Discriminar por naturaleza

Discriminar por naturaleza ¿sos consiente?

¿Qué consideramos discriminar? Discriminar es considerar algo mejor que otra cosa, ya sea por su aspecto u otras condiciones, cuando estas en realidad son idénticas.

Esta forma de exclusión está presente en el día a día de cada persona, aunque no nos percatemos. Cuando compramos ropa nueva se eligen las mejores prendas, las que presentan un buen aspecto. Excluimos a otras prendas por su aspecto o por no ser socialmente aceptadas. La discriminación más grande está presente a la hora de conocer a una persona, se suele buscar relacionarse con individuos con aspecto “normal o bueno” según lo define la sociedad, dependiendo de los estereotipos que están establecidos en la comunidad a la que se pertenece. La discriminación forma parte de la existencia humana, se elige lo bueno y rechaza lo “malo”.

¿Es siempre negativo discriminar? Esta exclusión se torna negativa al aplicarse sobre las personas, cuando una desigualdad, la cual puede ser social es generada por esta discriminación.

Actualmente la discriminación no es tan excluyente como hace años en diversas sociedades, como los griegos en el siglo V después de Cristo. Se consideraba a los “bárbaros” como seres inferiores, básicamente los griegos trataban a los barbaros como plantas o animales. El término “bárbaro” se usaba en el sentido de inculto, bestial, grosero.

Esta forma de exclusión se torna muy común en las redes sociales, en las que se discriminan y agreden a las personas por el contenido que publican, su pensamiento o sus condiciones físicas. Las personas que lo realizan no son conscientes en algunos casos de lo que pueden generar en esta práctica de discriminación.

La principal pregunta es ¿Por qué algunas personas se consideran superiores a otras? Se rechaza al otro por sus condiciones, estas pueden ser raciales, las personas de una región o sociedad distintas se verán diferentes por sus costumbre o culturas, y esto podría generar una discriminación entre ellas por sus distinciones. Pero el pensamiento de superioridad se genera de una persona que ve a los distintos a él como raros o carecientes de las capacidades que él porta, esto genera una mirada de inferioridad hacia el otro.

La desigualdad que genera la discriminación se puede comenzar a tratar realizando un gran cambio en la educación. Solo educando podremos cambiar la visión de las personas sobre esta exclusión social. Debemos transmitirles a los más jóvenes que no hay necesidad alguna de realizar este tipo de acción que puede ofender al otro e incluso herirlo o traumarlo.

Finalizando se deja planteada una pregunta para reflexionar. ¿Alguna vez discriminaste? La respuesta podría costar responderse, ya que esta tan naturalizada la discriminación, que no somos conscientes…

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