Cometas

Nacimos en un misterio que nos ha fascinado al menos desde que somos humanos. Nos despertamos en este mundo diminuto bajo un manto de estrellas, como un bebé abandonado en un portal sin una nota que explique nuestro origen, quienes somos y cómo surgió nuestro universo y sin la menor idea de cómo terminar nuestro aislamiento cósmico. Nuestra mayor ventaja fue nuestra inteligencia, especialmente nuestro talento para reconocer patrones afinado a través de eones de evolución. Sobrevivieron y transmitieron sus genes para el reconocimiento de patrones, con sus ventajas obvias.

Los mensajes escritos en las estrellas les mostraban a nuestros ancestros cuando acampar y cuando mudarse, cuando venían los rebaños migratorios y las lluvias y el frio y cuando cesarían durante un tiempo. Cuando observaron la conexión directa entre el movimiento de las estrellas y los ciclos estacionales de la vida en la tierra, concluyeron naturalmente que lo que ocurre allá arriba debe estar dirigido a nosotros aquí abajo. Esto tenía sentido.

Un cometa debía ser un mensaje enviado por los dioses. Los ancestros concluyeron que las noticias no eran buenas. No importaba si uno era un antiguo azteca, anglosajón, babilonio o hindú. Los cometas eran portentos de perdición, la única diferencia entre ellos era el desastre por venir. “Dis astro” igual que la palabra griega que significa mala estrella. Para las distintas civilizaciones significaba un desastre diferente.

Los chinos antiguos eran notablemente sistemáticos alrededor del año 1.400 de la era común empezaron a registrar y catalogar las apariciones de los cometas. Un cometa de tres colas significaba calamidad para el estado, un cometas de cuatro colas significaba que una epidemia se avecinaba.

Hoy en día sabemos exactamente de donde vienen los cometas y de que están hechos.

Nuestra nave de la imaginación impulsada por la ciencia y el asombro, puede llevarnos a cualquier lugar en el espacio y en el tiempo. Nos llevo a las nieves de antaño, montañas flotantes de hielos y rocas los restos del nacimiento del sistema solar, se le llaman nubes de Oort, en honor a Jan Oort el astrónomo Holandés que predijo su existencia en 1.950.

Hay tantas formas de morir para un cometa, debido a que cruza las orbitas de los planetas y con frecuencia chocan contra ellos. Los cometas están hechos principalmente de hielo, cuando se acerca al sol pierda parte de sí mismo y después de varios miles de viajes el hielo se acaba y lo que queda del cometa es un asteroide. La nube de Oort es algo que nadie ha visto jamás. Jan Oort fue también el primero en estimar correctamente la distancia entre el sol y el centro de nuestra galaxia. Nuestra estrella esta alrededor de 30.000 mil años luz del centro. Oort también fue el primer hombre en usar un

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