: ESTRUCTURA Y FUNCIONES DEL COMPLEJO DENTINO PULPAR

Introducción

La pulpa es un tejido blando de origen mesenquimatoso, con células especializadas, los odontoblastos dispuestos periféricamente en contacto directo con la matriz de la dentina .La relación que se establece entre los odontoblastos y la dentina, denominado a veces el complejo pulpa-dentina, es una de las razones por la que la pulpa y la dentina se deben considerar una unidad funcional.

ESTRUCTURA Y FUNCIONES DEL COMPLEJO DENTINOPULPAR

La pulpa es un tejido blando de origen mesenquimatoso, La rela¬ción que se establece entre los odontoblastos y la dentina, deno¬minada a veces complejo pulpa-dentina, la pulpa y la dentina se deben considerar una unidad funcional. La pulpa limita su capacidad para aumentar de volumen durante los episodios de vasodilatación y presión tisular aumentada. La pulpa es relativamente incompresi¬ble, pueden ocurrir cambios recíprocos de volumen entre arteriolas, vénulas, linfáticos y teji¬do extravascular. La pulpa alberga elementos tisulares.

La pulpa es realmente un sistema microcirculatorio. El sistema vascular de la pulpa disminuye progresi¬vamente con la edad.

La pulpa dental es un órgano sensorial único. La pulpa es sensible a los estímulos térmicos, como los helados y las bebidas calientes.

Después del desarrollo dental, la pulpa conserva su capaci¬dad para formar dentina a lo largo de toda la vida.

La efectividad de esta función depende de muchos factores, pero el potencial de regeneración y reparación es tan real en la pulpa como en otros tejidos conectivos del cuerpo.

DESARROLLO

Los estudios embriológicos han demostrado que la pulpa deriva de la cresta neural cefálica. La papila dental, de la que nace la pulpa madura, se desarrolla con¬forme las células ectomesenquimatosas proliferan y se conden¬san junto a la lámina dental, en los sitios donde se desarrollarán los dientes.

Durante la sexta semana de vida embrionaria comienza la formación de los dientes. Cada lámina dental primaria se divide en una lámina vestibular y otra dental.

Las interacciones célula-célula y célula- matriz extracelular (MEC) dirigen la diferenciación de los ameloblastos y odontoblastos, al hacer que esas células cambien la expresión de genes.

Los factores de crecimiento son polipéptidos producidos por células, que inician la proliferación, la migración y la diferen¬ciación de otras células

Es posible que un factor de creci¬miento de los fibroblastos también participe en la determinación y la diferenciación de los odontoblastos.

Desde el comienzo de la formación del diente existe una membrana basai dental (MBD) entre el epitelio dental interno y el mesénquima dental. La lámina basal está compues¬ta por una red elástica, formada a su vez por colágeno tipo IV, que tiene puntos de unión para otros constituyentes de la mem¬brana basal, como laminina, fibronectina y proteoglucanos con heparán sulfato. Las señales procedentes de los compo¬nentes de la matriz influyen en la migración y diferenciación de los odontoblastos. La composición de la MBD cambia durante el desarrollo del diente, y esas alteraciones parecen modular los pasos sucesivos en la odontogénesis.

La fase inicial del desarrollo de la papila dental se caracteriza por una actividad proliferativa debajo de la lámina dental, en sitios que corresponden a las posiciones de los futuros dientes pri¬marios deciduos. Incluso antes de que la lámina dental comience a formar el órgano del esmalte, se desarrolla una red vascular capilar dentro del ectomesénquima, presumiblemente para sopor¬tar la actividad metabòlica aumentada de los brotes dentales pre¬suntivos. Se cree que esta vascularización primordial desempeña una función clave en la inducción de la odontogénesis.

Fases del desarrollo

La formación del diente es un proceso continuo, ha sido dividido en tres fases: (1) yema o brote; (2) caperuza o capuchón, y (3) campana. La fase de brote es la fase inicial del desarrollo den¬tal, durante la que las células epiteliales de la lámina dental proliferan y producen una proyección con forma de brote en el ecto¬mesénquima adyacente. La fase de caperuza o capuchón se alcanza cuando las células de la lámina dental han proliferado para formar una concavidad que produce un aspecto similar al de una caperuza. Las células externas de la “caperuza” son cuboides y constituyen el epitelio extemo del esmalte. Las célu¬las de la parte interna o cóncava de la “caperuza”, son alargadas y representan el epitelio interno del esmalte. Entre los epitelios externo e interno existe una red de células, conocida como re¬tículo estrellado debido a la disposición reticular ramificada de los elementos celulares. El reborde del órgano del esmalte se conoce como asa cervical. El órgano asume una forma acampanada, y el desarrollo del diente entra en la fase de campana. Durante la fase de campana, el ectomesénquima de la papila dental queda parcialmente ro¬deado por el epitelio invaginado. También durante esta fase los vasos sanguíneos quedan ubicados en la papila dental.

El ectomesénquima condensado que rodea al órgano del esmalte y el complejo de la papila dental forman el saco dental y acaba por transformarse en el ligamento periodontal. Durante la fase de campana, la lámina lateral degenera y es invadida y sustituida por tejido mesenquimatoso. El extremo libre de la lámina dental asociado con cada uno de los dientes primarios sigue creciendo y forma la

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