ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

El Carbono


Enviado por   •  22 de Noviembre de 2014  •  2.259 Palabras (10 Páginas)  •  160 Visitas

Página 1 de 10

Es evidente como niños, jóvenes y adultos, se enfrentan actualmente a un mundo de

problemas y decisiones que reflejan la complejidad de la vida del hombre. En estas

decisiones están en juego los valores como fuerzas directivas de acción, que con

frecuencia entran en conflicto; en parte por la poca claridad del sistema de valores de la

sociedad y la desorientación de la existencia humana.

Ahora bien, la tarea de educar y, con ello, la de educar en los valores, no solo

queda circunscrita al ámbito escolar; también la familia y sociedad son espacios

sociales fuertemente comprometidos en esta responsabilidad, por lo tanto es desde

estos tres puntos donde se debe enfrentar ese fenómeno de la falta de valores que está

afectando tanto a las sociedades desarrolladas como a las no desarrolladas.

Sobre este asunto Santoyo (1998) señala que hay una primera concesión de

esta amplia responsabilidad que afecta a la persona del educador. Si el educador en la

escuela ha de contribuir a que el hombre se descubra así mismo, descubra el mundo y

su profundo significado, no es indiferente el concepto de hombre y de mundo que

tenga.

Es por ello que, más que el concepto, más que la visión intelectual, importa su

actitud valorativa de los demás hombres, (uno de los aspectos que está más afectado); 5

de su inserción en el mundo, que lo quiere hacer de cualquier manera; lo que él sea y el

modo, incluso, de auto conocerse, constituye la aportación fundamental al proceso de

autorrealización del alumno, a grandes rasgos.

A diario los educadores se encuentran con estas situaciones a las que se deben

enfrentar con las herramientas que tengan a su disposición, generalmente su propia

formación en valores y la alta responsabilidad que adquieren cuando deciden educar y

formar hombres y mujeres libres para pensar y actuar, pero con una valorización de

todos los aspectos básicos de su vida. El columnista español Cosidó (2006), haciendo

referencia a la sociedad de su país expresa:

“Estamos inmersos en una crisis de valores morales que lleva a actitudes

sumamente negativas no sólo para los individuos que las practican, sino para el

conjunto de la sociedad. No se trata de imponer una moral basada en creencias

religiosas que no tienen por que ser compartidas por todos, incluso aunque

sean mayoritarias en una sociedad. Se trata de aplicar principios que tienen que

ver con la dignidad humana, con el respeto a la Ley, con la convivencia

democrática y con los valores de la libertad, la justicia y la solidaridad que

fundamentan nuestra civilización”

Dentro de este orden de ideas Suárez (1999). Fundadora y directora de la

Escuela para el Hombre Nuevo, en Argentina, señala que las sociedades no aprenden

sólo técnicamente sino también moralmente.

Es preciso que la escuela, junto a la familia y otros grupos, se encargue de

enseñar y sostener valores. Y cuando me refiero a valores con los que la

humanidad acuerda, los explícitamente consensuados que nacen de una ética

civil, lo que pretende como un Estado democrático y pluralista, que figuran,

además, en la Declaración Universal de los Derechos Humanos a la que la

mayoría de las naciones se han adherido.

Cabe destacar que la educación en valores, no solo es educar sobre dogmas

religiosos, es una actitud reflexiva sobre el desarrollo cultural, preferir la vida a la

muerte, la libertad a la esclavitud, la igualdad a la discriminación, la justicia a la

injusticia; es llevar adelante una educación sistemática y explícita en determinados

valores, posibilitando la aparición de nuevas respuestas a viejos o nuevos conflictos por

parte de los que vienen detrás. 6

En este sentido es pertinente resaltar que la educación no se reduce a la relación

profesor-alumno. En el marco de la escuela como institución se da una interacción

constante entre la estructura, la organización y la metodología didáctica. Estos

conllevan a juicios de valor y convierten a estos medios en vehículos decisivos de

esquemas de valoración y de adhesión a determinados valores. Como diría Geraert,

citado por Santoyo (1998):

“Los valores no existen sin el hombre, que con ellos está en disposición de

dar significado a la propia existencia. El centro o el "lugar" de los valores es

el hombre concreto que existe con los demás en el mundo para realizar su

propia existencia. Las cosas adquieren valor en la medida en que se insertan

en este proceso de humanización del hombre.”

En todo caso ese proceso de humanización tiene su base principal en la escuela,

que a través de diferentes herramientas que pone en práctica el educador lo encamina

hacia

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (14.9 Kb)  
Leer 9 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com