Pablo Azócar

Pablo Azócar

Este connotado narrador, poeta y periodista chileno, nace en la ciudad de San Fernando en el año 1959; bajo el nombre de Pablo Marcelo Mayorga Azócar. Sin embargo, por circunstancias familiares debe a muy temprana edad emigrar de Colchagüa, radicándose junto a su familia en Santiago de Chile.

A finales de la década de 1970 (en un contexto de brutal Dictadura Cívico- Militar), Pablo Azócar ingresa a la Universidad de Chile a estudiar Periodismo, desde donde egresa en 1981; trabajando en un breve tiempo como periodista en las recordadas Revistas “Hoy” y “Apsi”. Tras esta breve incursión en los medios informativos opositores al régimen de Pinochet, viaja a Europa, para establecerse como reportero, y luego como editor de la agencia Inter Press Service.

Durante gran parte de la década de 1980 recorre laboralmente todo el viejo continente, y retorna a Chile para el Plebiscito de 1988.

Tras su regreso al país decide darle vida profesional a su veta como narrador y poeta, transformándose en la década de 1990, en uno de los miembros más recordados de la generación denominada “Nueva Narrativa Chilena”, que trascendió las fronteras, y tuvo reconocimiento hispanoamericano. En esta generación de heterogéneas influencias y estilos literarios compartió escena junto a Alberto Fuguet, Damiela Eltit, Jaime Collyer, Gonzalo Contreras, Marco Antonio de la Parra, Carlos Cerda, etc.; marcando la cultura literaria y artística del Chile de los noventas.

Pablo Azócar publica su primera obra en 1990 (bajo la editorial Planeta); ésta novela prima llamada “Natalia” ganaría el Premio Municipal de Santiago ese mismo año; obra que según él mismo comentara, fue producto de un largo trabajo de creación literaria en los tiempos que estuvo radicado en Europa.

A la par de su creación literaria, también seguiría laburando como periodista, sumando un nuevo oficio, el de traductor. En 1997 publica (bajo la editorial Alfaguara) su segunda obra llamada “El Señor que aparece de espaldas”, novela que lo instala como uno de los escritores chilenos más importantes de la década.

Tras el gran reconocimiento alcanzado en 1997, al año siguiente publica en forma prolífica gran parte de sus narraciones escritas en las décadas de 1980 y 1990, entre los que destacan los cuentos “El crimen de escribir” y “Honrarás a tu padre”, antalogados en diversas recopilaciones de narrativa chilena hechas por la editorial Planeta. También publicaría por editorial Alfaguara, su propia antología de cuentos (escrita en 1996) titulada “Vivir no es nada nuevo”, obra que antes de ser publicada había recibido el Premio del Consejo Nacional del Libro.

En 1999, publica bajo la editorial Cuarto Propio la crónica periodística titulada “Pinochet, epitafio de un tirano”, donde investigaría, analizaría

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