EVOLUCION HISTORICA DE LA EDUCACION EN VENEZUELA
gracielazulop26 de Octubre de 2012
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ENSAYO SOBRE
HISTORIA DE LA EDUCACIÓN EN
VENEZUELA
HISTORIA DE LA EDUCACIÓN EN VENEZUELA
- Sus orígenes, etapas, fundamentos y resultados -
Luis Saavedra
I
En las líneas que siguen se hará un análisis "grosso modo", de la historia
de la educación en Venezuela, tomando en consideración sus hitos salientes,
procesos conformantes en períodos particulares y sus fundamentos filosóficos,
sociológicos y pedagógicos, así como los resultados- que históricamente se
muestran en documentos; por tanto este ensayo habrá de tener un diseño
precisamente documental pero su enfoque metodológico viene a ser el de la
Ciencia de la Historia, la cual aspira lograr una visión de totalidad y de síntesis de
procesos económicos, sociales y culturales que expresan la acción de los
hombres en el tiempo y el espacio, (Bloch, 1986, Vilar, 1981, Braudel, 1979).
El imperativo de volver la mirada al pasado se impone con frecuencia a
quien pretenda comprender el presente, ya que los hechos sociales con sentido
poseen una trayectoria de eventos que conviene caracterizar diacrónicamente; es
decir, por sus periodos más importantes distinguiendo las especificidades. El
presente hunde sus raíces, por así decirlo, en el pasado; las causalidades de
ciertos comportamientos en lo individual o colectivo y hasta institucionales suelen
ser consecuencia de modelos adoptados en el pretérito, remoto o contemporáneo.
Por eso Brito Figueroa (1978) habla elogiando a la historia como una "Ciencia
práctica", que suministra rubros como los reportes de investigación y sus
conclusiones que contribuyen a la toma de decisiones para resolver problemas de
índole social en el presente.
En ese sentido, al hablar de historia de la educación en Venezuela suele
partirse de la fundación hispana, sin embargo en puridad de verdad cabría
mencionar la pedagogía aborigen o negra (Uslar Pietri, 1989) entendiendo por tal
la transmisión de las prácticas sociales de manera informal y consuetudinaria del
aborigen y el negro junto a su prole en la cotidianidad de sus haceres y saberes; lo
que Lanz Rodríguez (2003) da en llamar el "cimarronismo" e "indigenismo"; esa
enseñanza se expresaría en las prácticas del conuco, cestería y pesca
tradicionales de comunidades campesinas y acerbo tradicional negroide, sus
cantos y modos de vida, todo lo cual viene a ser un complejo socio-cultural
llamado "resistencia", a lo que también se ha referido Brito García, (1986)
conceptualizándolo como "resistencia contra-cultural" que pervive desde tiempos
inmemoriales. Así pues, existe en Venezuela una educación informal de larga data
no sistematizada.
En virtud de que las sociedades humanas se tornan más complejas, la
educación se institucionaliza, (Savater, 1997). Ya no es posible que los hijos
acompañen al padre en el taller, aparecen los gremios de profesiones u oficios
que se hacen de una práctica, de una técnica y hasta una "teoría" sobre como
hacerlo, de esa suerte tiene lugar el surgimiento de la "educación escolar"
caracterizada por su intencionalidad, sistematicidad y organización institucional,
prevalida además de una didáctica con sus métodos y tratadistas.
Establecidos los anteriores conceptos se pasa ahora al cuerpo central que
comprende este escrito, cuyas preguntas nodales serían: ¿Qué ha sido de la
educación escolar en Venezuela y su proceso histórico de conformación? ¿Cuáles
son sus orígenes? ¿Qué ha caracterizado sus etapas? ¿Cuáles han sido sus
fundamentos? ¿Qué resultados ofrece a la comunidad nacional tal proceso?
II
En las posesiones de ultramar del reino de España, el Cabildo se
encargaba de la educación y por su intermedio hubo de establecer cátedras de
gramática y habilitaba para el ejercicio de la docencia; pero aparte de algunos
maestros particulares, en la colonia no había mayor escolarización hasta la
fundación de la Universidad de Caracas, las escuelas de primeras letras, latinidad
y colegios nacionales. Instituciones en verdad de escaso número y cobertura. A
estos accedían sólo los hijos de los blancos, la élite de una sociedad de clases y
castas, (Brito Figueroa, ob. cit). Es el primer periodo de la historia de la educación
en Venezuela al momento de establecerse la fundación hispana, en ese tiempo al
decir de Leal (1981) la educación y la "Real y Pontificia Universidad de Caracas",
de 1721, cumplía un rol como: "elemento integrador del disperso conglomerado
humano de las provincias venezolanas sujetas al imperio español", (p. 21).
Filosofía, teología, gramática, cosmografía, conformaban parte del plan de
estudios para formar el "personal idóneo en el campo político y religioso" (íbídem,
p. 24).
La universidad republicana, una vez lograda la independencia política
venezolana, la establece el mismo Libertador con la colaboración de José María
Vargas, en 1827, a la que le asigna la Hacienda Pía de Chuao para su
financiamiento y en 1830; José Antonio Páez crea los colegios nacionales para la
ilustración ciudadana; además ya desde 1821 una disposición legal exigía
escuelas en los pueblos donde hubiera 30 escolares, cosa que la inestabilidad
social e institucional por las guerras internas de Venezuela impidió hacer efectivo.
De las ideas y datos anteriores se colige que la educación escolar,
constituye una institución social que expresa los objetivos del Estado en cuanto al
hombre y la sociedad, que eventualmente reproduce sus relaciones sociales y
puntos de vista, o la filosofía política e ideológica dominantes. En atención a ello la
educación es monárquica o republicana, con los valores de uno u otro tipo pero,
en ambos casos, la educación habilita para la vida en sociedad, con grados
académicos o sin estos como las artes y oficios, o las profesiones llamadas
liberales de médico, abogado, entre otras, recordando que en la colonia éstos los
obtenían los blancos y pardos en universidades y colegios; lo otro en cambio era
monopolio de los gremios en sus talleres de artes y oficios; de donde se concluye
que en ese primer periodo la educación era clasista y elitesca, semejante a la
sociedad a la que servía.
III
En el que se podría llamar segundo período. Simón Bolívar, el Libertador,
demuestra en sus escritos la comprensión que tenía en tomo a la educación. La
entendía como un medio eficaz para superar las desigualdades y elevar los
niveles de conciencia. En el Discurso de Angostura (15 de agosto de 1819) pedía
al congreso que priorizara la educación para formar ciudadanos, hombres y
mujeres libres, sin la sujeción de la ignorancia y el dogma por los que España
había dominado el Nuevo Mundo, argumentaba, más que por las armas. Así, si en
la colonia se formaba para ser vasallos y defender al monarca, en la república se
forma para la autonomía política con la colaboración de las ciencias y técnicas
liberales; por lo que la primera se fundamenta en la fe y el dogma medieval del
derecho divino de los reyes y la segunda en la razón, con todas las consecuencias
que una y otra cosa suponen en cuanto a los fines o teleología: el uno tiene como
referente a Dios y el otro al hombre. Es lo que Kant llamó "giro copemicano" en la
antropología filosófica, reafirmando la autonomía del hombre como supremo
hacedor de "su" mundo cultural y simbólico, usando la razón, su cualidad
distintiva.
Así, de la mano del liberalismo decimonónico había de desarrollarse la
escuela en el tiempo de la República, del que por demás el pensamiento del
Libertador es tributario, con su fe en la ciencia y la técnica como propiciadores de
progreso y civilización. Resultado de ello vendría a ser la primera generación de
positivistas de la época de Guzmán Blanco, quien además en 1870 dicta el
decreto que universaliza en Venezuela la educación gratuita y obligatoria para el
nivel de la escuela primaria, estableciendo así mismo un anticlericalismo e
impulsando la ciencia positiva; a la manera de las tesis del evolucionismo de
Darwin, Spencer y otros.
Esta debía entenderse como una educación ilustrada y de corte nacionalista
teniendo como referentes los héroes patrios y en particular El Libertador. Los
resultados sin embargo parecen indicar que continuó la práctica pedagógica
tradicional, dominada por los métodos memorísticos escolásticos de recitar
contenidos librescos de escasa vinculación con las demandas de la sociedad
contemporánea. Solo la Escuela Nueva o Activa introduciría cambios. Algunas de
estas demandas de Venezuela a la educación contemporánea están recogidas en
el llamado "Programa de febrero", entregado por lo que sería hoy la sociedad civil
al General Eleazar López Contreras, a la sazón encargado de la presidencia de la
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