CONDENSADORES DE VAPOR

Condensadores de vapor.

La condensación produce una notable economía en el consumo del vapor de una máquina, a la vez que permite aumentar el salto térmico y, por consiguiente, la potencia de la instalación. Su uso se ha generalizado hoy en día para casi todas las máquinas de vapor, ya sean alternativas o rotativas. Solamente no se usan condensadores cuando se trata de máquinas muy pequeñas que no justifican el empleo de estos accesorios, o cuando se trata de máquinas muy ligeras, donde la excesiva velocidad de las mismas hace muy difícil el proceso de condensación.

El agua y vapor que circulan por la máquina deben ser puros, libres de sales y sustancias corrosivas, que dificultan el proceso de la condensación. Esta se produce debido al calor que le quita al vapor, el agua de refrigeración que circula por el condensador. El vapor proveniente de la máquina pasa al condensador, donde por enfriamiento, se condensa y pasa al estado líquido. A causa de la disminución de volumen que acompaña siempre a la condensación, se produce en el interior un vacío parcial, lo que hace que la presión dentro del condensador resulte siempre menor que la atmosférica. La presión de escape en las máquinas con condensador, pueda reducirse con respecto a las de escape libre, lo que permite aumentar el trabajo de expansión del vapor, o disminuir el consumo del mismo. En el caso de utilizar el condensador en las maquinas alternativas, se produce una mayor caída de presión, a causa de la apertura de la válvula de escape, y en el caso de máquinas rotativas, permite prolongar la expansión del vapor.

Los condensadores siempre llevan siempre un manómetro, que permite indicar el grado de vacío o de presión que se produce en su interior. Este manómetro se halla graduado de 0 a 100, correspondiendo el 100 al vacío absoluto y el cero a la presión atmosférica.

Clasificación de los condensadores de vapor.

Todo condensador necesita la circulación de agua de refrigeración, destinada a quitarle el calor que posee el vapor que escapa de la máquina y permitir de esta manera efectuar la condensación.

Según que el agua de refrigeración se mezcle o no con el vapor que se condensa, tendremos respectivamente los condensadores de mezcla y los condensadores de superficie. A su vez, los condensadores de mezcla, según sea el sentido en que circula el agua de refrigeración con respecto al vapor que se condensa, serán del tipo equicorriente o de contracorriente, según ambos fluidos circulen en el mismo sentido o sentido contrario.

Condensadores de superficie:

En estos condensadores, el vapor que se condensa y el agua de refrigeración no se mezclan, quedando separados por una pared metálica. El vapor llega al condensador, y circula por la parte exterior de una serie de tubos de latón, de paredes delgadas y de diámetro pequeño por el interior de los cuales está circulando el agua de refrigeración.

El vapor se condensa sobre la superficie externa de los tubos, cayendo el agua condensada al fondo, de donde es evacuada por medio de una bomba de aire húmedo que aspira, además del agua condensada, el aire que podría existir dentro del condensador. Esta bomba accionada por la misma máquina de vapor.

En estos condensadores el agua de refrigeración no tiene por qué ser blanda y también se sustituye el agua de refrigeración por aire.

Antes de que vapor penetre al condensador, es conveniente hacerlo pasar por separadores de aceite, a fin de que estos quiten al vapor las pequeñas partículas de grasa que arrastra. En otros casos se sustituye al separador de aceite por dos filtros.

Condensadores de equicorriente o de inyección:

Estos condensadores se caracterizan por no poseer bombas. Además el agua y el vapor circulan en igual sentido. El agua penetra al interior del condensador, aspirada por la misma depresión de éste.

A los efectos de aumentar la velocidad de circulación del agua, es conveniente darle a esta suficiente presión, lo que se logra colocando el depósito de agua a una mayor altura de la que se encuentra el condensador.

Dado que el agua de refrigeración se mezcla con el vapor que se condensa, y puesto que va a vaporizarse de nuevo para ingresar otra vez a la máquina, el agua que se utiliza para la refrigeración debe ser blanda, exenta de sales e impurezas que puedan producir corrosiones dentro de la caldera o de la máquina.

En estos condensadores, el agua de refrigeración, el agua condensada y el aire contenido dentro del condensador, salen por el mismo lado.

Condensadores de contracorriente:

En estos condensadores, el agua de refrigeración y el vapor que se condensan, circulan en sentido contrario, saliendo ambos íntimamente mezclados entre sí por la parte inferior del condensador. En cambio, el aire existente dentro del condensador, conjuntamente con el arrastrado por el agua de refrigeración, es aspirado por la parte superior del condensador por medio de una bomba de aire seco.

El agua de refrigeración penetra por la parte superior del condensador, cayendo por desborde a través de una serie de bandejas o platos ubicados a distintos niveles y colocados en forma alternada a uno y otro lado del condensador. Esta disposición facilita el contacto con el vapor que se quiere condensar, al cual se lo hace penetrar por la parte inferior del condensador.

En estos condensadores al igual que en los de equicorriente, el agua de refrigeración que se utiliza debe ser blanda y exenta de sales, a los efectos de evitar las posibles corrosiones de la instalación.

Calculo del agua de refrigeración para un condensador.

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