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Enviado por   •  19 de Mayo de 2013  •  3.437 Palabras (14 Páginas)  •  295 Visitas

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FACTORES SOCIALES, ECONÓMICOS Y CULTURALES QUE INFLUYEN EN EL USO U MANEJO DE LA TIERRA.

La desertificación es causada por una combinación de factores que cambian con el tiempo y varían de acuerdo al lugar. Estos incluyen factores indirectos tales como la presión del tamaño de la población, factores de política y socioeconómicos, y el comercio internacional; y también factores directos como los patrones y prácticas del uso de la tierra y los procesos relacionados con el clima.

La desertificación tiene lugar debido a factores indirectos que llevan al uso no sostenible de los escasos recursos naturales por parte de los usuarios de la tierra en el nivel local. Esta situación puede verse exacerbada por el cambio climático global. Se considera que la desertificación es el resultado de los enfoques de manejo adoptados por los usuarios de la tierra, quienes no pueden responder adecuadamente a los factores indirectos como la presión de la población y la globalización, aumentando la presión sobre la tierra de formas no sostenibles. Esto conduce a una menor productividad de la tierra y a una espiral descendente de agravación de la degradación y de la pobreza. Donde las condiciones lo permiten, las poblaciones de las tierras secas pueden evitar la degradación mejorando sus prácticas agrícolas y cambiando los patrones de movilidad para el pastoreo a una manera que sea sostenible. En general, la interacción entre los factores climáticos y las respuestas humanas pueden crear una gama de diferentes resultados. (Véase la discusión de los escenarios de la EM en la pregunta clave ¿Cómo afectarán a la desertificación las distintas vías del desarrollo futuro? Para responder a los problemas con eficacia, es importante pero difícil distinguir entre aquellos que resultan de las condiciones naturales de los ecosistemas de las tierras secas y aquellos causados por prácticas de manejo no sostenibles, así como por factores económicos.

Factores Sociales, Económicos

Las políticas que conducen al uso no sostenible de los recursos y a la carencia de la infraestructura de apoyo contribuyen en gran medida a la degradación de la tierra. A la inversa, esto transforma a las políticas públicas y a la infraestructura física en puntos útiles para la intervención. Así, la agricultura puede desempeñar un papel positivo o negativo, dependiendo de cómo se maneje. Esto depende a su vez de los recursos socioeconómicos disponibles, de las políticas adoptadas y de la calidad de la gobernanza. Las instituciones locales, tales como los órganos de toma de decisiones relativas al uso de la tierra basados en la comunidad y las redes sociales; pueden contribuir a prevenir la desertificación permitiendo que los usuarios de la tierra manejen y utilicen los servicios de los ecosistemas con más eficacia a través de un mayor acceso a la tierra, al capital, a la mano de obra y a la tecnología.

Las políticas destinadas a sustituir el pastoralismo por cultivos sedentarios en las tierras de pastoreo pueden contribuir a la desertificación. Las políticas e infraestructuras que promueven la agricultura en las tierras de pastoreo que no pueden mantener sistemas viables de cultivo, contribuyen a la desertificación. La mayoría de las áreas de tierras secas (el 65%) son tierras de pastoreo que son más adecuadas para el pastoreo sostenible que para el cultivo. Por ejemplo, el pastoreo nómada es una práctica de manejo de las tierras de pastoreo que a lo largo de los siglos ha demostrado ser sostenible y estar adaptado a la capacidad de carga de los ecosistemas. La sedentarización de los nómadas en tierras de pastoreo marginales y otras limitaciones a sus movimientos transfronterizos conducen a la desertificación porque reducen la capacidad de esos pueblos para adaptar sus actividades económicas ante situaciones de estrés como las sequías.

Las prácticas de tenencia de la tierra y las políticas que animan a los usuarios de la tierra a explotar excesivamente los recursos de la misma, pueden contribuir de manera significativa a la desertificación. Cuando los campesinos y pastores pierden el control o la seguridad a largo plazo sobre la tierra que utilizan, los incentivos para mantener las prácticas ambientales sostenibles desaparecen. Se ha reconocido que los problemas de escasez de agua, agotamiento del agua subterránea, erosión del suelo y salinización son el resultado de fallas más profundas en las políticas e instituciones. La seguridad de la tenencia no implica necesariamente derechos de propiedad privada; muchas prácticas de larga data de manejo colectivo basado en la comunidad han funcionado con bastante eficacia. Para que los sistemas comunales sean exitosos, es esencial una mayor transparencia e imparcialidad en la asignación de recursos a todos los interesados directos. Los sistemas privados de tenencia de la tierra en tierras secas han sido menos exitosos en asegurar que los grupos pastoralistas tengan acceso a los varios servicios de los ecosistemas, tales como el aprovisionamiento de agua y pasturas.

Fenómenos de la Globalización

Muchos procesos actuales de globalización amplifican o atenúan las fuerzas impulsoras de la desertificación al eliminar barreras regionales, debilitar las conexiones locales y aumentar la interdependencia entre las personas y entre las naciones. La globalización puede contribuir a la desertificación o ayudar a prevenirla, pero crea vínculos más fuertes entre los factores locales, nacionales, subregionales, regionales y mundiales relacionados con la desertificación. Los estudios han demostrado que la liberalización del comercio, las reformas macroeconómicas y el énfasis en una mayor producción para la exportación pueden conducir a la desertificación. En otros casos, los mercados más amplios también pueden contribuir a exitosas mejoras en la agricultura. Por ejemplo, una gran parte del mercado de las flores en la Unión Europea se provee de las importaciones de países de tierras secas.

Los regímenes de comercio mundial y las políticas de los gobiernos vinculadas a ellos, influyen significativamente en la producción de alimentos y en los patrones de su consumo, afectando directa o indirectamente la resiliencia de los ecosistemas de las tierras secas. Un mayor acceso a los insumos agrícolas (como fertilizantes, pesticidas y maquinaria agrícola) y a los mercados de exportación normalmente mejora la productividad. Las oportunidades de acceder a los mercados internacionales están condicionadas por las regulaciones del comercio internacional y de seguridad de los alimentos y por una variedad de barreras arancelarias y no arancelarias. Los subsidios a la producción selectiva y a las exportaciones, incluyendo los incluidos en la Política Agrícola

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