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EL PROBLEMA ESTRUCTUAL DEL AGENTE DE CAMBIO EN EL CAPITALISMO.


Enviado por   •  23 de Enero de 2016  •  Ensayos  •  2.453 Palabras (10 Páginas)  •  324 Visitas

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EL PROBLEMA ESTRUCTUAL DEL AGENTE DE CAMBIO EN EL CAPITALISMO.

Ramos Santillán Pamela Michelle

Balbuena Guadarrama Israel

Alumnos de la materia teoría política V, de la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Iztapalapa.

Introducción

La usencia de un agente de cambio (revolucionario[1])  dentro de la etapa liquida del capitalismo moderno, tiene su origen en dos problemas situados dentro de la estructura del capitalismo. El primer problema, reviste la forma de  ideología como falsa consciencia, es decir, como generadora de la omisión de las relaciones sociales de producción a la que los individuos estamos sujetos. El segundo problema, atañe a una complicación en la obtención de valor dentro del proceso de producción, provocado, en primer lugar, por la preponderancia  del capital financiero, y, en segundo lugar, por el desplazamiento de la fuerza de trabajo en pro de la utilización de tecnología y maquinización del  procedimiento de producción. Vislumbrar en profundidad tales problemas es el objetivo de este ensayo.

EL PROBLEMA SUPERESTRUCTURAL: EL INDIVIDUALISMO COMO ANTÍTESIS DE LA CONCIENCIA DE CLASE.

Modernidad e Individualismo

El comienzo de la modernidad se sitúa en el siglo XVII, siendo resultado de la revolución de la razón, es decir, del posicionamiento de la razón como el eje de la vida del ser humano. Así, la modernidad puede concebirse como una  lucha  por  colocar  al  hombre  en  el  centro  del  universo,  y    por  despejar  las  explicaciones  metafísicas  de  la  realidad,  en  pos  de  promover  la  búsqueda de un conocimiento nuevo, moderno.

En el ámbito de la política y la sociedad, los nuevos patrones de comprensión impulsaban un proyecto  con  pretensiones  de  mayor  movilidad  y  libertad  de  acción  individual, en relación con el antiguo dominio señorial. También se planteaba la  libertad  en las prácticas de pensamiento y de relación con el conocimiento,  donde se confiaba en un nuevo modo de relacionarse con el mundo conocido, en el que  las artes y las ciencias iban a promover el control de las fuerzas naturales y la  compresión  del  mundo,  el  progreso  moral,  la  justicia  de  las  instituciones,  e inclusive la felicidad humana. (Habermas, 1984:57).

El posicionamiento de la razón como el eje de la vida del ser humano esgrime un cambio rotundo en la manera de concebir el mundo, la organización social  y la manera de producir  de los individuos. Principalmente la nueva organización social (ascenso de la burguesía como clase dominante)  y la revolución industrial pueden explicarnos el nuevo panorama socioeconómico generado por la “diosa razón” (Bautista, 1932:376), en el que la búsqueda de la ganancia se sitúa en el centro de todo procedimiento económico, político y social.

Modernidad y Capitalismo

Entre modernidad y capitalismo existen las relaciones que son  propias entre una totalización completa e independiente y una parte de ella, dependiente suya, pero en condiciones de imponerle un sesgo especial a su trabajo de totalización (Echeverría, 1987:4).

Así como el capitalismo exigió en su origen a la estructura política y social una transformación de gran envergadura, así también la modernidad, pues con su esencia emancipadora liberó a los hombres de las creencias supra terrenales, empero,  sólo para dejarlos caer en las garras de la explotación material.

El que dios haya muerto ( Nietzsche,2000,76) significó para el hombre moderno, la entrada a una vida regida por la incertidumbre en tanto condiciones espirituales, pero sobre todo económicas( Bauman,2007:68) pues  el paraíso ya no se encontraba  en el cielo sino en la tierra con la condición peculiar de la explotación como su medio de obtención. Asimismo, la modernidad ha significado para el capitalismo el medio para la introducción  de una determinada identidad y  estructura social que permite el libre desarrollo del régimen de explotación material, siendo el hombre libre, crítico y pensante su célula primaria.

Individualismo vs conciencia de clase

Individualismo es un tipo ideal, en el sentido que Max Weber dio a la expresión, es decir, una construcción conceptual, que el investigador obtiene "mediante el realce unilateral de uno o de varios puntos de vista, y la reunión de una multitud de fenómenos singulares, difusos y discretos (Weber, 2004:1069)

El individualismo es la antítesis de la conciencia de clase, pues funciona como una sustancia divisoria de lo colectivo, pareciera que esto es una tautología, sin embargo, el sentido que quiero resaltar del individualismo es la capacidad que tiene para romper dentro de la sociedad el proceso de colectivización, es decir, según Tocqueville  "el individualismo es un sentimiento reposado y tranquilo que dispone a cada ciudadano a aislarse de la masa de sus semejantes y a retirarse a distancia con su familia y con sus amigos, de tal manera que, después de haberse creado así una pequeña sociedad para su uso, abandona con gusto el resto de la sociedad a ella misma"( Tocqueville, 1985:496), por lo que la característica principal del individualismo es "el aislamiento de los hombres unos de otros", ya que "los individualistas se habitúan a considerarse siempre aisladamente de la sociedad. También podemos destacar cuatro características fundamentales del individualismo:

  1. Independencia como valor y cualidad personal.
  2. Concepción de la economía como una actividad esencialmente privada.
  3. Preferencia de la libertad sobre la justicia.
  4. Escaso interés sobre los asuntos públicos.

En conjunto el individualismo denota la idea de la dirección de sí mismo, o autonomía, según la cual los individuos someten las normas a que se enfrentan a una evaluación crítica y llegan a decisiones prácticas como resultado de la reflexión racional e independiente (Lukes, 1984:598).

Así, el individualismo concibe al hombre por encima de la sociedad, es decir, el hecho de que siga reglas es una decisión crítica y racional de su voluntad, por lo que la voluntad y la autodirección son la fuerza motriz de su comportamiento, y no se encuentra regida  por imposición de creencias o construcciones culturales y sociales. Pero, además, lo sitúa en un plano exterior respecto a las relaciones sociales de producción y, por ende, del modo de producción, es decir, existe una ruptura de la cohesión social  dónde el individuo se vuelve apático respecto a las cuestiones sociales.

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