figura paterna ausente la suplió el abuelo Irineo. Octavio recordó en algunas entrevistas, y en algunas páginas de circunstancia, el papel tan importante que desempeñó el abuelo en esos años en los que cada hecho, cada conversación, cada libro, leído y manoseado, se graban en la mente y quedan incorporados en la carne de la memoria. Con el abuelo Irineo daba largos paseos por un Mixcoac aún impregnado de ambiente rural, lo acompañaba a visitar a sus amigos y él esperaba en los patios plantados de fresnos; se entretenía con otros niños y a veces se maravillaba contemplando las nubes y sus formas caprichosas en el entonces azul profundo del cielo del valle de México; juntos hacían ejercicios matinales
...