ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

AMAR LA TIERRA, ES AMAR LA VIDA

Josselin Ventura RodriguezInforme20 de Junio de 2016

789 Palabras (4 Páginas)283 Visitas

Página 1 de 4

AMAR LA TIERRA, ES AMAR LA VIDA

Estaba un día cualquiera Rafael Pinto junto a sus hijos, sentados alrededor de un árbol de cacao relatando la historia que encierra su imponente terreno y la importancia del cuidado, amor y protección de nuestra madre tierra.

Rafael Pinto es hijo de Manuel Pinto y Rosa Tuanama quienes vivían en un pueblo alejado de la ciudad llamado Shamboyacu, ellos eran humildes campesinos que labraban la tierra y la cuidaban como a sus propias vidas, porque su vínculo era tan fuerte como el de una madre con sus hijos. Reconocían que la tierra es el ente fundamental de todas las cosas, es la creación perfecta de Dios para sus hijos, por eso creo Dios en el principio el cielo y la tierra, y al tercer día Dios dijo “produzca la tierra hierba verde, hierba que de semilla; árbol que de fruto según su especie, cuya semilla este en él y sobre la tierra. Dios creo la tierra antes que al hombre, y es para que el hombre reconozca la importancia que ésta tiene sobre nosotros. Además don Manuel sabía que gracias a la tierra  puede tener alimentos y solventar económicamente a su familia gracias a la venta de sus cultivos.

Manuel y Rosa lamentablemente no podían tener hijos, durante muchos años intentaban tenerlo pero no lo lograban, hasta que una curandera del pueblo le dio una receta de productos naturales como plantas, hierbas, raíces con la cual podía iniciar un tratamiento y poder fecundar el hijo que tanto anhelaban.

Durante el tratamiento Manuel y Rosa se pusieron de acuerdo y tomaron la decisión de cuidar con mayor fervor y dedicación la tierra, porque sentían que si lo hacían la tierra recompensaría su esfuerzo. Y así fue, después de cuatro meses Rosa quedo por fin embarazada, el tratamiento natural funcionó y con ella su devoción a la tierra aumentó.

Al niño lo pusieron por nombre Rafael y desde muy pequeño sus padres lo formaron con el mismo amor a tierra. El pequeño pueblo de Shamboyacu había crecido un poco, y todos los pobladores se dedicaban a la agricultura y se dieron cuenta que esa zona era privilegiada para la siembra de cacao, que gracias a esa tierra fértil se cosechaban los mejores granos de cacao del Perú y estaban en la mira de una de las mejores empresa productora de chocolate a nivel mundial Pacari, que planeaban poner una fábrica de chocolates en el pueblo.

Rafael ya había aprendido el manejo de las tierras, por esa razón don Manuel decidió heredarle todos sus bienes a su único hijo. Para ello don Manuel y doña Rosa tenían que ir ante un notario, pero como en el pueblo no había notarias, tenían que viajar a la ciudad y hacer esos trámites. Ya a su regreso, los padres de Rafael sufrieron un asalto en la carretera, en el cual por resistirse a entregar lo que tenían los mataron.

Esta noticia conmocionó a todo el pueblo porque don Manuel y doña Rosa eran muy queridos, y los pobladores decían que; “así como llega la prosperidad económica, llega también la delincuencia”. Rafael por esta gran pérdida entro en un cuadro de depresión muy fuerte, porque esa tierra solo le recordaba a sus padres y al amor que le dieron durante todos esos años.

 La empresa Pacari ya tenía en la mira el pueblo de Shamboyacu, gracias al cultivo de granos de cacao de calidad, es por eso que habían hecho un estudio de suelo y de costos de producción, y la zona más apropiada para hacer la construcción era el terreno de Rafael y aprovechando su depresión le hicieron una oferta muy elevada. Por la mente de Rafael paso la opción de vender ese terreno y así poner tierra de por medio y empezar de cero en otro lugar donde no le traigan tantos recuerdos de sus padres. Pero luego recordó las palabras de su padre cuando le dijo que “amar la tierra, era amar su propia vida”, los padres de Rafael no estaban físicamente pero dejaron sus vidas, esfuerzos, amor, dedicación en esas tierras y él no podía vender a sus padres. También reconoció que la distancia no era la solución ante su problema, al contrario si vendía ese terreno, tendría un peso grande en su conciencia.

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (4 Kb) pdf (61 Kb) docx (10 Kb)
Leer 3 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com