San Benitos

En relación con la vida nacional de Venezuela, Canaima es la trágica historia de la destrucción y mal empleo de la riqueza de la Guayana venezolana. Más particularmente aun, es la historia de la tragedia personal de Marcos Vargas, cuyas facultades se derrochan con una liberalidad comparable a la que afecta a los recursos naturales de Guayana.

En Canaima se habla del despilfarro del oro de país, de sus diamantes, su caucho, su potencial hidráulico – suficiente para el riesgo y para la producción de energía- y su gente.

En la loca carrera hacia la riqueza fácil, el oro y el caucho fueron más una maldición que un beneficio. Despoblaron los campos y no civilizaron la selva, dejan las tierras sin brazos y las familias sin apoyo. Como el caucho en rio negro y la sarrapia en el Caura no consisten solo por medio del sistema del avance – dinero y vestimenta a cuenta de la goma que saquen – eso de la riqueza que produce el oro y el caucho solo es verdad para los privilegiados.

La tragedia particular de Marcos Vargas es la tragedia del héroe tropical que disipa sus buenas cualidades en empresas sin fin y sin objeto. Marcos Vargas, como Florentino, era una bala perdida.

Generoso hasta la abundancia, detestando la explotación del peón y el indio, es sin embargo un frustrado.

En el carácter de Marcos Vargas se estudia y se analiza un rango que es casi una característica nacional: el hombre macho. Bordea lo patológico y parece ser el resultado del abrumador sentido del español, junto con el sentido de inferioridad profundamente establecido en el criollo. Para afirmar ese eco, para negar ese complejo de inferioridad requiere de sí mismo la demostración de que es un hombre macho, preferiblemente mediante un acto de violencia que por lo general culmina en la muerte de un adversario. Marcos Vargas pasa la prueba crucial de su hombría y alcanza el rango de hombre macho matando a Cholo Parima. Marcos Vargas, una vez convertido en hombre macho, se encuentra dispuesto a “jugarse la vida en un momento dado”

Errado sin objetivo de una a otra aventura selvática, Marcos se encuentra repentinamente, no empequeñecido como el hombre de la llanura sino más bien absorbido por las extensiones vegetales que lo rodean. Es como una experiencia, como la entrada del alma y del completo olvido de sí mismo.

Marcos muchas veces se preguntó así mismo una pregunta un poco aterradora: “¿se es o no se es? “

Desintegrado de la selva sobre la personalidad del hombre, junto con el sueño del enriquecimiento fácil con el oro, el caucho y los diamantes, completan la final degradación de aquellos que deciden desafiar a la naturaleza y a su propia fortuna. Marcos asqueado le da la espalda a todo y se pierde dentro de la vida primitiva y sin historia de la tribu

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