Diabetes

La diabetes tipo 1 o diabetes mellitus insulino dependiente, es una enfermedad crónica (permanente) que se da cuando las células beta del páncreas, no producen la insulina necesaria

para regular los niveles de glucosa en la sangre, las infecciones víricas y los trastornos autoinmunitarios pueden ser causantes de las anormalidades en estas células, sin embargo también existe la herencia como un factor primordial. Esta enfermedad se presenta normalmente en edades tempranas, antes de los veinte y por eso también es conocida como diabetes juvenil.

La concentración de glucosa en la sangre en una persona sana, oscila entre los 120 a 140 mg/100 ml después de haber ingerido alimentos, si la persona se encuentra por encima de esta cifras, tienes diabetes. Ahora, esta enfermedad produce que la concentración de la glucosa en la sangre aumente muchísimo, puede ascender desde los 300 a 1.200mg/100 ml. La deshidratación es una de las muchas complicaciones, que trae este aumento de la glucemia y se genera por dos razones: la primera, por una diuresis osmótica, que se da cuando el tubo renal filtra más glucosa de la que puede absorberse y este exceso se elimina a través de la orina. No es raro que se pierdan 100 g de glucosa diarios a través de la orina. La segunda es la deshidratación intra y extracelular, esto se da por el aumento de la presión osmótica del líquido extracelular, que provoca la salida de agua en la células.

Por otro lado en la diabetes tipo 1, aumenta la utilización de las grasas y proteínas, pues el cuerpo busca otras fuentes de energías que no sean los carbohidratos. El cambio de glucosa a lípidos, favorece la liberación de cetoácidos, está liberación es más rápida que su captación y oxidación por las células de los tejidos y por esto se produce una acidosis metabólica, que junto a la deshidratación, puede desencadenar en un coma diabético. Por último, el cuerpo utilizará muchas de las proteínas como fuente de energía, cosa que generará adelgazamiento y fatiga. Si esta enfermedad no se controla bien durante periodos prolongados, los vasos sanguíneos comenzarán a alterarse y experimentaran cambios estructurales provocando lesiones tisulares.

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